La lucha animalista en España: presente y porvenir IX
Protectoras de animales en España
Las entidades de defensa animal españolas realizan una labor fundamental en lo que llamamos lucha animalista. Salvar una vida es salvar el mundo. En cierta forma. Mucha gente piensa que es más meritorio realizar un acto 'heroico' y plausible de activismo que dar biberón cada tres horas hasta que coman por sí mismos a una camada de 9 cachorros de gata que han sido abandonados en una caja dentro de un contenedor. No están en lo cierto. La lucha animalista es como una guerra, en las guerras se distribuyen las tareas y todas son importantes, desde ayudar y sanar a los soldados heridos que vuelven del frente, en espacios habilitados para ello hasta realizar propaganda en prensa para reforzar el ánimo de las tropas, hasta los que avanzan de trinchera a trinchera en el frente, cada soldado importa igual en un avance bélico. Que conste que soy antimilitarista, pero la metáfora es la exacta para definir la igual importancia que tienen todas las piezas del gran puzle de la protección y lucha animal, para que ésta finalmente prospere y tenga esperanza de victoria.
No sé qué tiene este país desde el que escribo y sobre el que escribo, en tanto a lucha animal, que no termina de aprender nada bien nunca, me refiero al común de la población. Las bibliotecas son lugares cada vez más vacíos, eso es una realidad. El otro día apareció, digo esto a la luz de la reflexión, un personaje muy sonriente y conocido que va de parte de una protectora de animales con un perro en adopción, en un canal televisivo de máxima audiencia. Es una tarea realmente meritoria, porque se visibiliza el maltrato animal, el abandono y, en cuanto al perro que enfocan las cámaras, encuentra adopción siempre con seguridad. Lo que me llamó la atención es que esa persona, en su explicación de la historia del perro, añadió algo así como que las protectoras las gestionan voluntarios, y pagan prácticamente todo de su propio dinero, altruistamente (hasta ahí todo bien, es exacto, pero aquí viene el lío que se hizo), y nombró, los núcleos de personas que rescatan animales en situación de maltrato o abandono, indistintamente como perrera o protectora. Es error común entre neófitos confundir perrera con protectora, creen que cumplen parecidas funciones. Habló, confundiendo perrera con protectora en forma muy dolosa para las protectoras, de que "algunas protectoras no tienen el sacrificio cero, y claro, hay animalitos que como no tienen espacio, de tantos que tienen en sus refugios, pues los tienen que sacrificar" (aquí hablaba de las protectoras confundiéndolas con protectoras). Primera cosa, "sacrificar" es un eufemismo. No existe sacrificar, sacrificios hacían los mayas y otras antiguas civilizaciones. Existe únicamente al denominar el quitar la vida de un animal sano: asesinar. (Aunque la R.A.E. sólo atribuya ese verbo de humano a humano, me da lo mismo.) Y asesinar sólo asesinan las perreras.
Asombra, ya decía, que alguien que aparece en televisión únicamente para hablar de un tema tan sencillo lo confunda tan terriblemente, la vagancia es grande por parte de esa persona, que por otro lado se le ve feliz realizando esa tarea del mostrar para adopción a perros, a los que se nota adora (el especismo es así, uno adora unos animales -una especie de animal- pero los otros animales de otras especies no le importan lo más mínimo). Confundir, a estas alturas, perrera con protectora, tiene pecado. No vas al infierno pero casi, te quedan pocos puntos para juntar para estar destinado a él.
