La importancia de una buena lidia

Llevamos ya tres semanas de San Isidro donde claramente se aprecia un cambio de escenario y de público. Del silencio maestrante al murmullo incesante venteño. La presentación de los toros como debe ser, con trapío, con la cornamenta limpia, astifinos, sobre todo en ganaderías como Valdefresno, el Vellosino, especial lo de José Escolar y la novillada de Flor de la Jara, bajando el nivel Núñez del Cuvillo donde se vuelve ha notar la mano negra de Curro Vázquez, y ¿qué pasó con lo de Román Sorando?, que casualidad, toreaba Cayetano. Fracaso de casta del Torreón a pesar de la buena presencia y lo del Partido de Resina deprimente. Excelente toro de Alcurrucén para Castella, el único, pero los Lozano fracasaron con el experimento del Cortijillo. Es decir, en cuanto a toros la Feria está hiendo a menos y el aburrimiento empieza a notarse.

El público de los toros puede tener muchas discrepancias, gustos diferentes en cuanto a toreros y ganaderías, pero cuando sale el “toro - toro”, ese que da emoción, que le pide el carnet a los toreros, todo el mundo se pone de acuerdo, porque los toros son emoción, miedo, pureza y arte. En definitiva, verdad. Y cuando un torero da la cara, se faja con el toro, lo domina con su técnica y poderío, y si además tiene la facultad de expresar su sentimiento artístico ante él, bajándole la mano dominándolo toreando muy despacio, gustándose, ya no existen discrepancias en la plaza, tanto aficionados como público en general se contagian de la emoción y la grandeza del toreo.

Es muy importante el trapío del toro, es decir, su estampa, la impresión que causa al espectador, su seriedad. También su casta, pues ésta es la capacidad que tiene el toro de provocar emoción, luego otro cantar sería la bravura, es decir, su acometividad, el embestir hasta el final, o su mansedumbre, ese toro cobarde, huidizo que no quiere saber nada de nadie, que barbea y se recula en tablas; pero lo importante es que todos los toros tienen su lidia, y el torero es quien tiene la obligación y la responsabilidad de saber dársela. No siempre torear es dar veinte o treinta muletazos limpios a base de derechazos o naturales. Todo dependerá del toro que se tenga delante y de la capacidad técnica y poderío del torero. A veces doblarse por delante con el toro para sacarle tres o cuatro pases y prepararlo para su muerte es suficiente. Por ello es muy importante saber lidiar, por ejemplo, ante la excelente presentación de los toros de D. José Escolar, si los toreros los hubieran lidiado correctamente y nos hubieran enseñado al toro en varas, hubiéramos disfrutado de una auténtica añeja corrida de toros, pero lo que ocurrió es que actualmente los toreros ya salen del hotel con la faena hecha en su cabeza, sin pensar que todos los toros no son iguales. Están acostumbrados al toro sin fuerza, pastueño y facilón que embiste como un carretón de entrenamiento, pero cuando sale el toro con dificultades, con fuerza y con casta, estos se amilanan y el toro se los come. En esta corrida se podría haber revivido el tercio de varas colocando a los toros de largo al caballo y hubiéramos podido disfrutar de la emoción que ello supone. Mi admiración ante Rafaelillo, Fernando Robleño y Alberto Aguilar solamente ya por anunciarse ante estos toros, pero en esta corrida los toros estuvieron por encima de los tres diestros. Esa tarde no se aburrió nadie, hubo emoción, hubieron toros, no borregos, que es a lo que se nos está mal acostumbrando actualmente. Gran corrida de toros, sobre todo para verla desde el tendido más que para enfrentarse a ella, pero amigos, a los toreros los tenemos como héroes, hacen lo que nadie nos atrevemos hacer, por ello los admiramos y los veneramos siendo para nosotros como seres sobre naturales. Con toros así la gente volvería a llenar las plazas de toros.

Iván Fandiño sustituyó a Curro Díaz y demostró su torería ante los del Montecillo. Alejandro Talavante se escapa del pelotón más avanzado en busca de la cabeza de carrera que la comparten El Juli y Manzanares que demostraron estar cumbres de nuevo en Madrid.

Y quiero destacar la importancia de una buena lidia por parte del matador y una excelente brega de parte de los toreros de plata. Excelentes cuadrillas del Juli, del Cid, Castella y sobre todo la de Manzanares. Da gusto ver bregar a estas cuadrillas. Que forma de torear, como enseñan a embestir al toro, sin molestarlo, sin acosarlo, pendientes siempre a la mirada de su maestro. Con un solo capotazo colocan en suerte al toro. Con compenetración, limpieza, seguridad y precisión hacen vibrar a todo el público en excelentes tercios de banderillas. Con estas premisas dejan al toro más que preparado para la faena de muleta sin haberlo molestado. Así se brega, así se lidia y ello es la base del triunfo del matador. por ello no me resisto en volver a nombrar también en este artículo a la excelente cuadrilla de José Mari Manzanares: Curro Javier, Juan José Trujillo y Luis Blázquez.

Excepto en alguna vara suelta, se sigue picando bastante mal incluso en Madrid. La mayor parte de las veces sin poner el toro en suerte y sobre todo clavando muy trasero. Opino que debería incorporarse en el reglamento taurino el símil de las tarjetas amarilla y roja que emplean los árbitros de Fútbol. Así pues se debería sancionar con varias corridas de suspensión a aquellos picadores que no pican en su sitio, que barrenan, que en un solo puyazo meten y sacan la vara incesantemente, o que tapan la salida al toro bravo. Lo mismo se debería hacer con los subalternos que no bregan correctamente y por supuesto con los matadores que no se preocupan de lidiar, por ejemplo de no colocar al toro correctamente en suerte ante el caballo de picar. La suspensión por varias corridas les dolería más que las irrisorias sanciones económicas que actualmente tienen. Esto también podría ser aplicable a las ganaderías cuyos toros salen claramente sospechosos de manipulación de sus astas.

Atención a los toreros mejicanos que han venido con ganas y han demostrado su valía y torería. Enhorabuena y a seguir luchando y cosechando triunfos.

En cuanto a los novilleros han destacado Jiménez Fortes, Víctor Barrio y Diego Flores. La presentación de los novillos en las Ventas mucho mejor que la mayor parte de corridas de toros en plazas del resto de capitales de provincia.

Restan las corridas de Samuel Flores, Peñajara, Phala y Cuadri para toreros lidiadores. Esperemos que triunfen.

Ha comenzado ya la Feria de Córdoba con triunfos del Juli, Manzanares, Castella y Talavante, pero con toros impropios de ser lidiados en una plaza de toros. Ya anuncié en mis crónicas de Magdalena de la enfermedad que ataca a la Fiesta. De los virus profesionales que la infectan. Pronto acabarán con las defensas que somos los aficionados. Tendremos que vacunarnos en Francia, o ¿harán algo los doctores, en este caso los presidentes de las corridas, para remediar el fraude?