Los socialistas valencianos intentan recomponerse y entran en la campaña de las generales condenando el pacto de Mazón con Vox
Al PSOE de Ximo Puig se le han atragantado varios acontecimientos en las últimas semanas: la derrota en las urnas frente al PP de Carlos Mazón pese a la mejora de unos resultados que fueron insuficientes para frenar un gobierno de derechas; la pugna interna del partido en la elaboración de las listas de los socialistas valencianos al Congreso y al Senado en la que Carlos Fernández Bielsa retó a Puig y que acabó con Ferraz desautorizando al actual Secretario General y dando apoyo a la propuesta de un Bielsa que aspira a sucederle.
El último jarro de agua fría -aunque esperable- es el acuerdo entre el Partido Popular y Vox para gobernar juntos en la Comunitat Valenciana. Un pacto que llega tras el no rotundo de socialistas y de Compromís a abstenerse para facilitar así un gobierno del PP sin Vox. Este miércoles, todavía no habían pasado ni 24 horas del anuncio del pacto, los socialistas valencianos han querido lanzar un mensaje de unidad registrando las listas al Congreso y al Senado por las tres provincias.
En el caso de la valenciana, han sido la ministra de Ciencia y 'número uno' por Valencia al Congreso, Diana Morant, el 'número dos’ y exministro José Luis Ábalos así como el ‘número uno’ al Senado y alcalde de Paterna, Juan Antonio Sagredo, quienes han escenificado la unidad en un momento complicado para el PSOE, tanto a nivel interno como en el institucional en el que se preparan para dejar muchos ayuntamientos en los que hasta ahora gobernaban, así como en la Diputación de Castellón y en el Consell.
Los tres candidatos han hablado del “pacto de la infamia” firmado por seis hombres y uno de ellos condenado por violencia machista: “Han convertido la Comunitat Valenciana en la gran puerta de entrada de Vox en estas elecciones. El señor Feijóo en las anteriores elecciones, las de Castilla y León, intentó disimular, acababa de entrar, pero ahora este pacto tiene su beneplácito y su bendición. Y esto se está normalizando ya en el resto de ayuntamientos”, ha expresado Diana Morant.
Derogar el ‘sanchismo’ es abrazarse a Vox
“Derogar el 'sanchismo' es abrazarse y echarse en brazos de Vox y de la extrema derecha”, ha sentenciado Morant que cree que existe un riesgo a partir de este nuevo gobierno “para las políticas de igualdad, de implantar el PIN parental o de que nuestra lengua materna, el valenciano, esté corriendo peligro ahora mismo en las aulas”.
Consideran que frente a la extrema derecha solo queda plantarse el 23J y por eso han registrado “la mejor candidatura para defender la mejor España” de cara a las próximas elecciones generales del 23 de julio para las que, han explicado, “queremos ser el instrumento de la mayoría social y convertirnos en mayoría política para frenar a aquellos que quieren involucionar, retroceder, derogar y destruir”.
Ellos han destacado “este 23J existen dos modelos: el del PP con Feijóo como presidente y Abascal como vicepresidente, o el modelo del PSOE, un modelo que está construyendo la mejor España junto con los agentes sociales y que nos ha traído los mejores datos de progreso a nuestro país y a la Comunitat Valenciana”.
Críticas también en Castellón
Por su parte, la número por la provincia de Castellón al Congreso, Susana Ros, se ha sumado a las críticas calificando al acuerdo PP-Vox como “el pacto de la vergüenza”. “Una foto vale más que mil palabras y ayer habían seis hombres (en la negociación) cuando las mujeres somos más del 50%”, ha lamentado Ros, que ha añadido que “lo peor es que lideraba la negociación un condenado por violencia machista”.
“Es un insulto a las mujeres, un peligro y un mensaje muy negativo”, ha zanjado la candidata castellonense para la cámara baja. En el registro de listas en Castellón estaban presentes las números uno por Senado y Congreso en la provincia de Castellón, Amparo Marco y Susana Ros y Ruth Sanz como portavoz de la ejecutiva provincial.
El “lío” de las listas para las elecciones generales
En Valencia no se ha hablado del lío interno con la modificación de las listas para el Congreso y el Senado. Una situación que también se repitió en Castellón, donde Ferraz aprobó su propia lista para Congreso y Senado desautorizando la propuesta avalada por la ejecutiva autonómica de Ximo Puig y la provincial de Samuel Falomir. Así, las listas inicialmente salieron de la Comunitat Valenciana con unos nombres y volvieron de Madrid con otros.
Especialmente llamativo es el caso de Amparo Marco, que forma parte de la ejecutiva de Pedro Sánchez y asciende como número uno al Senado tras perder la alcaldía de Castelló, ocupando el lugar que Puig había desginado para Eva Redondo, cercana al president en funciones Puig.
Desde el PSPV provincial, su portavoz Ruth Sanz ha asegurado este lunes que la ejecutiva se ciñe a acatar la decisión tomada en Madrid. “Aquí se ha decidido una cosa pero el comité federal y la comisión de listas han decidido otra cosa” ha recordado Sanz, que ha recalcado que “como siempre, acatamos las decisiones que se toman” al tiempo que ha añadido que “todos somos compañeros”.
Listas en Alicante
El Comité electoral del PSPV-PSOE de Alicante también ha presentado ante el registro de la Junta Electoral las que serán las listas electorales con las que concurrirán a las próximas elecciones del 23 de julio.
Alejandro Soler, cabeza de lista al Congreso de los Diputados, ha manifestado que “hemos sido los primeros en presentar nuestras listas, porque aspiramos también a ser la lista más votada. Salimos decididos a ganar y gobernar, y contarles a los ciudadanos la gestión que hemos realizado estos últimos años. Vamos a contraponer nuestro modelo de avances y mejoras al de la derecha y la ultraderecha tan dañino para los ciudadanos”.
Soler, también ha resaltado que “ayer pudimos ver cómo en minutos se han puesto de acuerdo en un pacto que cabe en una servilleta, una falta de respeto. Ayer se abalanzaron hacia el poder a cualquier precio, con un acuerdo rápido, sin ninguna sustancia, con el único objetivo de alcanzar el poder. Los socialistas queremos ser ese muro de contención que detenga a la ultraderecha y a sus políticas destinadas a perder derechos”.