QUÉ ES UNA PROTECTORA, QUÉ ES UNA PERRERA
Una protectora de animales es un núcleo humano de voluntarios humanos que se juntan mediante acuerdos morales y legales para fundar una asociación para realizar denuncias y rescates de animales, con número de CIF e identificación legal de los integrantes. Dichas personas únicamente se unen para esas tareas, y luego aparte llevan sus vidas, con sus trabajos y sus familias humanas. No es una tarea que tenga remuneración alguna, por eso a las protectoras de animales se les llama también ONGs. Las protectoras funcionan fundamentalmente con casas de acogidas, que son viviendas con núcleos familiares que mediante documento contractual se avienen a cuidar a un animal en forma temporal en tanto éste encuentra adopción definitiva. La labor de las casas de acogida es fundamental para las protectoras. También existe dentro de este terreno, la figura de las nodrizas, son aquellas personas, generalmente mujeres, que aceptan cuidar en su casa en todo el periodo de lactancia a bebés de perro o de gato, o de ave, etc. Son personas generalmente expertas en estas cuestiones, no es fácil realizar una tarea tan cuidadosa, también es complicado según la vida que lleve cada uno, porque en el caso de los gatos, por ejemplo, cuando toman biberón lo hacen cada tres horas, incluso por la noche, claro. La tarea de las nodrizas, así como las de las casas de acogida en general, merecen todos los respetos posibles. Gracias a las personas que operan desde estos constructos sociales para el apoyo a los animales heridos y abandonados, se logran adopciones definitivas para miles y miles de animales.
Ahora hagamos un movimiento rápido, para que este escrito adquiera dinamismo. Busco en Google la diferencia entre perrera y protectora, y una de las respuestas de búsqueda que me aparecen, es la de un artículo aparecido en El Diario.es, en un artículo firmado por Noelia Amador Burgos, publicado el 24 de enero de 2019, se dice: «La finalidad y gran diferencia entre ambas es que la protectora de animales tiene como primer y último objetivo lograr el bienestar animal presente y futuro, abogando por la puesta en adopción del animal cedido o rescatado, siguiendo siempre unos pasos previos, y evitando en todo caso el sacrificio del animal recogido.»
»La perrera municipal, por su parte, suele realizar labores de recogida de animales en el municipio donde hayan contratado su servicio, sacrificando a estos transcurrido el plazo preestablecido según la normativa de protección municipal o el contrato para realizar el citado servicio. En algunos casos, el animal rescatado tiene suerte y puede ser adoptado previo pago de una cantidad económica para el abono de microchip y vacuna de la rabia. Esto es similar a una adopción en una protectora de animales, pero sin los trámites previos en los que se perfila a buen adoptante para el animal.»
En cuanto a la definición de perrera y protectora que realiza Noelia Amador Burgos, en su base, es exacta: las perreras tienen manga ancha y autorización de los ayuntamientos para matar animales sanos, sólo por la mera excusa de sobresaturación de animales en sus instalaciones. Cuestión que es moralmente deplorable. En comparativa, no hay diferencia entre la solución final de los nazis con los judíos -para ellos los judíos eran un problema y buscaron la forma más rápida, más barata y menos molesta de quitarlos de en medio-. La comparativa entre el nazismo y su "solución final" y el especismo y sus crímenes, no es mía, se ha usado ya por muchos filósofos animalistas, y es obvia, es clara. Únicamente quien diferencia entre animales no humanos y humanos en tanto al derecho que tienen a vivir (o sea los especistas) considerarían que describir los barracones de las perreras como centros de exterminio de animales, es excesiva. Mas es exacto. Un crimen legal, naturalizado y aceptado por un alto número de la población, tal cual el holocausto nazi que se cobró la vida de ocho millones de judíos, entre ellos ancianos y niños. Las vidas que arrebatan los centros de recogida contratados por los ayuntamientos para "reparar" el alto número de abandonos, son muchas más. El número de animales gaseados o liquidados con pentobarbital o tiopentato para morir sanos, con toda una vida de muchos años por delante de haber nacido en otro país menos cruel e ignorante, adquiere proporciones de multiholocausto que no tiene visos de ser frenado a corto plazo. Termino examinando la definición de Amador Burgos, en la parte en que dice que "la protectora evita en todo caso el sacrificio del animal recogido". Si señalamos los males de las perreras, como "parches especistas" para refrenar los abandonos en la forma más "rápida", mediante sangrante holocausto -qué gran y horroroso fracaso humanista de la llamada civilización-, también debemos señalar aquello qué se hace y no debería hacerse por ciertas protectoras de animales.
