La SOCV advierte del peligro de los punteros láser
Internet facilita la adquisición de determinados productos láser que son perjudiciales para la visión y pueden causar daños irreversibles en la retina
La Sociedad Oftalmológica de la Comunidad Valenciana (SOCV) advierte que el uso de determinados tipos de productos que emiten luz láser puede ser perjudicial para la visión, causando daños irreversibles en la retina. En los últimos tiempos se ha generalizado la adquisición de punteros láser de gran potencia a pesar de que su comercialización está restringida por ley a usos profesionales. No obstante, estos productos se pueden encontrar fácilmente en internet, donde no se informa al usuario de la peligrosidad que entraña su utilización.
La luz láser se clasifica en cuatro clases siendo la tipo 1 la de menor potencia mientras que la clase 4 es peligrosa y puede conllevar pérdida de visión, por lo que su uso precisa extrema precaución. El umbral de peligrosidad del haz láser se sitúa en 5 mW, y todos los productos que exceden esta potencia pueden provocar graves lesiones. De forma habitual, los punteros que se utilizan, por ejemplo, en presentaciones, no superan este límite, pero es fácil encontrar en la red productos que, bajo una apariencia inocua, son peligrosos para la vista. Los recientes casos de uso de luz láser en campos de futbol y para apuntar a aviones han puesto de manifiesto la falta de concienciación al respecto.
Según el Presidente de la SOCV, Rafael Martínez-Costa “cuando el láser incide en el ojo éste actúa como una lente de aumento, todos sabemos que una lupa puede ser empleada para concentrar luz solar y quemar un material, la lente que es el ojo humano concentra la luz del haz láser en un punto muy reducido de manera que puede producir quemaduras irreversibles en zonas la retina fundamentales para la visión”. No hay que olvidar que otros láseres médicos son ampliamente utilizados en oftalmología con fines curativos, y que los especialistas conocen, por tanto, las consecuencias que podría acarrear un aparato inadecuado, manipulado por quién desconoce sus riesgos.
El ojo dispone de un mecanismo de defensa que se conoce como “respuesta de aversión”: cuando una luz brillante incide en el ojo, éste tiende a cerrar rápidamente el párpado, o se mueve en una dirección diferente a la de la luz. Normalmente esta respuesta se produce en menos de 0,25 segundos. Sin embargo este reflejo no tiene efecto alguno cuando el láser es de una potencia significativa, ya que el daño en estos casos se produce en menos tiempo.
Qué dice la normativa
La legislación española especifica que “los productos que utilizan láser de las clases 3A, 3B y 4 pueden representar riesgo no solamente para el usuario, sino para otras personas, aunque estén a distancia considerable, por lo que deben ser usados únicamente por personas con formación adecuada. En productos láser de la clase 2 se han de tomar precauciones para evitar la visión continua directa del haz”.
Según la normativa vigente, los punteros láser, en cualquiera de sus formas de presentación, de clase igual o superior a tipo 3 no se pueden comercializar ni distribuir de forma gratuita, excepto los concebidos para usos profesionales específicos, como la astronomía. En ningún caso se considera uso profesional los utilizados para ayuda en conferencias o los utilizados por los aficionados a la fotografía para realizar instantáneas nocturnas.