Carta abierta a los cristianos que apoyan y veneran a Donald Trump

No puedo entender como hay líderes cristianos y tantos creyentes que apoyen y hasta veneren a Donald Trump, habida cuenta de lo que se sabe de este hombre que ha sido presidente de los EEUU durante cuatro años. Empiezo por su incumplimiento de los diez  mandamientos:

  1r Mandamiento: Ha puesto su amor a las cosas (el becerro de oro) por encima del amor a  Dios.

  2º Mandamiento: Ha utilizado a Dios para obtener votos.

  3º Mandamiento: no ha santificado las fiestas porque llenarlas con orgías no puede ser el mandato  divino.

  4º Mandamiento: La relación con sus padres  ha estado alejada de respeto y cariño. Trump no ha honrado a sus padres.

  5º Mandamiento: Ha torturado y matado en sus cárceles y lo ha hecho hasta el último día como responsable de las 5 muertes en el Capitolio.

  6º Mandamiento: Los actos impuros han llenado su vida hasta tal punto que se le acumulan las denuncias por violación.

  7º Mandamientos: Ha robado al fisco con declaraciones de renta fraudulentas. Una sobrina le acusa de haberle robado parte de la herencia.

  8º Mandamiento: Ha dado falso testimonio y ha mentido todos los días.

  9º Mandamiento: En lo referente a actos impuros me remito a sus orgías y fornicaciones. Ha presumido de misógino. Ha tratado  las mujeres con  actitudes machistas. Y apunto que en 2018 pagó a dos estrellas del porno para que no hicieran declaraciones sobre él que le perjudicaran en la campaña electoral.

 10º Mandamiento: Su codicia por ser cada vez más rico no tiene límites. Hasta ha utilizado el poder para favorecer sus negocios privados.

Hay más:

• Trump se mueve en el lujo y en el derroche despreciando a los pobres por ser pobres tachándoles de fracasados.
• Ha mostrado odio a los inmigrantes a los que ha perseguido. También a  los negros.
• Ha recortado las ayudas a la sanidad y las subvenciones a los más necesitados, a la vez que ha rebajado los impuestos a los millonarios.
• Ha tomado decisiones para favorecer a Israel  en contra del pueblo palestino que vive en la cárcel infrahumana de Gaza y ha apoyado la construcción de colonias  en Cisjordania y a Jerusalén como capital de Israel.
• En el Sáhara ha tomado decisiones contra los saharauis, un pueblo pobre y maltratado que vive hacinado en campamentos de refugiados a la espera del referéndum acordado en la ONU.
• Ha tolerado la tortura en el ejército y ha defendido a policías que han matado a negros a quemarropa.
• Ha insistido en la persecución a J. Assange por haber sacado a la luz documentos que han demostrado las torturas de su ejército y el espionaje de EEUU a países europeos.
• Ha propiciado un mayor gasto en armamento.
• Ha puesto altos gravámenes a  China por percibirse perdedor en tecnología punta como la 5G y ha  presionado a otros países a no utilizarla. Ha gravado a nuestras naranjas y vinos.
• Ha forzado a los suyos a que se salten la ley y no reconozcan a su sucesor.
• Ha insistido lo de que le han robado las elecciones a pesar de los repetitivos recuentos de votos y de que ningún juez  haya aceptado sus denuncias de fraude.
• No ha hecho nada para controlar el Covid convirtiendo a su país en el de mayor número de muertos y afectados del mundo.
• Ha  recortado drásticamente su aportación  a la OMS y a la ONU.
• Ha dicho que quería romper a la UE y ha animado a Inglaterra a marcharse.
• Ha roto acuerdos firmados con México, Canadá e Irán.
• Ha negado el cambio climático, ha impulsado el fracking y la explotación sin control de Alaska dictando medidas laxas en beneficio  de las petroleras.
• Ha arrancado a bebés de los brazos de sus madres, algo que a mí me rompe el alma al pensar en niños llorando desesperadamente, en algún lugar, ante seres extraños  solo ocupados en ponerles un biberón en la boca.
• Twitter e Instagram han bloqueado sus mensajes por mentirosos  y por incitar a la violencia.

Ante todo ese rosario de hechos  no siento sino asombro e incredulidad al ver en uno de sus mítines a un grupo de monjitas, felices, sonrientes como en éxtasis escuchando a Trump como si fuera un enviado de Dios.

Ante todo eso he leído declaraciones de Carlo María Viganò, ex nuncio del Papa, destituido por encubrir décadas de abusos sexuales de curas como McCarrick en Nueva York, acusando a la “ideología globalista, inhumana, anticristiana” y apoyando, sin fisuras a Trump.

Ante todo eso he visto una foto de  Trump con líderes religiosos  dispuestos a pedir para él el voto a  sus fieles.

Ante todo eso que alguien  me explique qué razones puede tener un cristiano para apoyar a Trump. Qué razones puede haber para que tantos líderes religiosos se conviertan en sus militantes. Que un teólogo como JJ Tamayo hable  de “cristo-neofascismo que se alimenta del odio” no me basta. Me resulta inentendible y espero que algún lector me ayude.

PD. La palabra Trump podría sustituirla por la de Bolsonaro u Orbán y yo estaría, en otro nivel,  ante la misma situación de no entender nada.