El ayuntamiento implanta en febrero la “Zona naranja” en Ciutat Vella
Los residentes del centro histórico, que tendrán preferencia para aparcar en este espacio, pueden acreditarse a partir de la semana que viene
Según ha explicado el Concejal, la denominada “zona naranja”, una iniciativa que ya se ha puesto en marcha en otras grandes ciudades, “se suma a otras actuaciones que la Concejalía de Circulación y Transportes ha desarrollado con el fin de reducir el tránsito rodado en Ciutat Vella, optimizar el escaso número de plazas de aparcamiento que se pueden habilitar en las vías de esta zona de la ciudad, y fomentar el uso del transporte público para acceder al centro histórico”.
750 NUEVAS PLAZAS
La zona naranja, que será señalizada a principios de enero, contará con 750 plazas de aparcamiento, más 48 que se reservarán para personas con movilidad reducida y 56 para facilitar los trabajos de carga y descarga. Los ciudadanos que quieran aparcar en ellas, con los beneficios que les otorga el hecho de ser residentes del centro histórico, deberán solicitar una tarjeta, que les acredite como tal, a partir de la próxima semana en una “oficina de atención al residente” en el número 1 de la calle San Dionisio, o en la sede de la empresa concesionaria de la ORA, en el número 25 de la avenida de Aragón.
Los residentes del centro histórico, que no deben ser titulares de una plaza de aparcamiento de promoción pública, para acreditarse, deberán estar al corriente en el pago de tasas, impuestos y sanciones de tráfico, y presentar en las mencionadas oficinas la documentación necesaria: DNI, en el que conste el domicilio vigente que figura en el Padrón Municipal, certificado actual de empadronamiento, permiso de circulación y del seguro, e ITV en vigor.
Alfonso Novo ha explicado que una vez realizado este trámite, el residente del centro histórico recibirá, gratuitamente, un distintivo, con vigencia para dos años, que deberá colocar de forma visible en el coche, para que éste quede identificado de modo permanente, y así facilitar otras actuaciones como el acceso restringido al centro que se lleva a cabo en las fiestas falleras.
Con este “distintivo de residente” el ciudadano podrá estacionar en las plazas de la “zona naranja” previo pago del tique que obtendrá en el parquímetro en función del tiempo de desee permanecer, siempre y cuando éste no exceda de una semana “con el fin de garantizar la rotación, ya que la demanda de aparcamiento en el centro histórico es importante”.
Por lo que respecta al coste de este aparcamiento, el precio oscila entre los 0,60 céntimos de euro al día, hasta los 2,70 euros que debe abonar el residente del distrito que quiera que su vehículo permanezca aparcado una semana. El pago se debe abonar diario, cada dos días o semanalmente. Los no residentes, que sólo tienen la opción de estacionar temporalmente, pagarán un mínimo de 1,10 euros por hora y un máximo de 3,20 por 2 horas, con fracciones de 0,05 céntimos de euro.
Todas estas condiciones se harán públicas a partir de la próxima semana, cuando la Concejalía de Circulación y Transportes comenzará la “Campaña de información”, que una vez señalizada la zona, también se llevará a cabo a pie de calle, donde unas 10 personas darán a conocer el servicio a todos los ciudadanos que aparquen en estas plazas. Del 1 al 15 de febrero, los coches que no cuenten con el distintivo de residente recibirán un aviso del Consistorio.
En su comparecencia, Alfonso Novo ha recordado que entre las posibilidades que barajo el equipo de gobierno antes de acordar estos precios se encontraba el pago anual de una tarjeta, “una opción que se descartó porque dado el déficit de plazas de aparcamiento podría darse el caso de que una persona que hubiese abonado la citada tarjeta no encontrara plaza”.
El Concejal ha aprovechado su intervención para recordar que en el centro histórico existen unas 800 plazas repartidas en los distintos aparcamientos públicos, y unas 300 plazas en la zona azul habilitada en las vías públicas, y para anunciar la generación de 1.843 plazas de motocicletas y de526 de bicicletas, que se sumarán a las 438 existentes.
Por último, ha apuntado el edil, la zona naranja del centro histórico puede ser la primera de otros espacios reservados para residentes que se podrían habilitar, por ejemplo, en el Ensanche u otras zonas de la ciudad, atendiendo a las peculiaridades de cada espacio. Así, el centro histórico cuenta con 18.000 viviendas, que albergan a 26.000 habitantes que cuentan con 13.500 vehículos, por lo que la proporción de automóvil por habitante es del 0’5.