Un viaje a la memoria y a los orígenes de la cultura andaluza en Silla
El teatro de la plaza en la localidad de Silla acogió el homenaje a una generación de mujeres a la que tanto le debemos y tan poco le hemos agradecido
La Federación de Entidades Andaluzas de la Comunidad Valenciana (FECACV) organizó, en colaboración con la Fundació Horta Sud, un acto de reconocimiento a esa generación de mujeres que, de forma anónima y en silencio, en unas condiciones que no fueron nada fáciles, sacaron adelante a sus familias, dándole a sus hijos una vida mejor que la que ellas mismas tuvieron. Un agradecimiento a esa generación que, a fuerza de trabajar, contribuyó a mejorar este país.
Un homenaje que reconocía el legado más importante que nos dejan estas mujeres, su cultura y valores. Cuando las mujeres hablan con estos códigos todo cambia, y se nota, había amor, reconocimiento honesto, agradecimiento que salía de las entrañas, una comunión entre todas las personas que acabaron emocionadas.
Mujeres de las diferentes Casas de Andalucía recogieron en nombre de toda una generación un detalle que les reconocía y les agradecía el trabajo realizado en silencio, como les decía Puri Torres, presidenta de la FECACV, “con vosotras hemos aprendido a ayudarnos mutuamente, a respetarnos, a cuidarnos y a valorar los pequeños detalles de la vida y convertirlos en momentos inolvidables”.
De la mano de la actuación de Antonio Manuel y Mujeres Mediterráneas, hicimos un viaje a la memoria y a los orígenes del pueblo andaluz.
Antonio Manuel, jurista, músico, escritor, activista social y patrono de la Fundación Blas Infante, hizo un recorrido por la historia, las palabras, las costumbres y la cultura andaluza, y dio las claves para reconocernos en lo que hacemos, a veces sin entender nuestra propia cultura. Un recorrido que llegó hasta la época en que Andalucía tubo la mayor biblioteca del mundo, la mejor medicina, filosofía o poesía, hasta llegar a nuestros días. El eje del viaje fueron las mujeres, así como las custodias de la memoria. Una cultura construida a base del respeto a la diversidad y adaptación a los diferentes períodos sociopolíticos desde la alegría como forma de resistencia y reivindicación.
Un viaje musicado por Mujeres Mediterráneas, que recogieron los ecos de las voces populares de las dos orillas del Mediterráneo y se dieron la mano en un intercambio de coplas y estribillos que las artistas hilvanaron con gran sutileza, elegancia y frescura.
Un acto también cargado de un alto contenido humanista, donde se habló de igualdad, y donde Natalia Enguix, Vicepresidenta de la Diputación de Valencia, mostró su reconocimiento y apoyo a las mujeres homenajeadas y también Trinidad Martínez alabó el trabajo y compromiso de la FECA en estos temas.
También se habló de paz y hermanamiento; Andrés Perelló, Director de General de Casa Mediterráneo, hizo referencia a la cultura mediterránea “para entender quiénes somos hay que entender que en el Mediterráneo se arraigan las raíces de nuestra civilización”. O el tema de la emigración, siempre en una historia de ida y vuelta, en la que no reconocer el drama de las personas que mueren en nuestro mediterráneo por perseguir el sueño de tener una vida mejor es sencillamente inhumano.
El viaje acabó cantando el himno de Andalucía a capela por Antonio Manuel y que corearon las 137 personas de la sala, un momento improvisado gracias a la comunión que se produjo entre todas las personas que vivieron este viaje y que cerraba con la alegría de reivindicar la letra de su himno que pide tierra y libertad, y recuperar el papel de Andalucía “los andaluces queremos volver a ser la luz que fuimos, y que a las personas alma de personas dimos”.