Sueca colabora, un año más, en la campaña para la protección del chorlitejo patinegro
El chorlitejo patinegro es una especie de ave catalogada como vulnerable después de haberse constatado un declive poblacional importante en la Comunidad Valenciana. Por este motivo, nuestro municipio lleva a cabo desde hace años una campaña con la finalidad de preservar su conservación y reproducción en su hábitat natural, el cordón dunar de nuestro litoral.
Ante la amenaza que supone el uso público de las playas durante su época reproductora (de marzo a julio), como la alteración del hábitat dunar, la presencia de mascotas sueltas y sin vigilancia o el trasiego de personas por las playas, entre otros; y con el fin de favorecer la conservación y recuperación de esta especie en nuestro territorio; el parque natural de La Albufera en colaboración con las administraciones locales, como el Ayuntamiento de Sueca, están llevando a cabo actuaciones para la protección del hábitat, como la colocación de vallas y carteles para la protección de las dunas; ya que generalmente los nidos aparecen en el primer cordón dunar, evitando el trasiego de personas por encima de las mismas. También se van a poner en marcha campañas para la eliminación de especies exóticas invasoras que las ocupan, y que reducen el hábitat disponible para la reproducción de la especie.
Pese a la colocación de las vallas, el chorlitejo patinegro continúa expuesto a muchas amenazas y, por ello, desde el Ayuntamiento de Sueca va a ponerse en marcha, un año más, una campaña dirigida a las personas usuarias de las playas, para que se respeten los accesos y las vallas de protección de las dunas, así como la presencia de perros en aquellos lugares donde no esté permitida.
Desde el Ayuntamiento, además de la protección del chorlitejo, se ha trabajado en los últimos años en la puesta en valor de la zona de arena situada detrás de las dunas de Motilla, donde se han llevado a cabo trabajos de renaturalización para dotarla de la vegetación y la tranquilidad que estas aves necesitan para su nidificación. Las dunas, al ser un ecosistema frágil cuyo sustrato es arena, resultan fácilmente destruibles por la actuación del ser humano. Por ello, desde el Ayuntamiento se ha considerado de vital importancia delimitar el paso a través de la colocación de unas vallas, construidas a base de madera y cordón, con el fin de proteger los casi 3.000 metros de zona dunar que contienen sus playas.