¿Por qué hay tantos días de bandera roja y amarilla en la Comunitat Valenciana este verano?
Un fenómeno meteorológico está detrás de esta situación
Este verano las playas de la Comunitat Valenciana están viviendo muchas jornadas con banderas rojas y amarillas ondeando.
Unas banderas que alertan del peligro en el mar, y a las que se recomienda hacer caso para atajar el aumento de los ahogamientos que se está viviendo en las últimas semanas.
Una restricción al baño que viene generada por un fenómeno meteorológico que complica el estado del mar.
Aunque el viento no ha soplado con especial fuerza salvo contadas ocasiones sí que hay mar de fondo. Es decir, olas que se generan mar adentro, relativamente lejos de la protección costera.
Desde la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) explican que la mayor frecuencia de vientos de levante este año está detrás del mayor número de banderas rojas y amarillas.
Además, este viento marítimo es un factor más que ha contribuido a que el Mediterráneo occidental esté tan cálido, lo que no permite que las temperaturas mínimas bajen en la costa, por lo que se están viviendo noches sofocantes. Y es que la temperatura del mar estás tres grados por encima de lo normal, a casi 29 grados según la boya del Puerto de Valencia.
Toda una paradoja, ya que habitualmente la brisa marina es sinónimo de un ambiente más fresco, mientras que el viento de poniente lo es de tiempo caliente.
Al menos es así en tierra, pero respecto al mar las cosas son diferentes. Y es que los vientos de poniente facilitan el enfriamiento superficial del mar, al generar afloramientos de agua fría.
Lo que hace este viento es generar inestabilidad sobre el mar al chocar contra el habitual sentido de las olas contra la costa, lo que remueve las aguas, hundiendo las aguas superficiales y cálidas y hace surgir a la superficie las aguas frías que hay en el fondo.
Así, este verano, en cambio, la mayor persistencia de viento de levante, ha dado lugar a que el mar en nuestras costas esté muy cálido y a que las olas lleguen con fuerza a las playas, prohibiéndose el baño en muchas ocasiones.