FALLAS

Reyes Martí: “Se va todo al garete, nos va a tocar cerrar”

LAURA HERRERAS - 15/01/2021

La pirotécnica de Burriana reconoce que nunca había vivido una situación así y alerta que está en riesgo una profesión que podría desaparecer

Sin salud no hay economía pero sin economía las familias se arruinan. La dicotomía salud vs economía está confrontando dos crudas realidades: la grave situación sanitaria que vive la Comunitat Valenciana y la grave situación económica que viven cientos de miles de familias, empresas y autónomos. Desde que arrancó la crisis sanitaria elperiodic.com no ha dejado de dar voz a los distintos sectores afectados por los cierres y las restricciones y, ante el anuncio de las suspensiones de las fiestas como las Fallas y la Magdalena, los sectores que de ellos dependen lanzan un grito de auxilio.

Se va todo al garete. Los ingresos de 2020 no han cubierto los gastos que tenemos y ahora que se suspenden las fiestas acabaremos teniendo que cerrar porque no podemos aguantar”. Así de duras son las declaraciones de la pirotécnica Reyes Martí en una entrevista con elperiodic.com en la que reconoce que están abocados a “una crisis como jamás la habíamos vivido, mucho peor que la del 2008”.

Martí dice que tanto ella como sus compañeros de profesión se sienten ahogados: “Somos muchas empresas tirando de nuestros patrimonios y teniendo que asumir los mismos gastos que si estuviéramos trabajando: hay que pagar seguro, alarmas, mantenimiento de instalaciones y a esto hay que añadir la inversión por el reglamento de la pirotecnia por el que hemos tenido que adaptarnos antes del 31 de diciembre”.

Para esta pirotécnica de Burriana cabría la posibilidad de que se siguieran tirando castillos de fuegos artificiales con todas las medidas de seguridad como ha sucedido alguna vez estos últimos meses aun estando con restricciones: “En Nochevieja hicimos un castillo de fuegos artificiales en cuatro puntos de Burriana y la gente lo disfruto y agradeció. Fue muy emocionante ver salir a los vecinos al balcón para aplaudirnos. Recuerdo reunirme con mi equipo y mi marido y yo llorar de la emoción por todo lo que estamos viviendo”.

Con cuatro mascletaes y seis castillos tirados en todo 2020, las cuentan no salen, reconoce Martí. Y lo que es peor, es el riesgo de que una profesión tan antigua se extinga: “Somos muy pocos que fabricamos en nuestros propios talleres y tampoco existen muchos tiradores. Si no tenemos subvenciones ni ayudas, sin saber cuándo volveremos a trabajar… estamos en una situación en la que realmente no sabemos que hacer. Nos tocará ir cerrando porque no podemos aguantar”.