Poema "La liberación del pájaro", del DANIELA
Junto a mis libros de poesía editados por distintas editoriales, descansan a la espera de lectura y aceptación muchos otros poemarios inéditos. Éste es el caso del "Daniela", del que publico ahora el poema "La liberación del pájaro". El poemario Daniela surgió al observar un momento vital de una amiga, Dafne, quien quedó embarazada y la pareja con quien concibió la niña que tenía en la barriga, se marchó y las dejó solas. Sin embargo, Dafne sacó fuerzas de flaqueza y hasta hoy, en que Daniela ya ha nacido y es una niña feliz. En el entonces en que escribí el poemario le hablé, metafóricamente, a la Daniela intrauterina. Un poemario temático y con poemas muy diversos. A Daniela le hablo del mundo al que llegaría, que ya está aquí, y quienes habitan este mundo, y cómo lo hacen -sobre todo sufren encierro-. El poema que ahora publico formó parte de una acción poética de activismo extremo. Junto a un guitarrista lo recité subiendo ambos las escaleras de un cuartel de la guardia civil, porque en ese entonces en los activismos que yo hacía, venía la policía llamada por tal o cual persona -generalmente operantes en un martirio animal en las calles donde yo protestaba a voz en grito-, y dije -irónica, gravemente-: para no molestar a los guardias, que tengan que venir a detenerme, llevemos la acción a "su casa" y así no gastarán ni gasolina de los autos. Por supuesto, la guardia civil no nos permitió la lectura completa del poema, cuando ya estábamos guitarrista y yo entrando al cuartel, sonando su guitarra y mi voz en alto leyendo el poema, fuimos arrestados. Saludo a esos guardias y les pido que piensen en el ave, saludo a ese pueblo que hace cosas malas y a las voces disonantes las intenta callar, que reflexionen sobre el trino amenazado -a proteger por todos nosotros- de los árboles.
La liberación del pájaro
Abrió su jaulita
con manos temblorosas
Toda la ciudad decía NO
mirando al libertador como un ladrón
desde todos los infinitos y acusadores rincones
Los ojitos pequeños del pajarito
miraban la puerta
que SE ABRÍA
y esas manos enormes que lo abrazaron
El pájaro se vio alzando los cielos los aires sobre las
manos
del humano que corría exageradamente
Les latía
a los dos
fuerte
el corazón de azucena nueva, de canto distinto
y de las puertas que se abrieron
por todas las calles
y las ventanas lentamente
y se veían por el cielo llegar aviones
Cañonazos desde todas las calles
Disparos que venían de balcones
El pajarito cerraba los ojos, confiado
en esas manos
Gritos
El
hereje, el ladrón esquivaba uno a uno los batallones de
niños y ancianos
que le salían al paso
con las manos en alto
La metralla atravesaba el aire como una telaraña
Una
mujer embarazada
con un niño en brazos y una antorcha que le subía de
la
cabeza
(era una iluminadora de las ciudades)
se arrodilló ante él y rezando
su hijo con las manitas rezando
No
liberes
a la libertad
donde
Sin ojos
Morirá
El ave pasó al lado del fuego de la antorcha, el hombre
seguía corriendo
detrás les seguían cientos, quizá miles
atravesaron una autopista y los coches se fueron
parando
al ver
el ave en un hombre
los conductores intentaban
también
detenerlo!
Pero
Pudo
finalmente
llegar a las lindes del campo
donde
exhausto
y ya atrapado por la espalda
y disparado desde un balcón lejano
cayó
pero logró extender sus manos a la primera hierba
y las abrió...
el ave comenzó a caminar
adentrándose
pero las patas
le dolían de la cautividad de toda una vida
notaba sus alas extendidas
que intentaban volar
no había fuerzas
feliz
era tan feliz
tro
pezó
llegó toda la ciudad al lugar
el pájaro no se veía, era ya como campo
era campo y cielo
Todos los ciudadanos se arrodillaron al ver ese lugar
como nunca antes lo habían visto
nunca nadie les habló de ese lugar... así...
intentaron reanimar al ladrón
pero ya había muerto