Son por el momento tres las comunidades autónomas donde está en vigor la ley de "sacrificio cero": la Comunidad de Madrid, Cataluña y Galicia. Innumerables provincias, ciudades y pueblos en estos momentos tienen en marcha negociaciones por parte de entidades protectoras con distintos ayuntamientos para la implantación del sacrificio cero, me consta que en Castellón y Valencia están apretando en la actualidad, mediante alegaciones a la nueva ley de protección animal de la comunidad valenciana (asociaciones fuertes como ASPAC -dotadas de letradas y expertas/os en distintos ámbitos- y AACC no ceden con sus baterías de presión multifactorial), para el logro del sacrificio cero, una pugna difícil pues tanto los políticos como los concejales o alcaldes se pliegan frente al sacrificio cero pues supone un cambio drástico en la "comodidad" que supone esa solución final hitleriana de asesinar a destajo a los rehenes; para implantar, y hablamos realmente, el sacrificio cero, deben hacerse tambalearse de arriba abajo todas las praxis actuales de los llamados eufemísticamente centros de recogida, las perreras, digo. Pues lo que se hace hasta el momento, digan lo que digan y expongan en internet las fotos que expongan, desde y en instalaciones en su mayoría insalubres, donde hacinan a los perros y gatos recogidos del abandono de las calles, sin realizarles tratamiento veterinario alguno, juntando unos con otros, hablo tanto de gatos como de perros, juntando gatos con gatos sin haber realizado pruebas de si padecen enfermedades contagiosas, generándose con ello auténticas muertes en masa que se hacen públicas gracias a que las perreras aceptan, muchas de ellas, aunque no todas -por mor del oscurantismo, que favorece para los crímenes-, la entrada de voluntarios para ayudar en las tareas y tales voluntarios horrorizados de lo que ven se marchan y cuentan las masacres. Para los perros, que se sitúan separados, por lógica, de los gatos, en hileras de jaulas para unos y para otros, los perros son introducidos en cheniles, jaulas o entre cuatro paredes mohosas y mugrosas, apretados hasta la asfixia, donde sin cuidados veterinarios ni alimentación ni hidratación adecuada, los animales acaban peleándose entre ellos, de puro horror, hiriéndose aún más si cabe. La solución para todo "problema" ocurrido en las instalaciones de las perreras, es sencilla: cualquier animal que entre con síntomas de padecer algún tipo de enfermedad debilitante, que pueda ser contagiosa, o con miedo que le hace parecer agresivo, con lo que denominan ligeramente, arbitrariamente, grotescamente, "problemas de conducta", es igual para todos los animales, la inyección violeta o el gas fascista (especista).
En cuanto a tratos "ligeros" respecto a la moral, algunas protectoras, o núcleos de personas que se reúnen para ayudar a cierta especie animal, por ejemplo los gatos que sufren el abandono en las calles y se juntan en colonias para subsistir, hay prácticas muy extendidas que son inadmisibles: por ejemplo en tanto al marco de la esterilización.
En España es tanto el abandono de animales, que la esterilización se asume como un mal menor. Para los gatos de las colonias callejeras se ponen en marcha proyectos CES (Captura, Esterilización y Suelta), que actualmente se busca -por mucha gente- cambie el término por CER (Captura, Esterilización y Retorno), por el miedo que se tiene de que se malinterprete la última parte de la castración, "la suelta", como que dicha suelta se puede realizar en cualquier lugar. No es tal. Quien realiza un CES sabe que un animal que se conduce de una colonia a un veterinario para ser esterilizado, ha de ser devuelto a la misma colonia de la que ha sido cogido. El hecho de que se cambie CES por CER, personalmente, no lo considero necesario. Es más, creo que si los ayuntamientos de España en general no saben qué es un CES y ya, después de mucho propagar la idea e implantarla en muchos sitios, ya se la han aprendido, "CES les suena", cambiarla ahora por CER, sabiendo lo duro de mollera que es este país, podría ser contraproducente. Más adelante, cuando se vea que hay actividad eléctrica en las neuronas, entonces sí podría el léxico mejorarse, si es adecuado.
