El Ayuntamiento inicia las obras de rehabilitación de la Casa de Cultura, construida en el siglo XIX
El Ayuntamiento de Quart de Poblet ha iniciado la rehabilitación de uno de sus edificios emblemáticos, la Casa de Cultura, que a finales del siglo XIX y principios del XX fue residencia de Juan Bautista Valldecabres Rodrigo, quien ejerció cargos como los de presidente de la Diputación de Valencia, Diputado en Cortes y Senador del Reino. Se trata de una intervención planificada por fases. En esta primera, que supone una inversión de 270.000 euros, las principales actuaciones se centran en la reforma de la Torre Miramar, la eliminación de barreras arquitectónicas, así como la eficiencia energética.
Durante los trabajos, que previsiblemente se prolongarán hasta finales de este año o principios del próximo, se intentarán mantener algunas actividades, como las conferencias de Unisocietat en el salón de actos, aunque las clases se han trasladado a las dependencias del Centre de l'Esport, en la calle Batalla de Almansa, así como las sesiones del programa de Alfabetización y Aulas de Español para Inmigrantes, que se realizarán en las dependencias del Centre Obert, en la calle Adolfo Jiménez del Río y Tasso, según informan desde la Concejalía de Cultura, que dirige Cristina Mora.
La Casa de Cultura actual es el resultado de la unión de dos edificaciones: el edificio histórico y otro moderno, que se alzó en 1983 en el espacio ocupado por el huerto del primero. Ambos están vinculados a través de un patio y de la escalera central.
Según recoge el Catálogo de Edificios Protegidos de Quart de Poblet, incluido en el Plan General de Ordenación Urbana, el edificio antiguo data de 1896, aunque otras fuentes sostienen que ese fue el año en que Juan Bautista Valldecabres compró la casa a sus suegros, con lo cual la fecha de construcción original es anterior.
Tras la adquisición, la vivienda fue sometida a una reforma "ecléctica historicista que le confiere el aspecto actual", tal como recoge la memoria del proyecto de rehabilitación.
El edificio histórico muestra en su planta la distribución típica de las viviendas de l'Horta. Al acceder a través de un portón de dos hojas desde la plaza Valldecabres, se llega a un primer vestíbulo con paredes y techos profusamente decorados con
estucos, mosaicos de Nolla y pinturas. A continuación, una puerta de madera y cristal muy ornamentado, de estilo modernista, da paso a un segundo vestíbulo, con los techos decorados y un zócalo perimetral de azulejos realizado en la fábrica de la familia Valldecabres. Es el espacio de paso hacia el edificio contemporáneo. La planta segunda alberga las dependencias administrativas del Área de Cultura y la Oficina de Turismo. La tercera planta es diáfana.
Por lo que respecta al edificio contemporáneo, es sede de la Sala de Exposiciones, de un salón de actos y de las dependencias que acogen el programa Unisocietat.
La Torre Miramar es una construcción típica valenciana, que se levanta en las azoteas de las casas para contemplar el mar o el entorno y disfrutar de las vistas. En la de la Casa de Cultura se va a abordar una rehabilitación integral con ejecución de una nueva cubierta, sustitución de carpinterías y eliminación de la tabiquería y la puerta existentes, entre otras actuaciones.
Por lo que respecta a la accesibilidad, se ejecutará un nuevo ascensor, se hará accesible la entrada desde la plaza Valldecabres, se modificará el aseo de la primera planta para hacerlo adaptado a personas con diversidad funcional, y se actuará sobre la rampa de acceso a la Sala de Exposiciones, que tiene demasiada pendiente en la actualidad, como intervenciones más destacadas. También se van a mejorar los sistemas de seguridad frente a un incendio.
El Ayuntamiento adquirió la actual Casa de Cultura a los herederos de Juan Bautista Valldecabres en 1982, por su singularidad y porque es uno de los pocos inmuebles de esa época que se conservan en el municipio. La inauguración del nuevo servicio municipal, tras la reforma y ampliación realizadas, se hizo el 9 de junio de 1986, día de la Passejà de sant Onofre y víspera de la celebración de los actos en conmemoración de la onomástica del patrón de Quart de Poblet.