La liaste Pedro
Fuiste valiente y capaz de confesar, ante Jordi Evole con millones de españoles viéndote, que te habían vetado el diario El País y el presidente de Telefónica para formar un gobierno de izquierdas. Era el momento en el que te enfrentabas al aparato del partido que había decido apartarte para poner en tu lugar a Susana Díaz. Contra lo que parecía imposible ganaste y exhibiste coherencia con tu “no es no” tras recorrer todo el país de agrupación en agrupación, después de dimitir de tu escaño para no apoyar con un sí a Mariano Rajoy.
Fue un tiempo en el que, lo confieso, yo me puse de tu parte, como de forma innata suelo hacer siempre ante el enfrentamiento entre un fuerte y un débil. Me puse tan de tu parte que hasta , para darte el voto, me hubiera afiliado al Psoe , pero solo por unos días ya que yo siempre he sido un verso libre, jamás he soportado disciplinas de partido ni órdenes de nadie y tampoco creo que ningún partido me soportara como afiliado.
Luego vinieron jugadas políticas un tanto extrañas de pretender gobernar solo y acusar a todos los demás por no apoyarte, bien con el voto a favor o mediante la abstención, cuando sabes que el art. 99 de la Constitución habla de conformar mayorías y no de otorgar el poder al partido que ha obtenido mayor número de votos.
Te escuché también en la pirueta de decir ante los medios que el problema no era Podemos sino su líder Pablo Iglesias, y luego dejaste transcurrir un tiempo demasiado largo sin hacer nada, con la idea de convocar elecciones pensando en que las encuestas pintaban bien y lograrías incrementar el número de escaños y así no tendrías que depender de otras fuerzas ni de los nacionalistas, mientras, a la vez, hiciste el cálculo de romper a Podemos con tu apoyo a la irrupción Errejón.
Gravísimo error de cálculo. Hemos ido a elecciones y nada de lo que planteaste ha funcionado. Tus gurús te han fallado estrepitosamente. Has perdido escaños en lugar de ganarlos. Has incrementado el voto independentista. Has dado más poder a Vox y has debilitado a Podemos dejando a Errejón en la insignificancia a pesar de haberse apoyado en los votos de Compromís y los de Equo.
En eso estamos y la pregunta es ¿y ahora qué? ¿Hemos ganado algo los que estamos a favor de ir hacia un país más solidario, en donde los impuestos sean progresivos y sirvan para ayudar los más desfavorecidos, un país en el que no se vete al periódico El País, a la Ser, a Público, a eldiario.es, a La Marea, a El Plural, al programa de TV “Todo es mentira” de la Cuatro, a El Español, al periódico El Mundo (salvo a dos periodistas), a El intermedio, a la Sexta, a Infolibre y a Contexto?
Serán tiempos muy de moda, los del acoso a la prensa, que ya funcionan tan bien en EEUU y en Polonía, pero yo no puedo estar de acuerdo con éso. Como tampoco puedo estar de acuerdo con que se criminalice a los extranjeros pobres, ni que se queden con pensiones solo quienes pueden pagárselas poniendo dinero en su mochila personal, ni en que haya una bajada brutal de impuestos que solo sirve para dejar al Estado sin recursos, como hemos visto en EEUU en donde la falta de ingresos se ha suplido con un incremento exponencial de la deuda pública. Una deuda pública que el admirado (para algunos, para demasiados) Trump, prometió dejar a cero durante su mandato.
Tras las elecciones, el panorama político es ahora mismo tan complejo que hasta el PP tiene difícil facilitar, con su abstención, el que formes gobierno, ya que eso dejaría como líder de la oposición al dirigente de Vox.