La lucha animalista en España: presente y porvenir XXVII
Grabación del vídeoclip "Toro" de John Conde
Y allí fuimos, Sandra La Madueño, apodada por mi "La Bestia", por cómo baila hundiendo los suelos con sus taconeos de cascos de caballo y llegando a lo más alto, mucho más alto del sitio donde esté, con sus manos girantes tocando la tradición flamenca, el baile clásico y lo puramente animal y genial. A Huelva. Desde Castellón.
Se dice pronto, ocho o nueve horas.
Un tren paquí, otro pallá. Para en Madrid, trágate toda esa marabunta de gente andando tan rápido que uno se pregunta ¿van siempre tan rápido, todos los días? No debe ser bueno aquello para la sangre, para el corazón, para la mente. Tanta prisa.
Fue complicado apañar fechas, tanto por si coincidían bien para La Bestia como para las chicas de Atria Pictures -la productora que dirigía y grabaría el vídeo- y para John Conde y sus músicos, técnicos, etc.
La pandemia covid abortó los planes de grabar el vídeo antes del verano, y pospuso éste bastante tiempo hasta que, ya retiradas todas las prohibiciones de circular por España de parte a parte, pudimos generar un día propicio y óptimo para todas, el 15 de octubre de 2021, viernes, soleado y con buen clima en Huelva, que John me habia adelantado que era muy calurosa pero ese día por fortuna el tiempo se soportaba y no sólo eso, había un aire agradable. "Huelva tiene mucha luz", le dije a Sandra en el tren, un día después de la grabación camino a casa. Ella me dijo que tiene mucha luz porque al salir del teatro donde grabamos, oscuro, claro que todo tiene mucha luz, y sonrió ante mi ocurrencia. Como siempre me quedé sorprendido de la capacidad de distorsión de las cosas que nos atañe, a los seres vivos, y que los humanos reflejan en su ciencia, han creado una ciencia, empírica la llaman, perfecta y muy cuidadosa, muy precisa porque se disponen de máquinas (una máquina se entiende que es perfecta y no falla), sólo que la ciencia la ejecutan humanos, y los sentidos de los humanos distan mucho de ser perfectos, son todo lo contrario, simples y llenos de obstáculos. Lo que observamos lo denominamos y describimos en función de comparativas de lo que ya vimos y bautizamos con nombres. Toda la realidad es un constructo de abstracciones llevadas a una "normalidad" y acumuladas todas las cosas que creemos ver en un libro, más grueso o menos, según la editorial y el número de palabras que conocemos que decidan introducir, llamado diccionario.
Efectivamente grabamos todas las imágenes para el vídeo en un teatro, el Juan Alonso de Guzmán, de Huelva. Alicia y María, de Atria, querían jugar con las luces del teatro y las sombras para generar un lenguaje íntimo, potente y por tanto expansivo y con extrapolaciones, a todo lo grabado, y lo lograron. Había focos lanzando luz por varias partes, el que lanzaba luz roja era especialmente inquietante, poderoso, decía tanto.
John nos esperaba en la estación de Huelva, nos abrazó fraternamente, nos emocionamos todos. Llevábamos meses hablando sobre ello, éramos muy amigos ya sin conocernos. Era tarde, habíamos ido para llegar por la tarde noche, descansar y grabar al día siguiente, viernes 15, durante todo el día el vídeo. Y volvernos el sábado muy temprano.
La canción "Toro", del álbum de igual nombre, el primer trabajo musical en solitario del gran John Conde, que había venido a reivindicar la música, de nuevo -la música de autor, vanguardista y rupturista-, en un tiempo en que ésta es burlada por todos, bueno, por toda la industria, que sólo quiere ganar, y da y mete gente que no sabe hacer más que el idiota, les distorsiona con sonidos en la voz y generan la música más lanzada como coladas de volcán destructoras de mentes por todos los países, el trap. El trap, un volcán, de mierda.
