Alfonso Grau denuncia “la falta de ética y veracidad” de Compromís sobre las cuentas de El Cabanyal
“Primero lanzan la bola y luego a ver qué pasa”
El Vicealcalde, Alfonso Grau, ha comparecido en rueda de prensa para “denunciar la falta de ética y veracidad” por parte del Grupo Municipal Compromís, al que ha acusado de “haber engañado a los medios de comunicación y a los ciudadanos” con las declaraciones realizadas ayer en rueda de prensa, lanzando afirmaciones “falsas” relacionadas con la Sociedad Plan Cabanyal, sobre las que hoy el Portavoz, Joan Ribó, ha preguntado en la reunión de AUMSA. “Primero digo lo que me viene en gana y luego pregunto a ver si coincide”.
Ha desmentido Alfonso Grau la afirmación de la Concejala de Compromís Consol Castillo de que la Sociedad Plan Cabanyal no tiene las cuentas de 2012 firmadas por todos sus administradores. “Antes de soltar semejante bola primero debería preguntar, porque esas cuentas están auditadas y firmadas por todo el Consejo”, ha dicho Grau, quien posteriormente se ha referido a otros aspectos relacionados con la información recogida hoy por un rotativo valenciano, relativas, entre varios asuntos, al número de empleados de dicha sociedad y las retribuciones que perciben. “Claro que la Sociedad Plan Cabanyal tiene 13 empleados, del mismo modo que Compromís tiene cinco asesores para tres concejales. Son ganas de tocar el violón”.
Ha negado igualmente que hubiese “fuga” de socios privados de la Sociedad Plan Cabanyal. “Un determinado grupo político acusó a la Sociedad en Les Corts Valencianes de favorecer los intereses especuladores privados, y por eso compramos las acciones de los socios privados que se fueron para evitar problemas y dejar en transparencia absoluta que no había ninguna especulación”.
Tras desmentir otros extremos de esa misma información, relativos al pago del impuesto de transmisiones patrimoniales o al alquiler del edificio donde está la sede de la Sociedad, en la calle de la Reina, Alfonso Grau ha afirmado que “en política no todo está permitido y es exigible un mínimo de honestidad, y que no se engañe primero a los medios de comunicación y luego a los ciudadanos”.