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Alrededor de un 70% de los runners de montaña sufren algún tipo de lesión musculoesquelética

Alrededor de un 70% de los runners de montaña sufren algún tipo de lesión musculoesquelética
  • Las lesiones son más frecuentes en los corredores de mayor talla o peso, en los que carecen de elasticidad o en los que entrenan en superficies muy duras

Con la llegada del tiempo primaveral y más horas de sol, muchas personas deciden practicar el running. Sin embargo, tener como opción esta disciplina deportiva de forma saludable implica la preparación previa del cuerpo y la necesidad de revisiones médicas cardiovasculares así como del estado de la musculatura y las articulaciones para asegurarse de que el organismo esté listo para someterlo a correr.

Lesiones de cadera

Una de las molestias más habituales cuando se genera la rutina de correr es que puede surgir dolor de cadera bien en la parte frontal, trasera o exterior de la misma, en la ingle o en la nalga. Según el doctor Fernando Corbí, traumatólogo especialista en cadera del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, “la cadera es una articulación diseñada para correr porque tiene superficies articulares amplias y está bien reforzada muscularmente, pero el corredor debe tener en cuenta que al correr la cadera tiene que soportar por impacto la carga del peso del cuerpo y puede tender a sobrecargarse”.

Este tipo de lesión es muy habitual en corredores de montaña. “La patología se produce por una doble causa, -subraya el profesional-, primero al ser un deporte de alto impacto, y segundo al realizar las subidas, donde aumenta el ángulo de flexión de la cadera del corredor, aumenta el pinzamiento en la parte anterior de la articulación. De hecho, alrededor de un 70% de los runners de montaña sufren algún tipo de lesión musculoesquelética”.

Además, las lesiones de cadera son más frecuentes en los corredores que tienen esta zona alterada previamente, en los de mayor talla o peso, en los que carecen de elasticidad o en los que entrenan en superficies muy duras y sin la suficiente amortiguación. Las músculo-tendinosas son las patologías más frecuentes. “Una de las más comunes en corredores es la bursitis trocantérea, la sobrecarga de posas, el dolor en la espina iliaca anterosuperior, la osteopatía de pubis y el síndrome del piramidal”, comenta el doctor Corbí.

Consejos

Según el especialista, “para correr saludablemente hay que fortalecer la musculatura no solo corriendo sino también con ejercicios realizados en gimnasio o con deportes sin impacto, así como estirar de forma adecuada. Es clave trabajar una buena estabilidad lumbo-pélvica y tonificar los músculos implicados en la carrera” y subraya “los mayores riesgos vienen de las sobrecargas por impacto repetitivo, sobre todo si existen problemas previos en las superficies articulares”. Por tanto, “es muy importante tanto para hombres como mujeres, trabajar a nivel muscular, -afirma el doctor Goncalves-, ya que una falta de movilidad en la cadera, de estabilidad en la rodilla o en la parte lumbar pueden llevar al desarrollo de lesiones.”

Diagnóstico clínico

Ante cualquier dolor en la cadera que no mejore con reposo es necesario acudir a un especialista para que realice un examen clínico y que pueda solicitar tras la visita todas las pruebas complementarias oportunas como radiografía, ecografía incluso resonancia con el objetivo de diferenciar que tipo de lesión es: si es una bursitis, una lesión musculotendinosa o de una articulación.

“En ocasiones, -comenta el profesional-, con reeducar la forma del entrenamiento y fortalecer el tono muscular de las zonas afectadas es suficiente.  Muchas veces el problema es muscular o tendinoso y está más asociado a la intensidad y/o al volumen del entrenamiento o defectos en la técnica de carrera.

Por ello, con realizar series más cortas al correr y asesorarse por un especialista en medicina deportiva es suficiente. Si persisten las molestias, es necesario tratamiento con analgésico, antiinflamatorios y fisioterapia. Si el dolor es muy fuerte el especialista puede valorar las infiltraciones bien con corticoides o con plasma rico en plaquetas. En función del tipo de lesión y no hay mejoría puede ser necesario practicar una cirugía abierta o artroscópica. “El tratamiento con artroscopia de la cadera del corredor, nos permite una reincorporación al running de manera efectiva y precoz”, concluye el doctor Corbí.

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