LA UNIÓ denuncia que la liberalización del mercado eléctrico y la desaparición de las tarifas especiales para la agricultura pone en peligro el regadío de la Comunitat Valenciana
El coste energético de las explotaciones agrícolas se ha disparado de media entre un 60 o un 80%, aunque el mismo depende de varios factores como si se extrae el agua o se impulsa, de la profundidad del agua en el pozo o sondeo, de la potencia de la bomba, del sistema de riego empleado, del cultivo, de la climatología. La apuesta por la modernización del regadío en nuestra comunidad autónoma y el hecho de que en algunas zonas el déficit hídrico haya obligado a la explotación de pozos a gran profundidad provoca que los consumos de electricidad sean importantes.
La Comunitat Valenciana tenía una superficie regada de 327.166 hectáreas en el año 2009 según datos del Informe sobre regadíos en España del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural, lo que supone casi el 10 por ciento del regadío de todo el Estado. Los principales cultivos regados en la Comunitat Valenciana son los cítricos con cerca de 165.000 hectáreas, el viñedo con 23.000 has, el arroz con 15.000 y el olivar con cerca de 13.000 hectáreas.
De acuerdo a este informe, la Comunitat Valenciana es una de las comunidades autónomas que cuenta con mayor implantación del sistema de riego localizado, con una superficie en 2009 de 181.893 hectáreas, lo que supone el 56 por ciento de la superficie total regada. De 2009 a 2008 el crecimiento del riego localizado en la Comunitat Valenciana ha sido del 23 por ciento.
LA UNIÓ señala que el aumento del coste de la factura eléctrica en los regadíos, unido al creciente incremento de los otros costes de producción y el bajo precio que se percibe por las producciones agrícolas, pone en peligro la viabilidad económica de muchas explotaciones de la Comunitat Valenciana que apostaron por la modernización de las mismas.
LA UNIÓ insta al Gobierno a buscar soluciones de forma urgente junto a las compañías eléctricas para evitar que el incremento del gasto energético amenace la viabilidad del regadío, porque los agricultores valencianos no pueden repercutir, como hacen otros sectores, ese incremento en el precio final de sus producciones. LA UNIÓ recuerda que las tarifas eléctricas para riego es uno de los puntos reivindicativos que las organizaciones profesionales agrarias han analizado con el Gobierno tras la manifestación de noviembre y que, al igual que el resto de puntos, se ha incumplido una solución al respecto a pesar de expirar ya prácticamente el plazo dado.