Más solo que la una, y el Parlament bloqueado

Así están ambas cosas: El President Torra, - ha perdido los papeles que nunca tuvo - en un esperpéntico espectáculo en la sesión del Parlament, que hasta Valle Inclán no podría mejorar, y ha logrado pasar de la condición de “Amenazador”, a la del “Ridículo más espantoso”. Dos características de este Nazi-onalista bastantes diferentes, que no sé como va a ser capaz de conjugarlas al mismo tiempo.

Porque después del reiterado fracaso del “Proces”, de la ruptura de la convivencia en la sociedad catalana, y de la clara, radical e inequívoca respuesta del Gobierno de Pedro Sánchez  a las amenazas de retirarle el apoyo parlamentario, si no acepta el “reconocimiento del derecho de Auto-determinación” y quese ha saldado con la única respuesta de: “Autogobierno y convivencia” por parte del Ejecutivo.

La sesión reciente del Parlament con el enfrentamiento entre los partidos que sostienen al Govern de Qim Torra, ha llegado al borde de la ruptura total y de tener que convocar elecciones. La situación a alcanzado unos límites insoportables, donde la continuidad de este Govern y los objetivos de crear un Estado independiente y en forma de República, “ni han sido y ni siguen siendo posibles”.

El Govern carece de estabilidad parlamentaria, muy a pesar del acuerdo de última hora, que por los pelos, “ha salvado de la ruptura al equipo de Torra”, pero las tensiones y ruptura pueden surgir de nuevo,  cuando se desbloquee el Parlament, que vuelve a estar bloqueado.

Y si como salida, Torra se ha dirigido a todos los gobiernos del mundo mundial, para que intercedan en el conflicto – que solo él ha generado – y especialmente se haya dirigido al Presidente de los EE.UU Trump, y al Papa para que contribuyan a la solucion de la crisis en Cataluña, es decir según Torra, porque no se reconoce el inventado derecho a decidir. Lo tiene claro este Torra, vaya asesores que se ha buscado, a la desesperada.

Veamos, a lo más – ¿y si le contestan? – Trump le aconsejara directamente que levante un muro que aislé Cataluña del Estado opresor España. Y en cuanto a la respuesta que pudiera dar el Papa, – no sería la de romper el Estado – más bien, le aconsejaría confesar todos sus pecados, y quizá de penitencia le impusiera “La dimisión total e inmediata de todos su cargos” y que se hiciera un viajecito – uno más de los que tiene hechos, a Bruselas – para darle explicaciones sobre su dimisión al fugado Puigdemont.

Dejando las ironías aparte, pero me las pedía el cuerpo. La situación es bien “Kafkiana”.

En el ojo del huracán, de la profunda crisis interna del independentismo, tras días de elevada tensión alrededor del primer aniversario del Referéndum ilegal del 1-O, el President Torra lanzo una amenaza al Gobierno de Pedro Sánchez. Advirtiéndole que a falta de una oferta para la autodeterminación, el independentismo no podrá garantizar  al Ejecutivo ningún tipo de estabilidad en el Congreso.

A mi juicio, creo que con la inmediata respuesta del Gobierno, manifestada por la Ministra portavoz Isabel Celaá, que dijo: Autogobierno ¡Si!, independencia ¡No! Quien está fuera del juego político es el mismísimo Torra, que tiene ante sí: o el aceptar la propuesta del Ejecutivo, o seguir con las intenciones verbales de lograr la República.

Y como sea que el mismo, Torra manifestase en el Parlament, que si llega a la conclusión de que no era posible la República se marcharía. Creo sinceramente que ya es la hora, ya ha llegado el momento de que se convenza, de que la mayor y mejor aportación a Cataluña y a todos los catalanes y catalanas, que puede hacer  es: ¡DIMITIR YA!

 Y que se convoquen elecciones en Cataluña para que los ciudadanos catalanes puedan decidir inequívocamente con su voto que lo que quieren es su auto-gobierno en el marco del Estado español. Que gobierne para todos, y devuelva a la sociedad catalana a la pacífica convivencia en una Cataluña y una España donde la Libertad y la Democracia tienen que ser los mejores instrumentos del Estado de Derecho y de Bienestar que necesitamos.