La AMPA de un centro especializado para alumnado con discapacidad motriz de Valencia se queda una vez más sin el único ascensor que tienen

La AMPA del CEIP Tomás de Villarroya de València, un centro especializado para alumnado con discapacidad motriz, reivindica que el único ascensor de su centro está averiado desde el lunes. Su reparación se espera para el próximo martes. Esta es una situación que se repite, puesto que, como afirman, tiene más de 30 años. Como consecuencia, el alumnado del centro da las clases en el patio o en el gimnasio. La dirección del centro no ha querido separar a los estudiantes de sus compañeros y compañeras, y ha puesto mesas y sillas para todo el alumnado.

Además, las familias también llevan años reclamando la instalación de un segundo ascensor para que no haya que suspender las clases cuando se rompe el único que hay y para agilizar las subidas y bajadas a las clases. “Ahora mismo tenemos 14 niños y niñas con movilidad reducida que necesitan hacer uso de este ascensor, como tienen que subir uno a uno porque el ascensor es de una plaza, no llegan a tiempo a la primera hora de clase o al patio. En el centro tenemos 44 plazas en total para este alumnado”, afirman desde la AMPA.

En junio de 2022 desde Conselleria se autorizó la licencia de construcción de este segundo ascensor. Pero las obras todavía no han empezado. La respuesta que han obtenido desde Conselleria es que es una cosa que depende del Ayuntamiento de València. Por su parte, desde alcaldía, les dicen que están pendientes de un papel que tiene que proporcionar la empresa encargada de esta obra.

Pero este no es el único problema que tienen en el centro escolar, las familias llevan desde septiembre reclamando una educadora que falta en el centro. FAMPA-València también lo ha trasladado dos veces a la Conselleria de Educación.

Desde FAMPA-València, exigimos una solución urgente para que todo el alumnado de este centro pueda tener el acceso a una educación de calidad con sus derechos garantizados.