Fascismo, fascista, facha, franquismo y franquista
Últimamente se vienen utilizando en demasía, por parte de algunos sectores asociacionistas, las palabras facha, fascista, fascismo y franquismo, aplicándose a personas y movimientos, sin ton ni son, desvirtuando el verdadero significado de las mismas, confundiendo al ciudadano de a pié, aderezadas en un tono de ofensa continuada, sin conocer el sujeto emisor la realidad y significado de lo que está diciendo. El único efecto que produce, la mayoría de las veces, es una descarga de adrenalina que según las necesidades del predicador, puede repetirse en varias ocasiones durante el día, contaminando con partidarias explicaciones, la verdadera y cercana historia de nuestro país.
Voy a tratar de explicar lo más sencillamente posible, el significado de cada una de ellas, según lo vivido o me enseñaron y ayudado en todo caso por los historiadores, de diferentes ideologías que forzosamente he consultado para redactar este artículo, sin temor a cometer ningún error histórico.
La palabra fascismo que viene de la voz italiana fascio (significa haz) y así se denomino al régimen establecido en Italia, de 1922 a 1945, fundado por Benito Mussolini y basado en la dictadura de un partido único, la exaltación nacionalista y el corporativismo. Su doctrina venia encaminada al establecimiento de un régimen jerarquizado y totalitario.
El fascismo apareció en 1919 con la creación por parte de Mussolini de los Fascios italianos de combate, milicias formadas por los llamados “camisas negras” que iniciándose en un vago programa socializante, se orientaron hacia los presupuestos tradicionales de la extrema derecha nacionalista.
Llegó al poder cuando el rey Víctor Manuel III, para poner fin a la crisis ministerial, nombró a Mussolini primer ministro en octubre de 1922 y consagró su victoria tras la célebre “marcha de Roma”.
Mussolini estableció progresivamente una dictadura de partido único, censura y represión de las libertades, basada en el culto al jefe (Il Duce), a la obediencia y al estado. Su política interior, centrada en el desarrollismo y la industrialización acelerada, no consiguió solucionar los problemas socioeconómicos que se agravaron con la crisis de 1929.
En el exterior practicó una política expansionista, con el afán de restablecer el antiguo imperio romano (*), con las invasiones de Libia (1922-1933) y Etiopía (1935-1936) y se comprometió en la segunda guerra mundial, del lado de Hitler desde 1940. Las sucesivas derrotas desacreditaron el régimen que se hundió definitivamente con la derrota alemana de 1945.
(*) Este es uno de los motivos, para tomar el símbolo del águila imperial en sus escudos.
Se extendió el fascismo a otros regímenes distintos, como la Alemania de Adolf Hitler, donde el racismo proario y el antisemitismo ocuparon un lugar destacado y también a la España de Francisco Franco, inducida a desarrollar el espíritu corporativista en nombre de valores tradicionales (ejército e iglesia).
El término fascismo se aplica a todo sistema político que se caracterice por su rechazo simultáneo del socialismo y del igualitarismo democrático.
El adjetivo fascista se aplica correctamente a todo aquel que es partidario del fascismo o a todo aquello relativo al fascismo. Cualquier otra acepción que se le quiera dar, siempre será pura fantasía de la persona que emita dicho término.
Sin embargo la palabra facha tiene otras acepciones. Es un sinónimo de la palabra fascista, pero también significa, traza, figura, aspecto, mamarracho, adefesio, presuntuoso y vanidoso. ¿Quién no ha oído nunca la expresión “tienes buena facha” , refiriéndose al buen aspecto de una persona o “está hecho una facha”, dedicado a alguien que no ha sabido elegir la vestimenta adecuada, en un evento social (boda, comunión, cena de gala, etc.)? .
Por último, llamamos franquismo al régimen instaurado en España en 1939, por Francisco Franco Bahamonde. Al período histórico que comprende dicho régimen, de 1939 a 1975 y también a la doctrina derivada de las ideas de Franco y de su régimen político. Por tanto llamaremos franquista a todo lo relativo a Franco o al franquismo y al partidario de Franco o del franquismo.
Se pueden distinguir en el franquismo tres etapas diferenciadas: La primera de 1938 a 1957, caracterizada por el predominio político de la Falange y la autarquía económica. La segunda de 1957 a 1973, de ideología desarrollista y tecnócrata que marca el ascenso del Opus Dei y establece las bases de una economía capitalista con los planes de estabilización y desarrollo. Y la tercera de 1973 a 1975 que significa el acceso al poder de la alta burocracia y la preparación de la reforma política que se veía eminente.
Franco supo rodearse, en cada momento histórico, del sector político que mejor garantizaba la continuidad de su obra. Su régimen dictatorial se sustentó en unas fuerzas armadas vinculadas al alzamiento de 1936, una red represiva de las libertades políticas, la fidelidad de la Iglesia católica y el apoyo de las oligarquías financieras españolas.
La debilitación del franquismo, iniciada en la década de los sesenta, se acentuó a partir de 1970, con el famoso proceso de Burgos.
Ahora les invito a que vuelvan a leer pausadamente este artículo, sin ningún tipo de acritud y consideren en cuantas ocasiones han considerado incorrectamente las palabras, fascismo, fascista, facha, franquismo y franquista. Si así ha sido, en las próximas fiestas navideñas, regálese un buen libro sobre la historia de Europa en el siglo XX y estoy seguro que me lo agradecerán.
de tota manera, no cal tants diccionaris, ho dius tu mateix, ben clar: "El término fascismo se aplica a todo sistema político que se caracterice por su rechazo simultáneo del socialismo y del igualitarismo democrático. El adjetivo fascista se aplica correctamente a todo aquel que es partidario del fascismo o a todo aquello relativo al fascismo. " per tant, parlant amb propietat es pot dir que el franquisme es feixisme i que els franquistes son feixistes, etc., "por su rechazo simultáneo del socialismo y del igualitarismo democrático." gràcies per recomanar que llegim, és un bon consell, tots hauríem de llegir més... i tot això, sense acritud, que deia aquell