El Zapatazo. Historia de una traición

Sabíamos que se podía ser torticero en el ejercicio de la política, que se podía utilizar grandes dosis de demagogia, que la incapacidad para gestionar una crisis estaba presente en el gobierno socialista y muchas cosas más, pero lo que no esperábamos es la traición hecha a nuestros mayores con el famoso decreto que yo vengo en denominar el ZAPATAZO.

Zapatazo no es mas que el decretazo de Zapatero, aunque también puede tener una acepción equivalente de patada dada en el trasero de todos los españoles y especialmente den el de nuestros mayores.

Es si duda una de las medidas mas lamentables que se podía tomar para paliar los efectos de la situación producida por la pésima gestión económica de un presidente de gobierno que ha hecho del despropósito y del despilfarro su seña de identidad y de la perdida de confianza de USA, Europa y los inversores españoles y extranjeros, su principal valor.

El ZAPATAZO, es la cobardía de quien no sabiendo afrontar las consecuencias de sus propias decisiones, prefiere hacerlas pagar a los más débiles y utiliza una vez más la demagogia para explicar que ello era inevitable y que es  momento de hacer esfuerzos.

Y la cuestión no es esa. La cuestión es saber porque se ha llegado a esta situación y como se podría haber evitado. Cuando se quiere conseguir la correcta solución de un problema hay que empezar por saber porque ocurrió porque si no atajamos los males que la produjeron podemos seguir incurriendo en el mismo problema permanentemente.

Lo que nos ha llevado a esta situación es la destrucción de empleo (ya somos casi 5 millones de parados), la desaparición de empresas y el enorme déficit publico propiciado por Zapatero (en un solo año ha aumentado el déficit en casi 70.000 millones de euros).

Cuando Aznar dejo el gobierno el déficit publico era cero y ahora con este mal presidente socialista ya son casi 100.000 millones de euros lo que significa el bloqueo de capital para la inversión porque el gobierno necesita demasiado dinero de los bancos para financiarle.

Cuando algunos augurábamos que el excesivo tamaño del gobierno (demasiados ministerios), el excesivo gasto de la administración (Zapatero tiene mas de 600 asesores), la horrible política de enviar dinero a dictaduras exteriores (Cuba como gran ejemplo), el plan E que no ha creado empleo neto y ha aumentado la deuda de forma exagerada, etc., nos iba a traer malas consecuencias y que eso iba a significar mas paro y mas déficit publico, se nos trataba de agoreros.

Hoy quienes nos insultaban por nuestras criticas y por tratar de evitar lo que ha pasado, nos dicen que no haber aprobado el decreto es no tener sentido de estado. Me parece que hace falta tener un rostro político como e cemento para afirmar tal cosa. La responsabilidad de quien sabe que las cosas se han hecho mal y que la solución que se intenta aplicar no sirve es, votarlo en contra y cambiarlo e cuanto tenga la posibilidad.

La traición perpetrada contra los ciudadanos españoles por el presidente socialista no puede ser secundada por quienes entendemos que las cosa se debieron hacer de otra manera en el pasado, se han de hacer de forma distinta n el presenta y necesitaran ser reformadas en el futuro.