Más importante que este concepto, que ya digo que una vez implantado, se hace como se debe (animal cogido en una colonia se retorna a la misma colonia, y no conozco caso alguno de alguien que siguiendo el método haya dejado el gato X cogido en la colonia K, una vez esterilizado, lo haya devuelto en la colonia LL. Sencillamente, es imposible); decía, que más importante que darle la vuelta a conceptos que ya, por fortuna, han arraigado, es realizar una praxis, personal, moral, ética, responsable. Hablo en concreto de personas que alimentan animales, que realizan esterilizaciones, y que esterilizan gatas embarazadas. Es decir, sabiendo que la gata "está gorda" (embarazada), en lugar de esperar a que el animal dé a luz, saque adelante a su cría, ayudándole si lo necesita, directamente la conducen embarazada a la clínica veterinaria para que sea castrada. Aquí nos encontramos con dos supuestos: que el veterinario se niegue a castrar, como es lógico, a una gata embarazada. O que lo acepte, sólo por el dinero que le reporta tal cirugía mayor (la castración es cirugía mayor, aquí se añadiría la carnicería). Castrar una gata embarazada supone arrancarle las crías, en el tiempo de gestación en que estén, incluso a punto de nacer, y matar los bebés, en un lugar que se supone para el bienestar animal, una clínica veterinaria. Estas castraciones de gatas embarazadas en que se asesinan a sus hijos arrancándoselos de las entrañas, cada vez he observado, mediante avistamientos de hilos de conversaciones en las redes, que se hace más de lo que creía. Y se justifican en que como los gatos van a malvivir en las calles, mejor que no nazcan. Eso es jugar a ser dioses, es jugar a ser doctores Mengele. Si ya la castración es algo antinatural -intervenir en la vida de un animal sin pedirle permiso-, pero se hace como un mal menor, para que no haya posibilidad de reproducción en el mayor número de animales que sufren la calle. Otro caso muy distinto es que ya encabezadas ciertas vidas hacia la vida, se sieguen. No se puede comparar una cosa con otra.
Pero se hace. Y no entiendo cómo ciertos veterinarios aceptan realizar esas matanzas de bebés. Es cruel y es horrible.
Porque si lo que queremos, aceptando la teoría de que "venían a vivir una vida de miseria y enfermedad y muerte cruel", entonces, podríamos dar un paso más allá, y más pasos, y fumigar todas las colonias de gatos y daremos con la solución para que ninguno sufra conscientemente la calle, no habría, así, ninguno de hecho sufriendo. Pero no lo hacemos, porque no somos nazis. Entonces, no siendo nazis -no teniendo mente de perrera- y sólo operando con estrategias de mitigación del dolor, el concepto de esterilización de animales embarazados, no debe producirse, sin más.
Espero que sean sólo unas pocas las protectoras de animales que realizan esas barbaridades, porque si se lucha por la vida, al menos por la mayor dignidad de la vida en la miseria de la calle, se ha de hacer buscando el máximo rigor en ética.
Desgraciadamente, operar desde una protectora de animales no garantiza a nadie el poseer un conocimiento de los animales profundo, ni una empatía hacia los animales exquisita. De normal se juntan pocas personas para ayudar diariamente a gatos. Otras para ayudar sólo a perros. Otras para ayudar a gatos y a perros. Esas personas de común no son veganas, por tanto ayudan a unos animales y facilitan el martirio y asesinato de otros, pura contradicción.
