La España que tenemos
Desde la guerra civil no ha existido en España una desigualdad social tan grande como la que está surgiendo ahora entre ciudadanos de este país. La clase media está desapareciendo a golpe de recortes y privatizaciones de lo que hasta ahora era público y gratuito.
Por si usted, lector, acaba de llegar a este país o vive en algún lugar remoto de este territorio donde la crisis, los periódicos y las televisiones todavía no han llegado, les voy a contar lo que aquí está pasando.
Hace algunos años en Europa nos dijeron que estábamos entrando en recesión, a partir de ahí el gobierno de entonces entró en serias contradicciones. Mientras algunos decían que la situación era mala, otros veían brotes verdes. Poco después el gobierno cambió de signo político, y entonces empezó la fiesta. Estalló la burbuja inmobiliaria, lo que supuso una caía progresiva del precio de la vivienda, pisos que valen ahora la tercera parte de lo que un banco o caja tasó cuando otorgó una hipoteca años atrás. Han caído en bancarrota bancos y cajas y el gobierno los ha rescatado tapando grandes y malas gestiones, que nos han costado varios miles de millones de euros a todos. Estas entidades han agradecido este rescate dando menos créditos y dificultando la adquisición de hipotecas. Muchos autónomos no han podido hacer frente a los gastos de sus negocios y han tenido que cerrar, otras empresas más grandes han recortado sus plantillas y han visto cómo sus ventas disminuyen poco a poco, esto al final se traduce en una elevada tasa de paro.
Cuado se entra a formar parte del club de parados, se establecen prioridades en el reparto del dinero: Primero la cesta de la compra, la farmacia, la luz, el agua, el gas y por último el alquiler o la hipoteca. Cuando el subsidio de desempleo no llega para pagar la casa, empieza la vía - crucis del embargo y el desahucio. Con la nueva propuesta del gobierno si no tienes niños menores de 3 años, ni tienes familia numerosa, ni sufres una grave enfermedad o eres jubilado, te vas a la calle sí o sí.
Otro "acierto" del gobierno es la reforma de la ley del aborto, que ahora va a ser tan restrictiva en los supuestos para abortar que si una mujer no está literalmente muriéndose por el hecho de estar embarazada, no puede abortar. Según algunos de l@s ministr@s los no nacidos, tengan los problemas médicos que tengan, tienen derecho a la vida. Y yo me pregunto, ¿Qué vida? ¿Con qué calidad de vida? ¿Con las ayudas que concede la ley de dependencia?
Tampoco sabemos qué va a ser de la seguridad social, se quiere privatizar hospitales, se masifican los ambulatorios, no hay dinero para la investigación ni para contratar más médicos, y al final todos terminaremos pagando el euro por receta, tiempo al tiempo.
Con el dinero que cuesta al estado algunas de las obras faraónicas que se han empeñado en vendernos como necesarias (aeropuertos, ave, rotondas, y da igual que estas obras sean proyectos de las autonomías, porque cuando ya no queda dinero en los ayuntamientos se pide el rescate al estado y volvemos a pagarlo todos, sea la comunidad que sea). Con ese dinero podríamos resolver muchas de las necesidades que realmente tenemos los que estamos sufriendo la crisis.
Devolver el dinero que algunos se han llevado amparándose en su posición social o en sus cargos públicos, también ayudaría a salir de ésta. (Mención especial para Don Iñaki Urdangarín, pero eso merece un artículo aparte)
Además, si conoce algún caso o presencia algún acto delictivo, piense muy bien si quiere denunciarlo, porque a partir de ahora acudir a la justicia le va a costar una pasta.
Para recordar:
CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA
Artículo 14 - Punto 1
Los españoles son iguales antes la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.