Passejada nocturna de l’Associació Cultural El Bolitxo
Dio a conocer interesantes aspectos relacionados con la vida en el municipio a lo largo del siglo pasado
En la noche del viernes, la Associació Cultural El Bolitxo realizó su passejada nocturna por las calles de Sedaví, para explicar a los cerca de setenta y cinco asistentes, detalles acerca de la historia de la población.
El recorrido comenzó en la calle del Mig frente a la sede de la Asociación donde se habló de los orígenes de la plaza del municipio para visitar la calle Antonio Tarazona donde se encontraba el antiguo Castell o Palacio Ducal, y donde se proyectaron imágenes del mismo, hasta que fue derruido a principios de los años setenta.
A renglón seguido se visitaron las calles Sol, Musical y 25 d’Abril donde esperaba un personaje de la época: la castañera. En la calle Pinedo se habló de las tradicionales “Botas” en forma de barril, las historias de personajes de la población como Salvador Sospedra “El Torrico” que fue el primer sedaviense que se fue a luchar a Madrid con las fuerzas republicanas al sublevarse Franco y fue el primero en morir. Sedaví le dedicó una calle, que poco después pasaría a llamarse Marqués de Figueroa al cambiar el régimen. También se visitó la calle Cervantes, antes carrer de les Barraques, y conocida también como calle de la Iglesia, porque allí se encontraba la antigua iglesia de Sedaví.
Se contó la historia del tio Torcuato, que era el único que compartía nombre con el patrón del municipio y José Blanch, que fue campanero y sereno de Sedaví, caracterizado por su hijo Víctor. Además se recordaron personajes como “el pardalero” que vendía pájaros de barro para los niños y niñas y la figura del sacerdote de principios de siglo Manuel Rios Chinesta, que sufrió una agresión por parte de dos feligresas (una guirro y la otra mantellina) que tuvo consecuencias con el cierre durante nueve meses de la parroquia de la población y para el cura que tuvo que salir escondido con la ropa del sereno hasta su pueblo, Carcaixent, y vino la Guardia Civil para llevarse el santísimo bajo palio hasta Benetússer con la mayor de las solemnidades, volviendo meses después al igual que el sacerdote que desestimó marcharse a Cullera. El acto finalizó con la proyección de un video del “Dansà del Vetlatori”, que era un ritual que se realizaba cuando moría un niño o niña a edad muy temprana, al que se vestía de San Miguel y en el velatorio tenía lugar una danza llevada a cabo por los invitados, mientras los padres lloraban la pérdida de sus hijos.
La pasejada fue conducida por el presidente de la Associació Cultural El Bolitxo, Manuel Sospedra “Pastrana” y contó con la colaboración de la Falla Isabel de Villena que teatralizó algunos de los pasajes de la historia de Sedaví.