El radicalismo del PSOE

La irrupción como elefante en una cacharrería del efímero portavoz del PSOE, Colomer, en la Diputación de Castellón, ha llevado al partido socialista a las mayores cotas de radicalismo que recordamos en los últimos tiempos.

La provocación, el intento permanente de vulnerar el Reglamento de Organización y Funcionamiento, la falta de respeto a la institución y su presidente, presiden la actuación en cada pleno de alguien que, sin embargo, es muy intolerante con la oposición del PP en el ayuntamiento que, aunque con escaso margen, gobierna.

Esta provocación  apareció, de nuevo, en el último pleno, y además con premeditación y alevosía, ya que esta vez el diputado socialista se había traído con él a alguna persona que se levantó del pleno insultando al presidente y además nos esperaba fuera, el equipo del Caiga quien Caiga, que ya había amenazado al jefe de prensa de la Diputación con dedicarse a “reventar actos del presidente”, porque después de haberlo entrevistado, no les gustó como quedaba la entrevista. En fin, un ejemplo de actitud democrática  del provocador Colomer y de un medio al que se pilló con el diputado por Castellón (hay fotos en varios medios de comunicación), supongo que valorando el resultado del lamentable espectáculo que montaron. De nuevo una actuación de “pirómano-bombero” del diputado del PSOE.

El diputado socialista sabe, porque él dirige un pleno, que cuando se ha respondido a las preguntas de los diputados por parte del presidente, el pleno se ha terminado y si quería preguntar, lo debió indicar cuando se pidió por el presidente. Por tanto mienten quienes dicen que el presidente no quiso que Colomer interviniera, es al contrario, el diputado socialista pretendía vulnerar el reglamento, haciendo uso de la palabra cuando no le correspondía. Por tanto su comportamiento era antidemocrático y el presidente tuvo que corregirlo.

Colomer quiere convertir la  Diputación en un circo y eso le va a pasar factura ante los ciudadanos, porque desde el PP, de forma democrática, no lo vamos a consentir, por más que el diputado socialista se rodee de “personajes” y “medios” que intenten al presentar al provocador como víctima y amedrentar al PP con sus actitudes y su falta a la verdad en la información.

Vivimos una legislatura de debate intenso del 2003 al 2007. El presidente de la Diputación y el portavoz del PP somos los mismos. Lo que ha cambiado es el portavoz del PSOE y por tanto las formas de ese grupo. La falta de moderación,  el radicalismo plataformero (me recuerda los comportamientos en Fanzara, Coves de Vinromá, Sazadella, etc) preside las formas del PSOE en la Diputación y eso cambia de forma importante la situación. El PP seguirá prefiriendo la moderación en las formas, y tendrá siempre la mano tendida para ello, pero no vamos a transigir con comportamientos no reglamentarios y antidemocráticos.

De todas formas, lo que me nos pareció aún más lamentable fue que Navarro se prestara al juego de la mentira y la radicalidad, lo que descubre quién es en realidad. Quizá la lamentable batalla interna en el PSOE de Castellón por el poder, les tenga a todos desquiciados.