Por fortuna hay protectoras que además de rescatar animales del abandono y el maltrato, gestionan otras actuaciones, en todos los niveles sociales, en tanto a concienciación en colegios, contra el especismo y hacia la sensibilización animal, convocando acciones de protesta (sin éstas, la labor de rescate de animales queda coja, sería como una guerra en la que los soldados únicamente se ocupan de ayudar a los heridos, descuidando el frente de batalla, donde el enemigo entra a millón como pedro por su casa), las protectoras potentes que sí existen y son las del futuro, fomentan el veganismo y luchan por todas las especies animales, no sólo por una en concreto, además de por "el medio ambiente", la Tierra toda. Prefieren denominarse entidades de protección animal, para alejarse del concepto muy denostado y aplacado en un reduccionismo social, de "protectora" (entendido socialmente como un grupo de locas/os que se reúnen, porque se aburren, para ayudar animalitos, a los que "aman"). Una entidad protectora de animales se constituye de un núcleo muy diverso de personas formadas en distintas áreas colindantes con el mundo animal (biólogos, etólogos, veterinarios, psicólogos, juristas, escritoras/os, periodistas, activistas) cuya finalidad además de actuar en territorio de "bombardeos" salvando a los heridos, con una saturación enorme de casos porque el especismo social es un estar en guerra contra la maldad humana que es perpetua, es actuar en la raíz del problema, exigiendo como primera norma el sacrificio cero en los centros de rescate, el chip identificativo y de seguimiento obligatorio para los animales, la ilegalización y erradicación de la cría de animales, dejando para el pasado el concepto de razas, que es, perdón la redundancia -es la verdad-: racista. Confrontando mediante acciones contundentes toda la mofa que suele emerger de las instituciones a las exigencias de los animalistas con respecto al problema tan grande de este país de abandonos, maltratos que quedan impunes, y usos y abusos a los animales de todas las especies, buscando se prohíba por fin el concepto especista de propiedad y cada animal no pueda ser de ninguna manera secuestrado de su hábitat por humano alguno.
Para colmo de males, la cantidad ingente e imparable de animales que se abandonan en las calles diariamente en España, sólo es un comienzo de un mal. El martirio del abandono (para un animal que ha vivido en una casa con humanos, que lo extirpen de pronto del lugar conocido y lo lancen a la calle, es un trauma tremendo), es el primer paso de los aros del Infierno descritos por Dante en su Divina Comedia, para los animales, peor todo, más perfectos esos aros de bajada a las llamas dantescas en maldad y dolor. A los perros y gatos callejeros en España los apalean, atropellan deliberadamente, queman y envenenan... casi siempre impunemente, pues no descubierto el autor del crimen, el caso denunciado se archiva. Quienes más cantidad de martirio reciben, en comparación entre gatos y perros, son los primeros, pues son los que acaban asentándose en colonias constantes en las calles, para sobrevivir, y en lugares visibles, allí son envenenados y torturados de todas las formas posibles. Los perros abandonados de común y con facilidad son atrapados por la furgoneta de la perrera; de no encontrar familia de adopción, que es lo común, la perrera lo matará, aún sano. En pleno siglo XXI. Los gatos, como se ha dicho, logran en zonas ocultas de los boscajes y lugares de extrarradio de ciudades y pueblos, hacer piña y sobrevivir juntos. En esos puntos donde los vecinos de los lugares concretos localizan la existencia de gatos, a quienes consideran plaga (por ignorancia), acuden agresores de toda edad para matarlos. Los gatos en España sufren una persecución de siglos, parece mentira que los egipcios, en los inicios de la domesticación (ojalá ese proceso no se hubiera producido) los consideraban dioses. Y hoy, por pura ignorancia y maldad, se les considera un problema y una molestia por ciertos vecinos. No dejaré de decir que la especie que debe ser esterilizada masivamente y, ésta sí, es una plaga verdadera, para el planeta y para todas las especies animales, es la humana.
