Una temporada en manos del turismo nacional

La llegada del mes de julio y el arranque de la primera operación salida del verano materializa un escenario que se venía posponiendo desde hace semanas. Los hoteleros se enfrentan a la que debe de ser su gran temporada del año, pero lo hacen con muchas dudas e incertidumbres sobre la mesa.

El verano 2020 será diferente, de eso nadie tiene duda, y una de las grandes diferencias será el tipo de turismo que recibirá España pero también por el que optaran los españoles. Lejos quedan los grandes viajes por todo el mundo, este año el turismo será fundamentalmente nacional.

Así queda reflejado en el informe realizado por Privalia ‘El impacto que tendrá el coronavirus en la planificación y manera de viajar de los españoles tras la pandemia del Covid-19’ en el cual se analiza cómo han cambiado los planes en tan solo cuatro meses.

Según este estudio, un 75% de los españoles escogerá un rincón de España para disfrutar de sus vacaciones. Un gran porcentaje sobre todo si los comparamos con el 63% que el pasado verano escogió Europa como destino.

Otro factor importante es el gasto previsto para las vacaciones y el tiempo. De media los españoles pasaran una semana de desconexión en algún rincón del territorio, con un presupuesto que en el 49% de los casos será superior a 800 euros. En cambio, el 16% dice que gastará entre 300 y 600 euros.

Con estos números, todo parecería apuntar que el turismo nacional ayudará a reflotar a un sector que se encuentra al límite pero las impresiones no son así. El director de Casual Hoteles, Juan Carlos Sanjuán, apunta a unas cifras de ocupación “ridículas” para las próximas semanas.

Pese a ello, intenta ser optimista y apuesta por una evolución de cara al mes de agosto: “Julio va a ser un mes en el a la gente le va a costar viajar por miedo. Creo que agosto la gente va a ir perdiendo el miedo” apunta en declaraciones al InterCafé de Intereconomía Valencia recogidas por elperiodic.com.

“Viajar es seguro y los hoteles están cuidados. Agosto puede ser un mes para salvar las castañas” insiste, al tiempo que considera que es necesario tranquilizar a la ciudadanía desde las diferentes administraciones. “La gente por la calle se mueve que más da hacerlo en Valencia, Madrid o Sevilla. Movámonos, viajemos y salgamos de ese agobio interno que tenemos para volver a ser felices” afirma.

Con todo ello, el sector turístico vive unos meses de mucha incertidumbre pues las reservas siguen llegando a cuenta gotas y de forma muy escalonada. Una formula que les impide planificar la temporada y el futuro más cercano, que llegará en septiembre y que no saben cómo podrán afrontar.