La alcaldesa destaca la singularidad de los valencianos, un “pueblo capaz de hacer frente a los más grandes desafíos”
Rita Barberá ha presidido hoy el acto de entrega de Honores y Distinciones a personalidades y entidades de Valencia, con motivo del 9 d’Octubre
La ciudad ha rendido homenaje esta mañana, a través de los miembros del Consistorio, “a quienes más han destacado en su labor por contribuir, desde estas tierras valencianas, a construir una sociedad más amable, justa y solidaria”, tal como ha afirmado la Primera Edila. Una sociedad y un pueblo, el valenciano, que reivindica “el orgullo de ser lo que somos, nuestra identidad, nuestra cultura, nuestra lengua, y nuestra singularidad como pueblo capaz de hacer frente a los más grandes desafíos”, ha manifestado la Alcaldesa durante su parlamento en el acto institucional.
Los honores de este año han recaído en dos personalidades y tres entidades: han sido nombrados Hijos Adoptivos de la Ciudad “por su extraordinario trabajo, desde Valencia y a favor de Valencia”, el sacerdote y musicólogo José Climent Barber; y el que fuera Director General de Bancaja Emilio Tortosa Cosme. Al mismo tiempo, han recibido la Medalla de Oro de la Ciudad dos instituciones que llevan siglos realizando una inmensa labor social: ‘el Colegio Imperial de Niños Huérfanos San Vicente Ferrer’, y la ‘Gran Asociación de Beneficencia Domiciliaria Nuestra Señora de los Desamparados’. Finalmente, se ha otorgado también una Medalla de Oro de la Ciudad al ‘Regimiento de Caballería Ligera Acorazada Lusitania 8’, en el tercer centenario de su historia. Todos ellos han firmado en el Libro de Oro del Ayuntamiento y han escrito unas palabras de gratitud.
Con la lectura de las actas de concesión de los Honores y la entrega de un diploma a cada uno de los homenajeados por parte de la Alcaldesa, ha dado comienzo el acto. En nombre del Colegio Imperial de Niños Huérfanos San Vicente Ferrer ha recogido la Medalla de Oro su Presidente, Juan Miguel Díaz; por parte de la Gran Asociación de Beneficencia Domiciliaria Nuestra Señora de los Desamparados ha subido a la tarima del Hemiciclo Fernando Musoles, Presidente de esta organización. Y, finalmente, ha recogido la distinción para el ‘Lusitania 8’ el Coronel Jefe del Regimiento, Rafael Montilla.
En nombre de todos los distinguidos, ha tomado la palabra el Presidente del Colegio Imperial de Niños Huérfanos San Vicente Ferrer, Juan Miguel Díaz, quien ha manifestado “en representación de todos los premiados, la gratitud más honda y sincera por los galardones que hemos recibido”.
Ha recordado la larga trayectoria de la institución a la que representa y que ha acogido a 30.000 niños y niñas a los que les ha abierto un horizonte de futuro esperanzado y digno. “Recibimos esta medalla con profundo sentimiento de agradecimiento porque nos la otorga la ciudad de Valencia, la madre en la que fue engendrada El Colegio Imperial de Niños Huérfanos”, ha continuado.
El portavoz de los premiados ha concluido su intervención, mostrando su convencimiento de que “estos honores y distinciones será, ciertamente, un acicate para un fecundo trabajo futuro para Valencia y para sus gentes”. Un cerrado aplauso de la Corporación en Pleno y de los numerosos amigos y familiares de los galardonados han puesto punto final al discurso de Juan Miguel Díaz, quien ha reiterado su gratitud por las distinciones.
Tras la locución de reconocimiento de los homenajeados, ha tomado la palabra la Alcaldesa Rita Barberá, quién ha manifestado la importancia de este homenaje, previo a la fiesta grande de todos los valencianos, la festividad del Nou d’Octubre. Barberá ha glosado la trayectoria y los logros de cada uno de los premiados, “cuya extraordinaria vinculación con la ciudad quedará plasmada por siempre en las páginas de su historia”.
Su contribución a hacer de Valencia la ciudad de la música
Del padre José Climent, la Alcaldesa ha evocado su composición litúrgica con ocasión de la visita de Su Santidad el Papa a Valencia en julio de 2006, canto que acompañó a Benedicto XVI en su caminar hacia el altar mayor de la Seo de Valencia. “Gracias a personas como este sacerdote apasionado de la polifonía religiosa y de las composiciones para tecla –ha explicado Barberá- se ha contribuido a que Valencia sea una ciudad de música por excelencia”.
De hecho, José Climent fue, a lo largo de tres décadas, el organista de la Catedral de Valencia y de la Real Basílica de Nuestra Señora de los Desamparados, hasta que en 1981 dejó el cargo al ser nombrado Prefecto de música sacra. Ha sido director del desaparecido “Instituto Valenciano de Musicología”, de la Coral Infantil “Juan Bautista Comes”, y de la “Escolanía” de Nuestra Señora de los Desamparados, antes de fundar y comenzar a dirigir la “Coral Catedralicia”. También es reconocido como fundador y Director del Conservatorio Municipal “José Iturbi”, Director de la sección de Musicología de la Institución Alfonso el Magnánimo, y responsable de la parte musical de las exposiciones “La luz de las Imágenes”.
