El Cronista Oficial de Segorbe hace un repaso de la Primera Guerra Mundial en la Ciudad y Alto Palancia
Segorbe y la comarca del Palancia durante la I Guerra Mundial fue el tema que el viernes por la tarde abordó en el Teatro Serrano, el Cronista Oficial de la Ciudad, Rafael Martín Artíguez. Acto que se inscribe en las actividades paralelas organizas por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Segorbe con motivo de la VIII Muestra de Audiovisual Histórico, en conmemoración del centenario del inicio de la Primera Guerra Mundial que hasta el 11 de mayo repasará el conflicto bélico que asoló gran parte de Europa en los inicios del siglo XX.
Conferencia que no quisieron perderse ni el Alcalde de la Capital del Palancia, Rafael Calvo, como los concejales del equipo de gobierno que le acompañaron, Francisco Tortajada, Soledad Santamaría, Vicente Hervás y Ángel Berga.
Acto que se desarrollo en dos partes. En la primera de ellas y a modo de homenaje del compositor español, Enrique Granados, víctima del conflicto bélico, se ha ofrecido la audición de su obra Danza Española nº 5, Andaluza, con la proyección de imágenes de estudio de personas de la comarca y de lugares de Segorbe de principios del siglo XX.
La segunda parte abordó en forma de conferencia, con la proyección de un buen número de fotografías de la época, las circunstancias que atravesaba Segorbe y la comarca, durante la llamada Gran Guerra (1814-1818).
Martín comenzó su conferencia hablando de la gran crisis agraria que padeció la Comarca del Alto Palancia en el primer cuarto de siglo XX a consecuencia de la filoxera, ya que era una de las mayores zonas productoras de vino del reino. De hecho aún quedan restos de los grandes cubos donde se almacenaba el vino y especialmente en el casco antiguo de Segorbe.
Martín también habló del cierre de las industrias segorbinas y de los incendios de la fábrica de chocolates, de la firma Canalda, Mínguez y Clavel. Y, la garrotería de José Martínez, en la Calle de la Muralla.
Y, de los conflictos a consecuencia del agua entre Altura, Navajas y Segorbe, donde finalmente se construyó un repartido junto al Manantial de la Esperanza, para evitar conflictos. Del Nacimiento del Berro, con la pertinente denuncia un día después de su nacimiento, por parte del Sindicato de Riegos de Segorbe, por irregularidades en las obras y el perjuicio que pudiera sufrir el manantial de la Esperanza.
A parecer el procedimiento seguido por Altura no fue el correcto, pero tampoco se pudo demostrar que el alumbramiento del Berro, mermara el caudal de la Esperanza. En pleno proceso, llegaron las lluvias aumentando considerablemente los manantiales y fuentes, algunas de ellas secas por los años de sequia.
El cuatrienio de la Gran Guerra comenzó con la Alcaldía de Trinitario Vicente Gómez y continúo con Saturnino Guillen Palomar, quien puso gran interés por mejorar la calidad educativa no solo en Segorbe, sino también en las Pedanías de Peñalba y Villatorcas. Finalmente, el Ministro de Educación aprobó la construcción de escuelas mixtas en ambas pedanías, actuación que se atribuyó al Diputado en Cortes, Juan Navarro Reverter. Así como la escuela Agrícola que se consiguió en octubre de 1914.
Otras actuaciones importantes llevadas a cabo durante el periodo de la I Guerra Mundial, fue la instalación de alumbrado eléctrico en Villatorcas. Construcción de la Carretera entre Segorbe y Altura tramo que formaba parte de la Carretera de Gatova. Proyecto que provoco la construcción de una de las obras de ingeniería modernista más bella de la comarca, el Puente Nuevo, fue construido hacia 1916 por el Ingeniero, Fernando de León. Construcción del camino entre Segorbe y Castellnovo. Y, el camino de Segorbe, a Peñalba, Vall y Algimia de Almonacid, que fueron declarados de utilidad pública en 1915.
Durante estos años de guerra, la representación del distrito de Segorbe en Madrid, la ostentó Navarro Reverter. En el Plano provincial, una persona de gran calado político, Manuel Giménez Rueda, liberal, monárquico y de la confianza de Reverter.
Otro político segorbino de izquierdas durante los años de la Gran Guerra y apartado de la vida militar fue Julio Cervera y Baviera. Aparte de la telegrafía, de la enseñanza por correspondencia y de sus azañas militares uno de los logros más importantes de Cervera se produce en 1916, consiguió un principio activo vegetal para los diabéticos, la sacarina.
Fray Luis Amigó, era el Obispo en ese periodo de Gran Guerra, y llevo a cabo dos actuaciones importantes, el lucimiento y decoración del interior de la catedral, donde un segorbino anónimo pago la mitad del coste de esta actuación que ascendían a unas 45.000 pesetas. En mayo de 1917 bendecía y colocaba la primera piedra de la Iglesia del Asilo de Nuestra Señora de la Resurrección para niñas huérfanas, la cual se inauguró en 1918.
En el capítulo de sucesos, Martin comentó, el intento de robo frustrado a la casa del alcalde, Trinitario Vicente, en la Calle Cervantes, en 1915, donde hubo un tiroteo y resulto muerto uno de los ladrones y dos heridos. Los mismos que robaron en la Caja de Ahorros. También se detuvo a un vecino de Villatorcas por darle varios mordiscos al alcalde, Carlos Ortiz. Y, el Gobernador multo al alcalde de Segorbe por celebrar vaquillas sin permiso, que entonces era común.
Asimismo, entre 1914-1918 se instaló una nueva línea telegráfica entre Castellón y Segorbe. Se declaro la peste porcina. Desapareció el batallón de cazadores de Segorbe número 12 por un reajuste del ejercito, luego se volvería a reconstituir. Y, Falleció el que había sido alcalde de Segorbe entre 1905 y 1909, Turis Sala Vicente.
Esto es lo que ocurría en Segorbe, mientras media Europa se desangraba en la cruel Guerra.