Todas las silenciosas víctimas para tu comida de crimen

Se me rompe el alma al ver las imágenes del camión (uno de tantos) que fotografiaron por dentro activistas de València Animal Save, me acaban de llegar estos documentos gráficos y nada cambia.

Todo es una profunda pena. Todo es un dolor sordo y estéril, estas víctimas inocentes animales no saben qué les pasa, no saben qué han hecho para ser merecedores de tanto martirio y maltrato, deben sentirse miserablemente desde el nacer hasta la muerte más cruenta (que es la del matadero), ellos y las demás víctimas de las explotaciones animales con destino a una alimentación antinatural del ser humano en el mundo.

Y digo que nada cambia porque cuando comencé a posicionarme en una justicia más amplia (la verdadera, la que abarca a las demás especies y la preocupación y respeto por el planeta, única casa que tenemos), es cuando vi imágenes iguales, vídeos iguales. Nada cambia para el cerdo que nace en una explotación animal hoy que hace décadas, incluso podría decirse, sí, que si cambia es para peor, pues los métodos empleados en estos campos de hacinamiento y crecimiento acelerado, como cosas, de seres únicos e insustituibles en el mundo, son más duros, más lacerantes para quienes sufren la reclusión y el ser sólo el deseo de un paladar, paladar de alguien a quien le importa menos que nada que lo que come proviene de un ser que soñó, sufrió y anheló ser feliz como él o ella. Que amaba ferozmente su vida, pero que no pudo defenderla porque sus agresores (los matarifes, los operarios del matadero, etc.) eran más, y conocían las técnicas para aniquilar toda posibilidad de rebelión, de respuesta, de escapatoria. Nada. Los animales que usa el humano (en forma vil y obscenamente injusta) tanto para experimentos imbéciles como para una alimentación que no es natural, que es cancerígena y, por ende, por sus efectos, de graves consecuencias en el avance de la crisis climática (contaminan más las explotaciones de animales que el tráfico rodado).

En las imágenes que los activistas recogieron en la vigilia realizada hace unos días, pudieron documentar con vídeos y fotografías cuán terrible, cuán cruel por parte de toda la humanidad, es su trato hacia la vida de los animales en esta tierra, que ya calificó (esta tierra) Schopenhauer como el infierno para los animales. Por culpa del humano, claro.

Es usual comentar sobre el veganismo entre gente que aún no ha dado el paso ni tiene en mente darlo, encontrarnos, los veganos, con posicionamientos férreos en un "no quiero saber", "no quiero ver" y "¿por qué me atacas?"

Esa posición que los no veganos adoptan en cuanto se les nombra el asunto (el más crucial actualmente, porque, expansivamente, es el que produce -como ya dije- que vivamos los comienzos de la llegada segura de la sexta gran extinción y que estemos inmersos en la mayor crisis climática en siglos, el calentamiento global que ya trae pero traerá más y más desastres, de índole tan grave que no acierto a definirla.

TESTIMONIOS DE ALGUNOS DE LOS ACTIVISTAS QUE ASISTIERON A LA VIGILIA

Los siguientes testimonios han sido recogidos por Diego Nevado en la vigilia para despedir a los cerdos de que estamos hablando.

Fuente: Animal Save Valencia, Diego Nevado, María Jesús Puertes

1. Neus

"No hay palabras para describir todo esto, es muy duro ver a los animales aterrorizados mordiendo los barrotes. No puedo entender que se siga haciendo esto hoy en día."

2. Valeria

"Fue al ver una actividad de este colectivo el Día de los Derechos de los Animales, cuando empecé a darme cuenta que queremos a unos, pero me estaba comiendo a otros mientras tanto. Considero que no era coherente y me empecé a plantear el dejar la carne haciéndolo el mismo día in situ y cada vez voy buscando información para no financiar el holocausto animal en cualquiera de sus formas."

3. Guillermo

"Creo que es importante venir a las vigilias para recordar por quién estamos luchando, aunque seamos veganos hace tiempo y sepamos la dureza de verlo y no poder hacer nada. Esto refuerza las ganas de hacer activismo y crear conciencia en la gente ya que es necesario visibilizar la realidad para poder concienciar a la población."

4. Daniel

"Choca mucho ver a estos animales sabiendo donde van a acabar y parte de la sociedad no quiere aceptarlo. Llevo 7 años siendo vegano impulsado por querer abrir los ojos viendo la realidad de los animales que por suerte, cada vez hay más información y vídeos que muestran su horrible, injusta e innecesaria situación."

5. Pablo

He asistido a 1 vigilia de pollos en Algemesí con rescate incluido de unos animales que se salvaron y 2 de cerdos. Esto me recuerda por qué llevo casi 5 años siendo vegano e intentando concienciar a más personas."

6. María Jesús

"Por desgracia, muchas veces se nos olvida la importancia que tiene transmitir los valores de respeto, cariño y cuidados hacia los animales a los niños y niñas.

Yo, como la mayoría de la gente, he crecido comiendo carne, pescado, huevos y lácteos. He visitado zoológicos y acuarios. He asistido a circos con animales y a ver Bous al Carrer. Para mí era tan normal todo ello y ni siquiera se me pasaba por la cabeza que los animales pudieran sufrir.

Ahora llevo 5 años como vegana y soy madre de una niña de 10 que también es vegana desde entonces. Considero necesario que se le haga saber a la infancia toda la violencia que sufren los animales y se les muestre una vida en la que no se use a los animales para ningún fin.

Si a los niños se les mostrase la realidad seguramente no querrían comer animales ni vestir con plumas así como tampoco montar a caballo o participar en ninguna actividad que implique lastimar a un animal.

La infancia vegana es compatible con la salud y es vital para los animales que se eduque a los niños y a las niñas en el respeto por la vida y la libertad de los animales sin distinción de especies".

7. José

"Aunque hemos venido muchas veces, uno nunca se acostumbra a verlos encerrados. A ver sus ojos, sus orejas con crotal y sus heridas. Tampoco al hedor que sale de los camiones ni a los chillidos de dolor fruto de su hacinamiento. Se pisan, se muerden, se orinan y tú sabes que no puedes hacer nada más que mirar y grabar para mostrárselo a tu entorno y esperar que alguien más abra los ojos".