Y mucho más, ya sabéis, en todos los espacios del arte hay colados a dedo y porque venden gente sin talento, en la literatura, en la música, en el cine incluso, no en todos los países, no conozco cómo van en esto en otros países. Sé que España ha pasado por el aro con todas las artes, se las han robado y ha permanecido callada, callada y bailando lo que le ponían por la radio. Callada y leyendo lo que le vendían como obras literarias. Y todo así.
Esa España recorrimos en tren la Madueño y yo. Que decía al pasar tal estación, la llegada a ella, que anunciaba una voz en off en el tren su nombre, de la provincia, de lo que fuera, y yo sólo veía terreno amplísimo lleno de arbustos bajos. Mira, vacío, no hay nadie en Puertollano, le decía a Sandra. ¿Ves? Está vacío ...., le indicaba al llegar a otra. En Madrid dije que tampoco había nadie, a pesar del número impresionante de andantes, pero es que yo no vi nadie, no es mi culpa. Sandra, como la mayoría de la gente que me conoce algo bien, sabe que siempre estoy de broma, o alucinando imaginaciones que intento sean verídicas, es mi forma de soportar la realidad, que de normal me aburre, soberanamente.
En el teatro nos esperaban Alicia y María, tan misteriosas y familiares a un tiempo a como se me mostraron en la primera entrevista que tuvimos mediante zoom para hablar de la temática del vídeo, sobre todo de lo que quería decir con mi poema. En esa primera toma de contacto me gustaron, su seriedad, su sentido del humor, su capacidad de escucha, sus silencios pensantes; vaya, eso que hoy en día no se lleva en las comunicaciones y por eso las comunicaciones no son comunicaciones sino ruido.
"Toro" significa el mundo. Toro es el toro que tortura toda una nación en un coso cerrado, sin posibilidad de salvación y de huida. En el poema, que por cierto debía hacer corto para que encajase en el momento de la canción de John Conde, y no había demasiado tiempo para un poema largo, sólo para uno corto, lo que me empujó a realizar un trabajo de mayor envergadura de lo que esperaba; no hay mejor forma de mejorar uno que que se le apriete para que realice su trabajo dentro de un troquel predeterminado, sobre todo a un artista caudaloso como yo.
Entonces les dije: debía poner al Toro como si fuera nuestra Tierra, siendo acribillada con el calentamiento global, siendo "lidiada" día a día por los humanos, en el gran coso estelar que contempla callado esta sangría. En Toro debía haber una protesta taurina en toda regla, reconocible, en todos sus versos, pero no plañidera sino victoriosa. Por eso desde inicio pensé que debía mostrar el contexto del toro, que es el del final de la sangría: y su muerte, pero sobre todo el revocar el animal la situación levantándose en la arena, redivivo, e interpelando al ser humano respecto a su mal trato a todas las especies de la tierra que no son la humana, por puro especismo estúpido y privilegiado, o sea inteligente, inteligente en tanto cuando uno no tiene entrañas y saca de donde está situado todo lo que le interesa, aunque todo ello acabe dejándolo a él sin nada, una vez se acabó comiendo hasta el cielo a trozos.
El vídeo se grabó en un día, como estaba previsto. El trompetista venía con sueño, había estado leyendo toda la noche a Sócrates, dijo, hasta las seis de la mañana. Yo me reí porque pensé que bromeaba respecto a que había ido de fiesta, pero dijo John: "no, no, Ángel, lo dice en serio, David es así". Qué adecuado, Sócrates, el amiguito cínico de Platón, hablando nosotros de aquellos en el teatro oscuro a no ser por la multitud de luces esféricas del alto techo del escenario. Se previó comenzar a las nueve y terminar a las ocho de la noche, mas todo se terminó a las cuatro de la tarde, mucho antes de lo previsto, y eso que comenzamos algo más tarde también de lo previsto.
Todo esto es porque entramos en la trama y el clima todos de golpe y fue rodado. Las chicas de Atria tenían toda la escena en la cabeza, a fuego, sabían qué toma iba después de otra, cuántas se tenían que hacer de la Madueño, cuántas de John con ella, cuántas del trompetista y cuántas de mí y luego con exactitud los recursos que se filmaron de todos, solos o unos con otros, para luego realizar en continuidad artística el videoclip, cuestión que aún tardará un tiempo, porque hay mucho material, mucho metraje, y todo bueno.