ESCUADRÓN KAT, ACTIVISMO PARA LOS GATOS
Un activismo sui géneris de este país es el nacido para los gatos, el movimiento denominado Escuadrón KAT. La diferencia más notable entre Escuadrón KAT y las protectoras de animales convencionales, es que desde el movimiento activista nombrado no se observan caras visibles. Es un movimiento de autogestión de acciones, cuya única finalidad es acudir grupos de personas a lugares donde hay amenazas de agresión a los gatos o a quienes los alimentan y cuidan en las colonias, y ejercer "presencia" (con las camisetas de Escuadrón KAT), repartir folletos entre la población, con la legislación que protege al gato, desde el artículo 337 del vigente Código Penal, incluso enfrentarse a los ayuntamientos es misión del movimiento Escuadrón KAT, cuando éstos lanzan bandos de "Prohibido alimentar", del todo ilícitos, porque en el artículo penal citado, el 337, se considera maltrato, o sea delito, el dejar sin alimento y agua a animales domésticos (el gato lo es, viva en una casa o el abandono en las calles), concretamente producir la muerte por hambre y sed de un animal se denomina delito de "comisión por omisión", y está penado. Los ayuntamientos de España, que de normal desconocen tanto de materia animal -y deberían conocerlo porque tienen áreas como Sanidad y más en concreto Medio Ambiente, donde gatos, perros abandonados y especies sinantrópicas (aquellas que siendo silvestres llevan ya tiempo adaptadas a vivir entre humanos para lograr sobrevivir y por tanto son vulnerables y dependen del humano)-, son una de las principales problemáticas para los animales, porque no conociendo que deben proteger a los animales de su municipio, que son vecinos de pleno derecho, se lanzan a publicar bandos en ocasiones absolutamente medievales, diabólicos, de odio profundo hacia los felinos. Allí Escuadrón KAT ataca boicoteando las redes de los ayuntamientos agresores de animales e incluso realizando protestas potentes en las mismas puertas de esos ayuntamientos agresores.
En entrevista realizada desde Diario Siglo XXI a Escuadrón KAT, de fecha 29 de agosto de 2019, con título "Que el miedo cambie de manos", el misterioso grupo secreto, en boca de una/o de ellas/os, explica:
«Actualmente hay unos 15 escuadrones en el estado español; en Tarragona (que lo lleva la Coordinadora Felina de Tarragona), Cantabria, Bizkaia, Almería (apoyado mano a mano con la Plataforma Seven Lives), Sevilla, Castellón, Algemesí, Huelva, Valencia, Murcia, Madrid... Conformándose, en Oviedo y otras muchas ciudades... Nuestro objetivo es llenar España de escuadrones, en definitiva, de gente por las calles, con las camisetas distintivas, generando PRESENCIA. Así rompemos esa naturalización de que el gato está (casi) solo y le damos la vuelta: naturalizamos la idea de que quien ose molestar al gato se las va a ver con grupos de gente aproximándose a las casas de los presuntos asesinos, con manifestaciones y acciones sociales de todo tipo por sus calles e incluso finalmente con un burofax en la puerta de su casa en que un juez cita al asesino para un juicio por maltrato animal.
»Los escuadrones han realizado múltiples y variadísimas acciones. Por ejemplo, el de Cantabria, en Castro Urdiales, con su constante presencia apoyando a la cuidadora Yolanda, y gracias a la ayuda de gente de toda España, se logró salvar una colonia de gatos que iba a ser masacrada a tiros, aunque muchos gatos cayeron, pero 34 lograron salvarse y ahora están felizmente en el llamado “Jardín de la Paz”. Como anecdotario más sobresaliente, podemos contar la concentración que hizo el Escuadrón KAT Almería en el lugar donde fue asesinada la gata Mixeta, que la alimentaba todas las tardes una chica que atendía una tienda de ropa para niños, hasta aquella tarde-noche en que la avisaron de que estaba con la cabeza aplastada en la acera. Algún malnacido la había matado con algún palo u otro objeto con un golpe de gran contundencia. Como digo, el escuadrón Almería reunió a un numeroso grupo de personas, pusieron velas (era ya noche cuando llegaron), poemas, frases en cartones y cartulinas, leyeron unos versos en memoria de la gatita... estuvieron ahí...
»El Escuadrón Bizkaia hizo una excelente labor para ayudar a una mujer que, completamente sola, era burlada por sus vecinos por alimentar gatos, los niños le tiraban piedras, como si fuera una loca de un cuento de Juan Ramón Jiménez. Una chica se puso en contacto con nosotros y ella junto a otras/os compañeras/os de la zona conformaron un escuadrón con rapidez y recorrieron el pueblo repartiendo y buzoneando el folleto que tenemos para todos los escuadrones donde se habla de los derechos del gato y del artículo penal del Código Penal vigente donde se condena con cárcel a quien mate a un gato. Posterior a esto vino una manifestación donde también estuvo presente dicho escuadrón y poco tiempo después nos comunican que en el ayuntamiento se estaba deliverando si implantar el CES allí, y se hizo, en Luiaondo, en Luiaondo se produjo la persecución y el milagro. Estaban muy felices.
