¡¡¡¡Basta ya de terrorismo machista!!!!

Si el verano pasado fue un período negro en cuanto a violencia machista, éste lo tenemos ya gris oscuro, pues solo en el mes de julio se han perpetrado diez asesinatos: seis mujeres, dos niñas y dos hombres, fruto de la violencia de género. A pesar de la gravedad de los hechos, sigo a la espera de que el señor Rajoy salga a la palestra a hablar de esta lacra social que nos invade.

Cuando tenemos que estar constantemente lamentándonos de un crimen tras otro, cuando las noticias nos cuentan, día sí y día también, de mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas, o niños y niñas asesinadas por sus padres, fruto de no se entiende qué retorcidos pensamientos de rabia, frustración y un muy mal entendido sentimiento de posesión, no dejo de pensar que nuestro gobierno no pone todos los medios necesarios para acabar con esta situación que debería tener la consideración de cuestión de Estado.

Cierto es que algunos de los casos se dan sin denuncias previas, lo que hace casi imposible su detección, pero deberían establecerse mecanismos efectivos para que las mujeres se sintieran acogidas y seguras para dar ese paso, que puede ser crucial en sus vidas.

De todas formas la solución definitiva es el cambio de la mentalidad machista de nuestra sociedad y eso pasa por la educación: educación en valores, educación emocional, educación sexual, que haga entender desde la más tierna infancia que somos iguales y tenemos los mismos derechos, que los chicos pueden llorar y las chicas conducir un camión, que nadie pertenece a nadie, que no hay príncipes azules ni princesas que necesiten ser salvadas por nadie más que por ellas mismas, que los hijos e hijas no deben ser utilizados para someter y manipular a la pareja, que existen alternativas a eso de “hasta que la muerte nos separe”, que no hay que buscar la media naranja, sino esa naranja completa con la que poder convivir plenamente, sin presiones, sin agobios, sin chantajes…

Pero estamos lejos aun de eso. Estamos muy lejos de la igualdad real. Solo tenemos que fijarnos un poco para ver todos los micromachismos que nos rodean, en anuncios (me viene a la mente ese vomitivo anuncio de una mayonesa que habla de la “fresca con pasta” y el “yogurín”), en la manera de tratar a niños y niñas, en nuestra manera de hablar, que al ser algo a lo que estamos acostumbradas nos pasa desapercibido. Pero ahí están, y las cifras hablan de un repunte considerable en la violencia machista entre los más jóvenes, siendo habituales entre ellos situaciones de violencia y acoso físico, sexual o psicológico.

Y para colmar este vaso de angustia y desesperanza, solo nos falta tener que aguantar algunas lamentables declaraciones de personajes públicos, (sin ir más lejos, la semana pasada fue Leguina, expresidente de la Comunidad de Madrid), que son capaces de hablar a la ligera de denuncias falsas, obviando así un estudio elaborado por el grupo de expertos y expertas del Consejo General del Poder Judicial, que rompe el mito de las denuncias falsas, ya que solo una de todas las resoluciones judiciales estudiadas (530 en total), podría considerarse como tal.

Estamos en una situación que debería ser de alarma social, y sin embargo recibe solo algunos minutos en los noticieros y dependiendo quién y cómo se dé, puede pasar por algo nimio y sin trascendencia, o incluso puede aparecer algún titular en el que casi se acuse a la propia víctima por haber estado en el lugar y el momento equivocado…

Hemos de alzar la voz y gritar a los cuatro vientos que ya está bien de esta situación, que debe tomarse en consideración y actuar en consecuencia.

¡¡¡Basta ya de violencia de género!!!! ¡¡¡¡Basta ya de mujeres asesinadas!!!! ¡¡¡Basta ya de atentados machistas!!!!