Las ayudas a golpe de talón no son ayudas
Los comerciantes y hosteleros de nuestra provincia viven en una constante pesadilla desde hace un año y parece que no va a mejorar en el 2021. La frustración y resignación acumulada les ha obligado a echarse a la calle con el objetivo de que su indignación y lamentos de dolor sean escuchados. Sus negocios se les escapan, sus deudas crecen y sus familias entran en un escenario mísero y sin salida. Y me pregunto ¿qué ayudas establece nuestra Administración Local en sus presupuestos anuales para crisis imprevistas como ésta?, ¿qué papel desempeña la Concejalía de Comercio, Turismo y Hostelería en momentos drásticos como los que están viviendo estos sectores?
Si hacemos un poco de memoria recordaremos que a finales del 2019 publicaban los medios cómo el alcalde Luis Barcala, entre brindis, anunciaba un Plan de Acción Integral del Comercio para la modernización y dinamización de los mercados municipales. Al tiempo los pequeños comerciantes encaraban, tras la campaña de Navidad, un nuevo inicio de año 2020 optimista en ventas por las rebajas. Por su lado los hosteleros, resacosos del buen cierre de año, no sospechaban lo que les deparaba este año que no tardaría en anunciar los inicios del ya familiar “covid-19”. Y justo un año después, más que seguir hablando de ella, nos encontramos luchando contra ella; una pandemia ante la que sólo nos queda la esperanza de que acabe con la ya distribuida vacuna. Pero aún, a mediados de febrero, sólo ha sido vacunada el 3% de la población española.
La sociedad puede entender que la pandemia provocada por la Covid-19 ha creado una situación nueva e inesperada para todos, incluido para quienes nos gobiernan. Pero ¡ya ha pasado un año! y el único objetivo que se deberían haber marcado los gobiernos central, autonómico y local es haber creado un plan de prevención para este 2021 con la visión de que, posiblemente, fuera peor. Un dato: el Foro Económico prevé que hasta 2023 no se vuelva a niveles de 2019.
Diferentes han sido las ayudas dirigidas a los sectores de comercio y hostelería con el confinamiento general desde marzo del 2020, las cuales sólo han servido para crear una mayor crispación dada las ridículas cuantías, tardías en unos casos e inexistentes en otros. Ante eta situación surge una nueva pregunta: ¿cómo sobrevive el resto de establecimientos?, considerando que para la gran mayoría es la única fuente de ingresos familiar.
Nos encontramos inmersos en plena tercera ola. Y las restricciones llevadas a cabo por la Generalitat Valenciana han vuelto centrarse principalmente en la hostelería, forzando su cierre total, y en el comercio con la reducción horaria.
No deberíamos olvidar que, aunque también dañado el comercio y turismo, la hostelería viene siendo el primer sector afectado desde marzo del 2020. Las restricciones a los mismos se suceden unas tras otras desde la reducción horaria, de aforo al cierre total en prórrogas de 15 días.
Llegados a este punto surgen las mismas e iniciales cuestiones, al considerar que ni la hostelería ni el comercio presenta la misma liquidez que las grandes empresas para hacer frente a esta situación durante el tiempo que se prolongue la misma: ¿qué ayudas o plan de actuación contempla anualmente el ayuntamiento para crisis imprevistas?, ¿cómo ampara la Concejalía a los sectores que representa?
Las últimas noticias publicadas sobre las ayudas se centran en el “Plan Resistir”. Ayudas que asciende a los 11.145.766 euros de los cuales, de manera directa, el Ayuntamiento de Alicante sólo aportará poco más de un millón y medio haciéndolo el resto la Generalitat y Diputación Provincial. La ayuda irá desde los 750€ para personas trabajadoras autónomas, 1.200€ para pequeñas empresas de hasta cinco trabajadores, hasta los 2.000€ para aquellas con entre cinco y 15 trabajadores. Estas cantidades serán en un único pago, NO mensualmente. ¿Realmente alguien cree que con esas cantidades el propietario de un establecimiento podrá hacer frente a las deudas que arrastra desde marzo del año pasado… y las que seguirá acumulando?
Juzguen ustedes mismos.