El PSOE se hunde por su cuenta

El Partido Popular ya ha exigido al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que anticipe la convocatoria de elecciones generales y consienta a los ciudadanos recobrar la confianza en el futuro, pues según el último barómetro del CIS todo parece indicar que lo consideran imposible con el actual gobierno socialista. Los resultados del CIS no anuncian nada que no supiéramos de antemano porque el hundimiento del PSOE y el desprestigio de Zapatero forman parte del horizonte político español y le exigen que abandone cuando antes el poder para no seguir causando más destrozos de toda índole, económica, social, de convivencia y cohesión nacional.

Los ciudadanos han expresado con toda contundencia que no confían en Zapatero porque lo consideran incapaz de sacar a España de la crisis y cada día que pasa aumenta el clamor por el cambio, pues ya se da por hecho el desplome del PSOE, especialmente después de conocerse las duras medidas de ajuste tomadas por el Gobierno y de sus últimos tijeretazos, un cambio de Gobierno con el PP al frente como alternativa para que los ciudadanos recuperen la confianza en el futuro y para sacarles de la crisis. España necesita gobernantes como los que cuenta el Partido Popular, personas con experiencia, con una eficacia contrastada en la gestión y que sepan tomar decisiones, que acepten los riesgos y los retos que tienen por delante. El futuro de España no sólo es cuestión del cambio del presidente del gobierno pues es tan compleja la situación que resulta preciso contactar con el sentimiento de los ciudadanos y sobre todo rodearse de equipos de prestigio y experiencia como los que ofrece el partido Popular.

Hay comentaristas políticos, un tanto interesados, que no llegan a aceptar que las últimas encuestas del CIS no reflejen ningún voto de castigo contra el Partido Popular por los presuntos casos de corrupción que curiosamente los mismos comentaristas pretenden airear en espacios informativos de algunos medios de comunicación. Lo que no se preguntan estos mismos analistas políticos es el porqué la ciudadanía ya no se cree las imputaciones interesadas, o las acusaciones de los socialistas que solo buscan el desprestigio de los dirigentes populares. Una prueba bien evidente la tenemos en nuestra Comunidad con muchos medios informativos que pretende esconder que el PP valenciano cuenta por abrumadoras victorias cada cita con las urnas desde el año 1995, y ello a pesar de los intentos de la Fiscalía o Interior con procesos judiciales abiertos que finalmente han quedado en nada, como los últimos abiertos que tienen pinta de ser una persecución policial orquestada por el ministerio del Interior o la Fiscalía. Cada día son mas los ciudadanos de nuestra Comunitat que se dan cuenta como los socialistas pretenden ganar en los tribunales lo que no pueden conseguir en las urnas. Y no van a conseguir ni lo uno ni lo otro.

Y no sólo es una opinión mía, sino que en la prensa escrita se puede constatar que el uso partidista con fines políticos y electorales de instituciones del Estado tan serias como la Justicia (a través de la Fiscalía) o la Policía hoy en día es un hecho en la Comunidad Valenciana. En Alicante el alcalde, Luis Díaz Alperi, ha estado permanentemente imputado por el Fiscal Anticorrupción, Felipe Briones, por muy diversas causas que siempre han sido archivadas después de años de persecución. En Xátiva su alcalde, presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus ha tenido que soportar tres años las denuncias del PSPV hasta que el juzgado concluyó que no se había cometido ningún delito En Burriana el alcalde, Alfonso Ferrada, dimitió tras varias denuncias presentadas por el PSOE en las que le acusaban de corrupción y se demostró que no era verdad. En Torrevieja, Pedro Hernández, también ha sufrido los "golpes" de la Fiscalía y las acusaciones de corrupción de la oposición sin que haya existido finalmente condena alguna, como otros cargos populares que han soportado campañas de desprestigio orquestadas por el PSPV hasta que los juzgados han archivado las querellas porque no había delito alguno y sí falsas acusaciones. El caso ahora de Joaquín Ripoll, la desproporcionada operación policial y las dudas del TSJCV se suma a una larga lista de mucho ruido mediático propiciado por los socialistas pero que al final se queda en nada de nada.