Un balance ejemplar
Cumplimos dos años del nuevo gobierno de la Diputación y lo hacemos desde la responsabilidad del grupo al que los ciudadanos le otorgaron en el 2007, un diputado más del que tenía, justo lo contrario de lo que le pasaba al partido socialista, que esta vez de la mano de Colomer, perdía un diputado.
Han sido dos años tanto de un gobierno de realidades, como de una oposición incapaz de presentar una solo proyecto, incluso de ayudar a que los más importantes para la provincia salieran adelante, cuando no de ser parte principal en el boicot de los mismos.
Ha sido una nueva etapa de gobierno que ha venido a consolidar los proyectos trabajados en legislaturas anteriores y a definir nuevas fórmulas de trabajo, especialmente importantes en estos momentos de zozobra inducidos por la pésima política económica del gobierno del partido socialista y para lo que la colaboración de Colomer y los socialistas de Castellón ha resultado fundamental.
La dinamización de la provincia, la idea clara de buscar las fórmulas para regenerar el territorio y crear empleo y la búsqueda del equilibrio necesario en lo social, han sido los ejes fundamentales del trabajo del gobierno de la diputación.
Y en esa línea han ido las principales inversiones en la provincia, así los diferentes planes provinciales han ido viendo la luz en estos dos años y continuarán adelante hasta acaba la legislatura. Casi 45 millones de euros se invertirán en carreteras para conseguir que 12 importantes ejes viarios vean ejecutadas sus obras en este periodo consiguiendo una transformación total de nuestra red viaria.
Nuestro aeropuerto va a iniciar sin duda su andadura en esta legislatura, después de todas las pegas puestas y sólo con la financiación de la Generalitat Valenciana, es decir sin un solo duro del gobierno del PSOE, convirtiendo nuestra provincia en un territorio absolutamente preparado para hacer del turismo un nuevo motor de la economía.
Nuestro hospital provincial se ha convertido en un centro de referencia para muchas especialidades. Con sus dos institutos, el oftalmológico y el oncológico, figura entre las instalaciones más apreciadas por los ciudadanos de Castellón.
Nuestra apuesta por los proyectos europeos focalizados en el desarrollo armónico de la provincia va a permitir la inversión de más de 5 millones de euros tanto para la construcción de cinco centros dedicados al desarrollo económico y social del interior, como a la formación de personas del interior en temas relacionados con la dependencia y que a la vez permitirá un mejor acceso de ellas al mercado de trabajo.
Nuestra apuesta por las nuevas energías con la puesta en marcha del Centro provincial de Energías Renovables y el programa dedicado a los ayuntamientos para que puedan implantar este tipo de energía en los edificios públicos, así como los programas dedicados a la adecuación ambiental, que además han permitido la contratación de más de 10.000 horas de trabajo en nuestros municipios de interior o los dedicados al acondicionamiento y limpieza de zonas de vertido que han supuesto más de 50 actuaciones en toda la provincia, todo ello con más de 500.000 euros de inversión, habla de la clara vocación de este gobierno por el desarrollo sostenible.
Seguramente habría muchas más cosas que destacar, como los planes provinciales de deportes, los planes provinciales de infraestructuras socioculturales, los de recuperación de patrimonio histórico-artístico, que han supuesto muchos millones de euros de inversión en toda nuestra provincia, pero no quisiera ser más exhaustivo.
Lo que queda claro con este breve repaso es que podemos ofrecer un balance ejemplar de lo que han sido estos dos años de gobierno y de lo que va a ser el final de la legislatura y lo que queda claro también es que algunos mienten o ignoran esta realidad. No sé qué cosa de las dos es más grave. Quizás aún sea peor porque, desde la oposición y en mi modesta opinión, Colomer y alguno de sus portavoces adjuntos con frecuencia hacen las dos cosas y por eso después de haber perdido hace dos años un diputado, han vuelto a cosechar un varapalo electoral hace pocos días, incluso en sus propias comarcas.
El consuelo, para más de uno, es que no estará en la Diputación para sufrirlo.