Lo que no es posible, no es posible… y además es imposible
La crisis política en Cataluña, se va incrementando a pesar del clima de distensión iniciado por Pedro Sánchez en las reuniones con el Govern de Cataluña.
Y es que las amenazas del President Qim Torra, de volver al desacato, es sencillamente la confirmación – por si alguien aun lo dudaba -, de que el independentismo pilotado por el fugado Puigdemont desde Bruselas y el seguimiento de esos objetivos por Qim Torra, son el único objetivo del independentismo en Cataluña.
Se podrá manifestar con toda la voluntad política, - y eso no le falta - al Gobierno de Pedro Sanchez, para abordar y resolver la crisis institucional que hoy sostiene la Generalitat y a un Parlament. Pero la realidad, la evidencia, - y no hay otra – es que los problemas políticos solo se pueden resolver desde posiciones políticas.
Pero la defensa de esas actuaciones políticas, pasa por la imperiosa necesidad de respetar y acatar nuestras leyes: El Estado de Derecho y la Constitución así como las decisiones de los Tribunales de Justicia. Porque cuando se violan estas normas democráticas, que todos los países democráticos tienen, como “Norma y Principios, la Libertad y la Democracia, en cualquier país se considera un delito”.
Y es partiendo de esa realidad internacionalmente reconocida – va siendo hora – que el conjunto del electorado catalán, asuman que: “Ni será posible, porque no es posible… y además es imposible”, que el “Auto derecho a la autodeterminación” que se otorgan Puigdemont y Torra, se vaya a aceptar por el Gobierno de España. Ni se aceptará cualquier actuación que suponga pasarse de los límites que establecen el Estado de Derecho y la Constitución.
Por ese sencillo y elemental principio democrático, sobradamente explicitado por el Gobierno y por Pedro Sanchez, el independentismo, no tiene ninguna posibilidad de lograr la ruptura de Cataluña con el Estado español. Y no solo porque – y ya es importante – no lo permiten la Constitución, sino porque además los siglos de historia de nuestro país, han sido los siglos de historia de una Cataluña que ha formado parte de España. Y por razones obvias, no es ni pensable una España sin Cataluña, y una Cataluña sin España.
Y ahora, cuando se enzarzan tanto el PP de Casado, como Ciudadanos de Rivera y Arrimadas, contra el “Quita y pon” de los lazos amarillos, parece conveniente advertir que esa confrontación estéril de las dos derechas, pues no sirven para lograr el fin de “Los reiterados objetivos del secesionismo separatista”, ni para mantener un dialogo entre las instituciones catalanas en el marco de la Ley y la Democracia.
Y si desde Puigdemont y Torra continúan con las amenazas, hay que alertar a todo el pueblo catalán que esas “Bravatas chulescas” de quienes no tienen más objetivo que el romper – tras lograrlo en la sociedad catalana – “romper España”.
Porque eso se pretende en los tiempos donde el Neo-fascismo, campa por sus fueros en Alemania, Austria, Hungría, Italia, y en otros países como el Francia el partido Neo-nazi de Lepen, se suman a la recuperación de los “Principios más sangrientos que asolaron con la II Guerra Mundial con Europa, por el Nazi-onalismo de Hitler”.
Así se empezó en 1933, y las consecuencias fueron los millones de muertos. Y aunque la Guerra, no está a la vuelta de la esquina, la ruptura de Europa fragmentando los países que hoy son anti- Europa, bajo el pretexto de la inmigración, está siendo liderada por el Fascismo en Europa. Y ese es el gran problema que tenemos todos los pueblos de Europa, incluido el pueblo catalán.
Y no serían nada de extrañar, que un día de estos y no muy lejano, el “fugado Puigdemont” se descuelgue con algunas manifestaciones apoyando a las manifestaciones Nazis que se están desarrollando en Alemania. Y que se identifique con el dictador húngaro y las posiciones se Salvini en Italia ante la inmigración. Todos del más puro y clásico FASCISMO, que se está dando en Europa.
Por eso, yo creo que, los catalanes y todos los españoles deberíamos reflexionar ante el momento histórico que estamos viviendo. Y en esas reflexiones no se puede encontrar – en mi opinión - nada más acertado como conclusión: “La necesidad de un giro copernicano a la intención del voto en las próximas elecciones, para negar el voto a los partidos independentistas y votar a los partidos constitucionalistas, progresistas y de izquierda, en los próximos comicios”.
Porque mientras esa reacción no se produzca en los electores catalanes y dejen de votar a los partidos PDeCAT, ERC y CUP, y estos no obtengan un minúsculo resultado en las urnas y en su presencian parlamentaria. Las amenazas de Puigdemont y Torra van a continuar y con ello la agravación del clímax de división de la convivencia, en una Cataluña que ningún demócrata desea.
Ese es el objetivo, y no otro de estos neo-nazionalistas. Y el Gobierno de Pedro Sánchez, podrá con toda su capacidad política y la voluntad – que no le falta – para abordar los problemas y las soluciones desde la política.
Pero esas soluciones, y el Gobierno socialista ya lo ha reiterado en varias ocasiones en sus dos meses de Gobierno, pasa por: El respeto a la Constitución y a las Leyes. Y además llegado a esta situación, a aceptar las sentencias que la Sala del Tribunal Supremo, después de un juicio justo decida las condenas a quienes intentaron “Un golpe de Estado” .
Y esa es la hoya de ruta de los demócratas catalanes y del conjunto de los españoles que queremos que la Constitución y su reforma, sean la mejor solución para lograr un Estado que asuma la diversidad nacional de España.
Y porque si, eso si que es posible… si hay la voluntad política y el empeño que está demostrando el Gobierno y Pedro Sánchez, en aras de la mejor solución de la actual crisis institucional: “Un Estado que asuma el carácter multinacional que han configurado la historia de España”.
Una voluntad, en la que desde mi modesta opinión y mi convencimiento, “Nunca se encontraran las fuerzas independentistas”. Porque su objetivo es la “Ruptura con España”.
Por eso la denuncia de esas actitudes amenazadoras de Torra de seguir hasta lograr el “Estado catalán independiente”, deberían ocupar un lugar más destacado en Cataluña, que el “poner o quitar lazos amarillos.
Las derechas del PP y Ciudadanos, están sin brújula política, sin programa y solo están por atacar cualquier decisión del Gobierno y de Perdo Sánchez. Ni tan siquiera, están de acuerdo, en como terminar con el separatismo. La derecha es tan inútil en el gobierno como en la oposición.
Por eso, esa labor pedagógica, con la Constitución en la mano, es la que hay que desarrollar en Cataluña y en toda España, y hacer de ello un “Mantra inamovible y permanente:“Frente al Nazi-onalismo, Libertad y Democracia”.