Por la glorificación adecuada del Cristo de la Suor
Todos sabemos que el 22 de octubre celebramos en Calp la festividad del Cristo del Sudor. Pero cada cuantos años se vuelve a abrir la discusión sobre la necesidad de fijar una fecha fija para la celebración de nuestro patrón, alcalde perpetuo y obrador del “miracle”.
No es la primera vez que cuando la fiesta del cristo cae en sábado o domingo, se nos obliga a votar en el pleno sobre el desplazamiento del festivo local al próximo día laboral para extender la fiesta de moros y cristianos que celebramos en su honor.
En el 2022 nuestra fiesta caerá en sábado y otra vez tenemos el debate en la calle. En el pasado pleno municipal del día 13 de octubre, los que gozábamos de la libertad para hacerlo, votamos en contra, ya que en el PSOE podemos ejercer nuestro voto en base de nuestros valores y creencias.
Desde el acervo cultural y la devoción considero inapropiado canjear la fiesta del Cristo del Sudor de esta forma, y no únicamente lo digo por aquello de que “santificarás las fiestas” sino que, como municipio maduro, tenemos que hallar una forma de dotar de estabilidad una de las festividades más importantes que exhibimos en con orgullo en el exterior.
Si bien el cristo sudó en marzo, y en Calp se sigue celebrando el segundo viernes de este mes, los ataques piratas sucedieron en octubre y se asocian inexorablemente al “miracle” que hacen al Cristo acreedor de nuestra devoción en la memoria colectiva.
El debate está entre sí el festivo local, que estamos autorizados a poner desde la corporación municipal cada año, lo consagramos al inamovible recuerdo y la religiosidad del “miracle” del Cristo cada 22 de octubre, caiga el día en el que caiga, o si por otro lado lo utilizamos como un comodín, y lo colocamos en un día laborable con el fin de prolongar la fiesta para los participantes.
En el año 2009 se propuso que se fijará la fiesta al cuarto lunes del mes de octubre y que para ello se hiciera un referéndum popular para conocer la opinión mayoritaria de los habitantes de Calpe. Al final, después de aquello, todo quedó como estaba y reviviremos las mismas discusiones cada cuatro años.