Interesante novillada del Parralejo

Miércoles 6 de marzo, novillada con picadores. Menos de media plaza.

Novillos del Parralejo bien presentados con chispa y complicados para los novilleros:

Román: Oreja y ovación
Lama de Góngora :Oreja y fuerte ovación
Vicente Soler: aplausos tras dos avisos y oreja

Por fin salió el sol y ha podido celebrarse la novillada con picadores con utreros bien presentados del Parralejo, encastados y con complicaciones para ser resueltas por los novilleros.

El valenciano Román prometió mucho en Fallas del año pasado y a medida que transcurrió la temporada fue decayendo poco a poco. Hoy lo he visto deshilachado, brusco, sin componer la figura y con muchos enganchones, practicando un toreo de alivio y abusando bastante del pico, lo que ocurre es que hoy la gente venía con muchas ganas de que los novilleros triunfaran y por ello la oreja en su primero. Lo que más me ha gustado de Román han sido unos excelentes doblones rodilla en tierra al comienzo de la faena de muleta para atemperar la embestida de su brusco segundo.

Me ha encantado la quietud, la firmeza y la elegancia de Lama de Góngora. artístico con el capote metiendo bien los brazos y con mucho temple. Con la muleta ha toreado muy despacito y bajando bien la mano. En su segundo se ha embraguetado con él y ha vuelto a templar. Su postura y su forma de torear con sentimiento y arte no pueden negar su origen sevillano. Ha cortado una oreja en su primero y hubiera salido a hombros si no llega a fallar con la espada en su segundo. Lástima, pero ha dado suficientes motivos para seguirlo durante la temporada.

Avispado de nombre el manso novillo con el que ha debutado Vicente Soler con los del castoreño. Ha tenido mala suerte, pues le ha tocado el peor lote. El primero rajado desde el principio, manso y desconcierto total en la lidia. Mal la cuadrilla del burrianense un tanto atropellada. Vicente ha tenido más ganas, entusiasmo y amor propio que acierto, optando por el tremendismo propio de la casa. En su primero manejó muy bien el capote con variedad y decisión con un remate a una mano muy torero y de cartel en el centro del ruedo. Toreó bajando la mano con la muleta intentándolo sujetar en todo momento porque el utrero solo buscaba las tablas. Se lanza con arrojo, pero clava la espada trasera y algo tendida, por lo que el novillo no cae y pierde la oreja por los múltiples descabellos ejecutados. Su segundo novillo fue el más deslucido de la tarde, llegando muy parado a la muleta sin prácticamente darle ninguna opción al Burrianense. Lo mejor de la tarde la estocada del sexto que le valió la oreja deseada con ansia por todo el público de Castellón.

Lo más negativo los monopuyazos, por lo que ya no se da lugar a la competición en quites. Y si ya no se compite de novilleros, menos lo hacen los matadores. El resultado es que se pierde uno de los momentos más vibrantes de la corrida. Mal vamos.