Trabajadores de las residencias de mayores: “Han sido días muy duros y de gran carga emocional”

Las residencias de mayores han sido las más golpeadas por la pandemia, sin lugar a dudas: miles de fallecidos y contagiados en los geriátricos valencianos -también a nivel nacional- que han evidenciado la flaqueza de un sector social doblemente vulnerable: Por un lado, en él viven concentradas personas que tienen todos los factores de riesgo para padecer la enfermedad y sufrir su mayor letalidad, por su edad, pluripatología y fragilidad. Por otra parte, se trata de un sector hasta ahora socialmente olvidado y poco reconocido, con recursos humanos y económicos insuficientes.

Han llegado a ser un centenar las residencias valencianas con brotes de coronavirus. Afortunadamente la situación ha mejorado enormemente respecto a hace unas semanas aunque en las últimas horas ha muerto un residente más a causa del covid-19 y se han notificado un caso más entre residentes y cuatro entre los trabajadores. De hecho, según los últimos datos de la conselleria de Sanidad, a día de hoy hay algún caso positivo en 57 centros.

La Residencia Santa Llúcia de Dénia ha sido una de las que ha podido superar la primera oleada de la pandemia sin casos ni graves incidencias. Una suerte, reconoce Andrea Pastor, enfermero de la Residencia, o muestra de que algo se ha hecho bien. Pastor, también delegado sindical del SEP ha comparecido este jueves ante los medios de comunicación para explicar lo que a su juicio y tras vivir en primera persona la situación, se podría hacer para mejorar la vida de los residentes y la calidad profesional del equipo que “ha tenido un comportamiento extraordinario”.

“Han sido días de carga emocional muy dura”, explicaba emocionado antes de insistir en que “los políticos no han estado a la altura y no vemos que traigan propuestas para cambiar la situación”. Por ello, desde el Sindicato de Empleados Públicos de la Comunitat Valenciana han redactado en un plan integral de inversión y modernización de la residencia y el centro de día.

Una propuesta a nivel local pero que podría aplicarse a muchos otros geriátricos, explica Pastor. Estos planes pasan por cambiar la infraestructura y aumentar los recursos sanitarios, proteger a sus profesionales ya que, como ha denunciado Pastor, a muchos de los trabajadores no se les ha realizado PCR.

También reclaman humanizar los cuidados y ponen como ejemplo que en la Residencia de Dénia no hay baños individuales en la mitad de las habitaciones: “En este proyecto es necesario contar con la implicación de los familiares de las personas mayores, cuando quieran participar, para que la residencia no se convierta en un gueto, sino en un espacio común familiar de participación y afecto”.

El acceso a las tecnologías de la información y comunicación de los residentes también es otro punto a tener en cuenta: “En nuestra residencia no teníamos internet y fue el animador sociocultural quien ha gastado su tarifa para conectar a los residentes con sus familiares durante el aislamiento”.

Son algunas de las medidas que quieren trasladar a las autoridades locales, autonómicas e incluso nacionales para ayudar a un sector de la población que, desgraciadamente, no ha tenido una voz fuerte en los últimos tiempos y no se le ha podido escuchar a tiempo en esta pandemia cuando pedía auxilio.