Las abejas de Valencia, pequeñas funcionarias que producen casi 500 kg de miel al año
Actualmente Valencia dispone de 24 colmenas distribuidas en los diferentes barrios de la ciudad
Desde 2015 Valencia es una ciudad comprometida con sus abejas, tanto es así que estos insectos se han convertido en pequeños funcionarios del Ayuntamiento de Valencia, que desde hace casi una década producen miel municipal.
Aunque su objetivo no es ni la producción ni la comercialización, el Observatorio del Árbol, que está en el parque de Viveros, puso en marcha un colmenar municipal, que poco a poco se ha extendido a los diferentes barrios de la ciudad, como es el caso de Patraix, Malilla, Natzaret, las Naves y el edificio Punt de Gantxo.
Actualmente Valencia dispone de 24 colmenas que producen anualmente de 400 a 500 kg de miel, recogidos por los dos apicultores municipales en dos cosechas, la de primavera y otoño. Desde elperiodic.com hemos podido hablar con uno de ellos, Toni Fernández, quien asegura que la miel valenciana tiene un sabor “increíble y único”.
Aunque su sabor no deja indiferente a nadie, este producto solo se utiliza para obsequiar a las visitas en los actos institucionales o autoconsumo, así como también se reparte el excedente a asociaciones benéficas en Navidad. Aunque la labor que se realiza desde el departamento, va mucho más allá, dado que tienen un firme compromiso con la divulgación y experimentación.
En este sentido, desde el Observatorio del Árbol realizan talleres a diferentes universidades, asociaciones o colectivos que lo solicitan, además de visitas escolares para enseñar a los más pequeños todas las curiosidades de estas pequeñas funcionarias.
Las acciones de divulgación han tenido una gran acogida, aunque las abejas de normal suelan ser motivo de alboroto cuando están presentes. En este sentido, Toni Fernández ha hecho hincapié en que “las abejas no son peligrosas si no las molestas”, y con el objetivo de no estresarlas, “aprendemos una serie de manejos que evitan el estrés en las colonias, creando un laboratorio para marcar una serie de protocolos de actuación para cosechar la miel y que no genere un problema por agresividad”.
Origen de la producción de miel municipal
Todo comenzó por el aviso de una colmena en un chopo de la plaza del Cedro, la cual se “decidió traer al observatorio para empezar un proyecto de apicultura urbana de la ciudad de Valencia”, ha explicado la técnico del Ayuntamiento de Valencia y encargada de la gestión del colmenar, Isabel Aviñó.
Ese mismo año tuvo lugar “un enjambrado muy fuerte, con más de 400 avisos de abejas en la ciudad”. Es por esto, que desde el Ayuntamiento de Valencia se creó “un convenio con los bomberos para ayudarles a recuperar enjambres en los jardines, pero sobre todo, en las zonas municipales”. “A raíz de ahí ya se creó un consejo asesor de apicultura urbana con las universidades, sindicatos, Concejalía de Salud y los bomberos, y además se redactó un Plan Municipal de Apicultura Urbana en 2016 ”, ha subrayado Isabel.