»Nos gusta contactar con gente que ya lleve el activismo muy naturalizado, y estas son las coordinadoras felinas. De los escuadrones más potentes en cuanto a acciones diversas y constantes están, entre otros, el de Almería y el de Tarragona. El de Almería hace poco fue invitado a la universidad para dar una charla sobre qué es el escuadrón y cuál su misión, y sobre los gatos y su circunstancia en general. Ha habido ya mucha prensa, que es uno de nuestros objetivos básicos, como es natural, en prensa escrita, radio y televisión. El Escuadrón KAT Tarragona es muy potente. Nos gustó tanto todo lo que habían logrado en Tarragona, uniendo a tantas asociaciones para un fin común fructífero para el gato, con su Coordinadora Felina, que decidimos realizarle una entrevista para publicarlo en nuestra página, porque veíamos que tenían mucho que enseñar a la gente y nosotros mucho que aprender de ellos. En general, los movimientos de los escuadrones con sus ideas en crecimiento han ido mejorando el “Escuadrón” de manera independiente, unidos y avanzantes.
»El Escuadrón KAT Castellón fue otro ejemplo de cómo se deben hacer las cosas cuando los entes que deben realizarlas se cruzan de brazos. Había el ayuntamiento pegado por las calles y postes adhesivos donde amenazaban con multas a quienquiera que vieran alimentando gatos. Aprovechamos una reunión que se iba a hacer con el Concejal de Sanidad de dicho ayuntamiento sobre la propuesta de estas asociaciones para un proyecto Ces, esto era en el pueblo de Burriana, y en la reunión le mostramos nuestra exigencia sin ambages: o retiraba esos papeles demonizando al gato, en tanto a que se multaría a quien lo alimentase, criminalizando de paso a sus cuidadores/as; o realizaba eso y se ponía en marcha en verdad para estudiar el proyecto CES que se le presentó, o con nuestras abogadas denunciaríamos al consistorio y a su persona, porque -se sorprendió de saberlo, así son los valedores de los ayuntamientos en este país- de él era toda la responsabilidad de lo que pasase con los ánimos encendidos de la población que, por incultura y/o crueldad, no soporta a los gatos. Le informamos que no alimentar, saciar la sed, dejar morir en definitiva a un animal, es un delito penal. Y que pedir eso mismo, mediante la amenaza de multa a quien desea la vida del animal, era en sí mismo un indudable delito de incitación al abandono. Delito con responsabilidad penal de abandono. Lo denunciaríamos y convocaríamos una gran manifestación por el pueblo de Burriana, que por cierto indicamos que lo veíamos pequeño para tanta gente como podríamos traer; ya que le informamos que en la manifestación antitaurina de Castellón se logró convocar a más de mil personas, imagínate tú, le dijimos, a todos esos activistas en este pueblo, venidos de toda España, no tenéis calles suficientes! El hombre tragaba saliva y le temblaba la voz, él, que había ideado eso de no alimentar a los gatitos, que en un momento de la reunión se confesó “amante de los animales”, que le echó la culpa al jefe de la guardia civil, que según él es quien decidió eso, a lo que la abogada le explicó que en cuestión de maltrato animal el ayuntamiento es quien tiene competencia directa y obligaciones mecanizadoras medulares, no la guardia civil, que no nos hemos caído de un naranjo.
»Así, nuestra primera exigencia fue que en el margen de tres días pusiera en prensa que revocaba esa prohibición de alimentar a los gatos. Tardó algo más, pero un e-mail recordatorio, sin fórmula protocolaria y economía máxima de léxico, o sea, de pocos amigos, lo hizo despertar para poner en más de tres periódicos esto: que rogaban se comprendiese el error pero que dicho ayuntamiento no desea el daño para los gatos y que se retiraba esa prohibición, porque también son vecinos del pueblo.»