Nos juntamos artistas y profesionales de distintas disciplinas para hablar de un tema que estoy convencido que nunca se había tratado con tales distintos expertos y artistas de tantas disciplinas nucleares para la humanidad: la música, la danza, la poesía, el cine, y no faltó la escultura, porque con los movimientos de todos en cierto momento se suscitaban estatuarios visionarios de un mundo donde todo lo digno luchase, pero no solo sino con sosias, porque los vuelos -como dijo el poeta hindú- más altos se producen, los más altos, con ayuda de otras alas. El vídeo dará cuenta de cómo se puede juntar un grupo pequeño de personas, en mitad de una complicación del marco histórico como esta pandemia que sufrimos, saltar todos los escollos, cada uno con su oficio y experiencia prepararse su parte toda en su mente, en su casa, y luego empastarla en grupo. Las chicas de Atria dijeron que se grabó tan deprisa porque no hubo que repetir casi tomas, lo que viene a decir lo que sentimos, que todos aprehendimos el ambiente y lo somatizamos de inmediato, que nos amparaba y ayudaba a estar cada pie donde debía estar, cada mano y cada movimiento, un film secreto y poderoso escrito ya hace años en el aire. Cuando yo era pequeño si hubiera corrido lo suficientemente fuerte hacia la esquina más próxima de finca para torcer raudo nos hubiera visto grabándolo, el vídeo, o sonando la música del tema "Toro" de John Conde y a nosotros interpretándolo, que es lo mismo que todas las arboledas que yo vi en esa niñez y sentí que, siempre lo he pensado, los árboles son mucho más que árboles. Siempre he sentido que me observan, y que estáticos, lo que se dice estáticos, jamás lo han estado como cree el humano.
Así como vi que en cada parada del tren, según bromeaba, en cada población "no había nadie". Desde pequeño en el mundo natural siempre he presentido que aparte de lo que se ve y se intuye, hay "mucho más y muchos más".
A la Bestia le hicieron grabar una escena en la que taconeaba brutalmente, como un toro o como un caballo, con cámara enfocando sólo a sus pies y al polvo que se elevaba blanco del suelo, brutalmente, espectacular, premonitoriamente. Madueño durmió en casa de Eli y John Conde, yo en un hotelito pequeño, necesitaba, le dije a John, calma para dormir, nunca he dormido bien y en casa ajena, peor.
La noche anterior a la grabación al vídeo, tumbado en esa cama después de hablar con Iratxe y decirnos te quiero tantas veces, la distancia, nada más me alejé ya sentía saudade y deseo de estar con ella de nuevo; la luz de la luna entraba por la ventana y atravesaba débilmente las cortinas blancas de la pequeña habitación, chiqueros, el pasillo al día, el pasillo a lo incognoscible. Yo tenía mis botas. Le pregunté a Iratxe antes de salir si zapatillas negras o botas y dijo botas, intimidan más. Siempre llevo las botas a las protestas, manifestaciones y boicots. La ropa es tremendamente poética, sobre todo la ropa llevada a contextos no vistos. La estética es la primera mitad de la victoria en la guerra. La estética, descuidado cada vez más su poder en esta época (no descuidada por, y por eso van ganando, los poderosos que esquilman y duermen a la población en tejados nevados), es tan importante como la ética, en lucha. Hay un poema de Maiakovski que se llama "La nube con pantalones". Todo es más grande, todo es más sosia y milicia para nosotras de lo que creemos. Una coral. Una voz. Alejémonos del ruido y levantémonos como se nos está destinado.
TORO
En mitad de tu arena me levanto.
Aplaudían y ahora callan.
Mi corona de flores refulge.
La primavera no la paras.
En el mar se hunde tu espada.
Tú rezas a estatuas.
Mi Diosa es la Virgen de los Prados.
Picador, baja.
Caballo viejo, regresa conmigo
a la azul hierba olvidada.
Volvemos de noche
a la cruel plaza
a tornarla en cenizas
con los fuegos del alba.