Sanitat recuerda las medidas para prevenir las toxiinfecciones alimentarias
La Conselleria de Sanitat Universal y Salut Pública, recuerda que la mejor forma de prevenir las toxiinfecciones alimentarias en el periodo estival es adoptar medidas de prevención elementales en la elaboración de alimentos.
Para ello, ha impulsado una campaña de prevención de toxinfecciones alimentarias mediante la cual se ponen a disposición del público en general recomendaciones para prevenir dichas toxiinfecciones.
Todas las recomendaciones están disponibles en el portal de la Conselleria de Sanitat, así como a través de cuñas de radio y redes sociales.
Entre las normas básicas, cabe recordar que las manos son el medio más importante de transmisión de gérmenes a los alimentos. Hay que lavarlas antes y durante la preparación de los alimentos y siempre después de ir al baño.
También hay que limpiar y desinfectar las superficies, tablas, utensilios y textiles de cocina sobre todo después de manipular alimentos crudos, especialmente carne de pollo y huevos frescos.
Respecto al pollo crudo, se recomienda transportarlo y refrigerarlo separándolo del resto de los alimentos y, si se lava su carne, se aconseja que se eviten las salpicaduras.
Asimismo, se recomienda utilizar los huevos que tengan la cascará limpia, entera y dentro del periodo de consumo preferente. No deben lavarse los huevos antes de su almacenamiento.
Es importante no separar nunca las claras de las yemas con la propia cáscara del huevo.
Se recomienda cocinar completamente los productos elaborados con huevo, y, en los asados de carne, asegurarse de que los jugos sean claros y no rosados.
Las tortillas, cremas y otros productos con huevo son un medio idóneo para el crecimiento de bacterias. Se recomienda refrigerarlas si no se van a consumir inmediatamente.
Para elaborar la salsa mahonesa es conveniente emplear unas gotas de vinagre o limón y conservarla en el frigorífico, además de utilizarla siempre sobre alimentos fríos (verduras, pescados) y antes de servirlos.
Por último, se recomienda separar siempre los alimentos crudos de los cocinados y de los listos para consumir.
Aunque el 'riesgo 0' no existe, se puede limitar enormemente las posibilidades de verse afectado o afectada si se extreman las precauciones y se siguen las buenas prácticas.