El PP tacha de irreales y continuistas los presupuestos aprobados ayer por el pleno de Quart

Los populares rechazan unos presupuestos que "demuestran el desinterés y la apatía de un gobierno sin ideas y preocupado más, por las próximas elecciones que por la atención a los vecinos de Quart".

Para los populares, el pleno de ayer supone una oportunidad perdida de cambiar el rumbo de un gobierno que gobierna con el mismo patrón desde hace más de diez años. Tres años después de iniciar la legislatura, vuelven a presentarse los mismos presupuestos, unos presupuestos hechos para salir del paso y que no reflejan en absoluto la realidad que el resto de los ciudadanos de Quart vivimos a diario.

La oposición frontal a los presupuestos de Quart se produce, básicamente por tres motivos:

Los presupuestos vuelven una vez más a falsear la realidad con aspectos como el Ibi, Ustedes no reflejan la propuesta popular de bajar el Ibi y otros impuestos que afectan directamente a la situación económica de miles de familias de Quart. El Ibi, tal y como denuncian los populares, no ha bajado en el municipio, muy a pesar del intento de los socialistas de mentir sobre este impuesto y su supuesta bajada.

Del mismo modo, los socialistas se obstinan en no aceptar propuestas como la bajada de impuestos de vehículos, tasa de basuras y ciertas bonificaciones que ayudarían de manera directa a mejorar la calidad de vida de cientos de familias. Igualmente, se lamenta la situación generada por la prescripción de deuda de las grandes empresas, un auténtico escándalo que supone quebrantar la confianza en nuestra administración de todos aquellos ciudadanos que pagan sus impuestos de manera puntual.

Por otro lado, los populares denuncian la pantomima que supone el plan de empleo municipal , un plan que sólo sirve para crear trabajos temporales y precarios. Más allá de los pobres resultados de este plan, los populares lamentan que se esté intentando jugar con la ilusión y la buena voluntad de personas que ven en el ayuntamiento, una opción para solucionar su difícil situación, los populares se preguntan: ¿Dónde quedaron los puestos de trabajo de la ONU en Quart?¿Cuántos vecinos están trabajando allí?.

Esta ha sido, como en tantos otros temas, una cortina de humo que cuando se ha disipado, ha dejado en evidencia las mentiras de los socialistas, mentiras como la ausencia de ayudas al comercio local, el apoyo a nuestra zona industrial y la gran mentira de una supuesta bonanza económica que sólo se refleja en sus cuentas mientras el resto sufrimos los impuestos mas altos de la comarca.

Para el PP, los socialistas no se han enterado de que el fomento del empleo debe llegar a todos los vecinos , no sólo a unos pocos, y no se han enterado que contratar a empresas del municipio , frente a otras de fuera, ayuda a mejorar la economía local. Y no se han enterado aún de que derrochar el dinero de los vecinos en obras o compras innecesarias no genera riqueza.

Los populares recriminaron, del mismo modo que el PSOE en Quart ha perdido la ilusión y las ideas, creyendo que con venir al pleno, y presentar un montón de números, han pasado el examen, un examen que están suspendiendo todos los días cuando dan la espalda a una realidad que cada día es más evidente,

El grupo popular señaló: “Ustedes creen que pintando la fachada de este Ayuntamiento, lavan la cara de su gestión, pero no se engañe, por mucho que intenten vestirse con un traje nuevo, ya los conocemos, sabemos donde llegan y sabemos de lo que son capaces, y hoy, demuestran, con estos presupuestos, hasta que punto han perdido el sentido de una realidad que les atrapa”.

Por último, los populares muestran su oposición frontal a aprobar unos presupuestos que siguen reflejando productividades y gratificaciones que siempre se ofrecen a las mismas persona. Al igual que no aceptamos que contemplen el sueldo desproporcionado del concejal Valiente y su asesor, un sueldo que tiene como única finalidad, asegurar la mayoría absoluta desde la que seguir aplicando este tipo de políticas de escaparate a las que los socialistas nos tienen acostumbrados.