SOS
Sospecho que de no mediar cambios drásticos en nuestra conducta, el futuro de la humanidad sobre este planeta será el pasado, y lo dramático es qué ya no tendremos oxigeno para respirar, arboles en los que trepar, ni seres de los que alimentarnos.
El paso del hombre sobre la Tierra en el calendario cósmico, es tan breve como frágil. Por lo tanto, si queremos prolongar nuestra permanencia sobre este planeta, es imperioso evaluar nuestra conducta y sus y sus previsibles consecuencias.
En este mundo en el que nada es verdad ni mentira, en el que trabajador, trabaja, el creador, crea, y los otros, los que incapaces de crear, no crean y los que incapaces de trabajar no trabajan; PROTESTAN. De esta élite, los más audaces dirigen y el resto, los que no sirve para nada, reparte o administra. En este Mundo en el que comemos más de lo que podemos digerir, el problema principal no es la comida sino la basura.
Hemos avanzado tanto y tan rápido que perdimos el rumbo y hastiados de bienestar, no somos capaces de discernir, entre lo que queremos y lo que realmente necesitamos. Hemos sido seducidos por el canto de la sirena y nos dejamos conducir por eslóganes desnaturalizantes, que al servicio de los intereses creados nos distorsionan y atrofian nuestro intelecto.
Mientras tanto, la robótica silenciosa e implacable avanza…avanza llenado los espacios de seres frustrados que esperan la muerte en la antesala de la jubilación
Dicen los que “saben” que los tiempos pasados fueron mejores. Yo me pregunto: ¿para quién? Es cierto que cada uno tenía en ese tiempo su espacio en el que medrar y dignificar su existencia.
La preocupación más generalizada era tener una casa y algunos ahorrillos con que mitigar la vejez, o una posible enfermedad. El pan, era sagrado, el agua, bendita y los ancianos, la voz ancestral de los genes.
En la milenaria China hoy, ya se clonan vacunos para alimentar su la población lo que me hace sospechar que en un día no muy lejano, allí en donde hoy se clonan vacunos, se clonaran las elites dirigentes, que chips mediante alcanzaran la tan ansiada inmortalidad... para unos pocos. ¿Los demás? ¡Que se jodan!
¡Qué Dios nos ayude! Y que todo sea para bien.
A la fuerza ahorcan,