FGV cierra el año 2011 con un índice de fraude del 3,18 por ciento en la red de metro y tranvía de Metrovalencia
La empresa inició a finales de 2009 una campaña para reducir el número de personas que acceden sin billete
Las medidas puestas en marcha por la campaña contra el fraude de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) en Metrovalencia, iniciada en noviembre de 2009, han conseguido reducir al final de 2011 hasta el 3,18 por ciento el índice de impagados, relativo al número de personas que acceden a la red sin billete. Una cifra que se sitúa en porcentajes históricos en la explotación del Valencia.
Por líneas, el mayor porcentaje de fraude del pasado año se situó en las líneas con tramos en superficie, como son las líneas de tranvía 4 y 6 con un 5,04 por ciento, a las que siguieron la Línea 1, la de metro con más longitud en superficie, con el 4,14 por ciento, y las Líneas 3 y 5, con el 1,39 por ciento. En 2010, estas cifras fueron, partiendo del global de Metrovalencia del 4,62 por ciento, del 4,96 por ciento en la L-1; del 2,17 por ciento en la L-3 y L-5 y del 9,67 por ciento por ciento L-4 y L-6, por lo que la disminución, especialmente del tranvía, ha sido notable.
Estos datos se han obtenido de las más de 520.400 intervenciones realizadas a lo largo del año pasado en las distintas líneas de metro y tranvía de Metrovalencia. En 2010, ascendieron a 446.474 inspecciones.
Evolución del índice de fraude
Cuando se puso en marcha la citada campaña, en noviembre de 2009, el índice de fraude se situaba en el 7,42 por ciento, pero en el cierre de ese mismo año se redujo al 6,77 por ciento, lo que supuso una reducción de 0,65 puntos en menos de sesenta días, los primeros de la misma. Con posterioridad y al intensificar la campaña durante 2010, al concluir el pasado año el porcentaje se situó en el 4,62 por ciento, lo que supuso por primera vez rebajar el listón del 5 por ciento.
Anteriormente al desarrollo de la campaña, los índices de fraude ya habían sido reducidos en más de dos puntos en los primeros diez meses de 2009 gracias a la implantación de la tarjeta sin contacto y la fidelización de clientes merced a convenios con entidades públicas y asociaciones. De hecho, el ejercicio de 2008 terminó con un índice de impagos del 9,87 por ciento y, justo cuando comenzaron las actuaciones de FGV contra este delito en noviembre 2009, se situó en el 7,42 por ciento.
El importante incremento del fraude en 2008 respecto a 2007 (del 8,05 al 9,87 por ciento mencionado) se debió, entre otras razones, a averías de las canceladoras que, como se iban a cambiar con la puesta en marcha de la tarjeta sin contacto en 2009, no fueron reparadas para no duplicar costes.
El fraude es más elevado en los tramos en superficie, por tanto más en tranvía que en metro, y más en las líneas de metro con mayor recorrido en superficie que las que circulan en subterráneo; donde no hay estaciones con personal de FGV, como los apeaderos; en los vestíbulos secundarios no atendidos; en las estaciones de trasbordo metro-tranvía y en las instalaciones soterradas antes de la hora de cierre.
Medidas contra el fraude
La mencionada campaña contra el fraude aglutina ocho medidas organizativas y técnicas para conseguir su objetivo. La primera se basa en la promoción de tarjetas mensuales y títulos de larga duración, mediante tarifas de bajo coste y concertadas, especialmente a través de convenios con entidades públicas y asociaciones.
La segunda es la puesta en servicio del CIAC (Centro Integral de Atención al Cliente) con la finalidad de promover una atención al usuario más cercana y ágil. Se concreta en la instalación del telemando centralizado, interfono y cámaras en vestíbulos, lo que permite controlar la apertura y cierra de canceladotas desde el Puesto de Mando de manera continua, 24 horas al día.
La tercera ha permitido incrementar la disponibilidad de expendedoras automáticas de títulos de transporte en el 95 por ciento de las estaciones y de las canceladoras en apeaderos en el 98 por ciento.
La cuarta medida permitirá la instalación de líneas de validación en algunas estaciones abiertas y paradas más concurridas de las líneas de intercambio entre tranvía y metro (Empalme, Sant Isidre y Marítim-Serrería) y Líneas 1 y 3 en exterior, a partir de 2011 y por un importe superior al millón de euros.
En quinto lugar, se está procediendo a la modificación de las líneas de validación en todos los vestíbulos secundarios de las estaciones sin presencia continua de agentes y con altos índices de fraude, mediante pasos más elevados, flaps sin posibilidad de cruzamiento lateral, dobles líneas, etcétera.
El sexto punto es el incremento del servicio de intervención en líneas tranviarias y de metro en exterior, vinculado a objetivos concretos, gestionado directamente por las líneas de metro y tranvía que se está desarrollando con un gran éxito.
La séptima medida es la modificación del apartado sobre sanciones, aumentando el importe de la misma hasta 50 euros y estableciendo una reducción del 60 por ciento (quedando en 20 euros) por pago voluntario inmediato o días posteriores. Hasta el pasado año, la sanción establecía una percepción que es el doble del precio del billete o suplemento de 10 euros. Se facilitaría el pago a través de entidades bancarias.
La octava y última actuación fue la puesta en marcha en su día de una campaña de información y sensibilización bajo el título de “YO Sí” en trenes, tranvías y estaciones, a través de cartelería, información por teleindicadores y megafonía.