Ni Superman de la política, pero no ser tonto

Empezaré por reconocer que para escribir mis artículos que vengo publicando en mi blog, no consulto previamente el Oráculo de Delfos.

Entre otras cosas porque este estaba situado en el templo dedicado a Apolo del santuario del mismo nombre, al pie del monte Parnaso en Grecia. Además para consultarlo, tenía que desplazarme hasta el recinto sagrado, ofrecer a Apolo una tarta hecha con miel y sacrificar una cabra.

Mucho trajín para mí, por eso lo he simplificado y solo consulto con mi conciencia que es la que me dicta e inspira para escribir lo que pienso de la realidad objetiva, y que es evidente. Pues la evidencia es, pues, el criterio de verdad, según Descartes.

En uno de mis recientes artículos, “La iniciativa de Pedro Sánchez” cuya lectura recomiendo a quien no lo conozca, y que está publicado en mi blog, hacía referencia a la estrategia de Pedro Sánchez que está llevando a cabo en la ronda de conversaciones con los líderes políticos, especialmente con Albert Rivera y Pablo Iglesias.

Un objetivo claro me parecía, y me sigue pareciendo, es que Pedro Sánchez se está esforzando en la búsqueda de ese deseado – según los líderes de los partidos - desbloqueo político de la actual situación parlamentaria. Pero que solo es el líder socialista el único, que lo está intentando.

Y en el fondo, si no es posible, por lo que se está viendo, nadie va a poder seguir, incluyendo a Rajoy, con el “Mantra” de la culpabilidad de Pedro Sánchez, porque en aplicación de lo dispuesto en la Constitución, tengamos que ir a nuevas elecciones. Cuando lo resultante de la ronda de conversaciones emprendida por el líder Socialista, es que ni con Podemos por sus exigencias de auto-determinación independentista y sus viscerales críticas a Ciudadanos, no hacen posible la “alternativa progresista” a Mariano Rajoy.

Y por otro lado, la posición de Albert Rivera que pese a sus vaivenes, persiste con su veto a Podemos, van a confirmar que “Ni con uno, ni con otro, tienen remedio nuestros males”. Y la convocatoria de elecciones va a ser irremediable cuando las convoque el Rey.

Y lograr esa clarificación ante todos los españoles, con la paciencia, la constancia y la inteligencia política de Pedro Sánchez, debería ser – en mi opinión – mejor entendida y que no suscitase las tensiones en el seno del PSOE, como las que se desbordaron ayer miércoles 14, por las dificultades para abrir un debate interno que aborde una salida al bloqueo político que sufre España.

Las críticas lanzadas en las redes sociales, por militantes de la formación al Presidente de Extremadura Guillermo Fernández Vara, tras afirmar este que lleva dos meses sin hablar con el Secretario general Pedro Sánchez, ha venido a agudizar el conflicto interno en el seno del PSOE.

Que la Presidenta andaluza, y líder de la organización socialista más poderosa, mostrara su solidaridad con Fernández Vara, reiterando que el lugar del PSOE es la oposición, ha mostrado creo yo, las pocas luces – en estas circunstancias –de la líder andaluza.

Y la suma a todas estas manifestaciones, de las declaraciones de Alfredo Pérez Rubalcaba, solo vienen a mostrar la falta de identificación con la política y el posicionamiento del Comité Federal socialista que ha adoptado. Y con esas manifestaciones, lo que están logrando es abrir una crisis en el PSOE que de verdad lo reduzca a una insignificante oposición en las próximas elecciones que van a ser inevitables. En lugar de trabajar desde la unidad defendiendo los postulados del PSOE ante esas nuevas elecciones.

Desde la humilde conciencia de una persona que me considero de izquierdas, estoy convencido de que Pedro Sánchez es bien consciente de que al PSOE con sus 85 diputados, no le corresponde ser el Gobierno de la nación, el lugar en la bancada parlamentaria que le corresponde es la de ser una eficaz oposición política. Y en ello, está creo yo.

Nadie puede acusar desde las filas socialistas de que Pedro Sánchez no está demostrando capacidad suficiente para aguantar las injustas por inmerecidas críticas desde el interior de su partido. Si no fuera por eso, con las presiones que están haciendo los “muy nobles barones” y ex Ministros de antaño, el Gobierno de Mariano Rajoy ya habría sido investido el 26-J y gobernaría a placer, otros cuatro años, y con la política que ya conocemos los españoles. Recortes, recortes y si fuera poco, más recortes. ¡Una catástrofe!

Pero desde este somero análisis, pero sincero, estoy convencido que lo que hoy necesita urgentemente, el PSOE es la unidad interna y ponerse a defender en la calle, en las plazas de los pueblos y en las 17 comunidades autónomas, las propuestas de un futuro Gobierno progresista y reformista, y a ganar así un apoyo mayor a las candidaturas del PSOE en las próximas elecciones, cuando estas sean convocadas por el Rey Felipe VI.

Y no hay otra salida, para el desbloqueo político: La unidad interna del PSOE y la explicación y defensa de las propuestas reformistas y progresistas que el partido socialista llevaría a cabo desde un Gobierno de mayoría reformista.

Ese es el camino, y no el de enzarzarse ahora, en batallitas como si fuéramos soldaditos de plomo. Precisamente ahora cuando en el PP surgen nuevos “Brotes de Corrupción” con la ex-alcaldesa de Valencia Rita Barberá, que en su día en la Plaza de Toros de Valencia en un mitin escucho de un Mariano Rajoy enaltecido: “Rita eres la mejor”. Si ya nos hemos percatado Mariano. Pues al menos que no es tonta, que deja el partido del cual fue fundadora, pero se queda con el buen sueldo por no hacer nada, en el Senado.

Y con todo lo que hemos ido sabiendo de la corrupción, y de lo que presumiblemente falte por descubrir y judicializar a los corruptos. ¿A quién se le ocurre dejar que siga Mariano Rajoy en el Gobierno?

He ahí la cuestión. Y para dilucidar la solución, no hay que ser un Superman de la política, pero tampoco ser un tonto de la misma.