Un hombre hecho a sí mismo
En segundo lugar, la Alcaldesa se ha dirigido a Emilio Tortosa, un “hombre hecho a sí mismo”, cuya trayectoria ha simbolizado en una breve descripción biográfica: “Con pantalón corto y sólo 14 años de edad, Emilio Tortosa Cosme empezó a trabajar como botones en la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Valencia” de Alzira. 43 años más tarde era nombrado Director General y se convertía en principal artífice de un proceso de modernización que, en 1992, le llevaría a su conversión en “Bancaja”.
Barberá ha destacado cómo Tortosa “supo impregnar su actividad profesional de su formación humanística; supo aglutinar equipos profesionales unidos y cohesionados para impulsar la transformación y el desarrollo de empresas y establecer líneas adecuadas a los constantes cambios en el entorno económico y social valenciano”. “Su perfil profesional y su impecable trayectoria demuestran –ha asegurado la Alcaldesa- que es posible conciliar la eficacia como directivo financiero con el compromiso ético con la sociedad; que se pueden fomentar y divulgar los valores éticos de la actividad económica”.
Siempre presta a trabajar por Valencia
“Valencia siempre será la casa del Regimiento de Caballería Ligera Acorazada Lusitania 8 porque los valencianos lo consideramos como algo nuestro”. Así se ha dirigido la Alcaldesa, seguidamente, al Coronel Jefe de este Regimiento, Rafael Montilla, y a todos sus integrantes, desde hoy Medalla de Oro de la Ciudad. “Su abrazo a la ciudad al cumplir 300 años de vida –ha continuado la Primera Edila- reafirma la identidad valenciana de los hombres y mujeres que integran una unidad conocida como la Caballería de Valencia, el más valenciano de los cuerpos del Ejército Español”.
Barberá ha evocado cómo el Lusitania quiso compartir con la sociedad valenciana, sus desfiles, sus retretas a caballo y competiciones hípicas, sus jornadas de puertas abiertas y su extenso programa cultural. “Recuerdo la parada militar del 19 de diciembre de 2009, en la que recibí el nombramiento de “lusitana de honor”, ha subrayado la Primera Edila, al tiempo que mencionaba la ayuda prestada por esta institución con motivo de la riada del año 1957, de las inundaciones de alzira en 1986, o su presencia durante la semana fallera, la semana santa marinera o la procesión del corpus. “Una unidad –integrada en un 87% por valencianos- siempre presta a trabajar por valencia”, ha explicado la Alcaldesa.
El único milagro de San Vicente Ferrer que pervive en el tiempo
Tras destacar las misiones operativas más recientes del Regimiento de Caballería Lusitania 8 para mantener la paz en lugares como Bosnia-Herzegovina, Kosovo, Irak, Afganistán o El Líbano, la Alcaldesa se ha referido a una entidad, la más veterana de las galardonadas hoy –este año se cumplen seis siglos desde su creación-, dedicada a la acogida de niños y que nos recuerda el legado y la importancia histórica de uno de los valencianos más grandes que la historia ha dado, San Vicente Ferrer, patrono de la Comunidad Valenciana.
Esta institución, que en el año 1549 recibió del Emperador Carlos V el título de Imperial, y que a día de hoy cuenta con el firme apoyo de Su Majestad el Rey Juan Carlos I, ha recibido esta mañana la Medalla de Oro de la Ciudad por “su labor ejemplar y pionera en muchos aspectos, así como por ser un referente de solidaridad del pueblo valenciano, una magna obra vicentina que es el único milagro de San Vicente Ferrer que ha perdurado tanto tiempo”, ha explicado la Alcaldesa citando las palabras de José Ignacio Llópez, clavario director de la institución.
En la actualidad se mantiene como un colegio mixto y concertado, que dispone de plazas para cien huérfanos que han perdido a uno de sus padres o a ambos, o hijos de familias monoparentales con pocos recursos, además de otros 160 alumnos que acuden diariamente para realizar sus estudios.
Singular y genuinamente valenciano
La Alcaldesa ha concluido su discurso con una sentida referencia a Vicente Fenoll Soriano, que en 1853 creó la Gran Asociación de Beneficencia Nuestra Señora de los Desamparados, que hoy, representada por su actual Presidente, Fernando Musoles, ha recibido la Medalla de Oro de la Ciudad. Rita Barberá se ha referido a esta institución como “un colegio, singular y genuinamente valenciano, que se ha convertido en un centro moderno que ofrece a los valencianos una educación de calidad”.
La Asociación de Beneficencia Nuestra Señora de los Desamparados ha desarrollado con grandeza, tras su más de 157 años de existencia, la tarea de afrontar las carencias de colectivos sociales que viven en la pobreza, la marginación y la mendicidad.
“En 1853, como en 2010, -ha continuado la Alcaldesa- el espíritu humanitario, caritativo y solidario que representan entidades como esta Gran Asociación -amparada bajo el manto de la patrona de valencia- es un valor necesario que siempre ha caracterizado a los valencianos, y que merece nuestro elogio, admiración y reconocimiento”, ha concluido.
La Banda Municipal de Valencia ha puesto punto final al acto de entrega de Honores y Distinciones de 2010, mediante la interpretación del Himno Regional Valenciano y del Himno Nacional.