El pueblo medieval que te teletransporta a otra época está en Valencia
Con callejuelas de piedra, cuevas, la plaza de toros más antigua de la Comunitat y hasta un monasterio subterráneo
El ambiente medieval impregna el municipio de Bocairent, uno de esos pueblos con encanto de la provincia de Valencia. La historia y la cultura son sus principales atractivos que hacen de este lugar una escapada obligatoria para todos los residentes y turistas de la Comunitat Valenciana.
Ubicado en la Sierra de Mariola, con acceso al río Vinalopó y el Montcabrer, hacen que sus vistas sean espectaculares, ya que la mayor parte de la sierra está cubierta de pinos, matorral y una gran variedad de plantas aromáticas.
Sus callejuelas empinadas de piedra, fuentes, ruinas medievales y sus tres ermitas (la de Sant Joan, la de la Mare de Déu dels Desemparats y la de la Mare de Déu d’Agost) logran teletransportar a los transeúntes a un tiempo anterior. Junto a sus cuevas, les Covetes dels Moros, son un clásico de la localidad, pues estas son una especie de orificios en forma de ventana excavados en la pared de roca de la montaña. Se dice que probablemente eran graneros para mantener el alimento a salvo de la época andalusí.
Por otro lado, Bocairent posee un monasterio rupestre situado en un antiguo convento subterráneo con varias habitaciones y una iglesia distribuidas en apenas 48 metros cuadrados.
¿Qué ver y comer en Bocairent?
Los museos son otro de sus puntos fuertes, destacan el Museo Arqueológico Municipal, el Museo Antonio Ferr, el Museo de Oficios y Costumbres, el Museo Festero o el Museo Paleontológico. Además, cuentan con la Plaza de Toros más antigua de la Comunitat Valenciana, construida en 1843.
Su gastronomía no deja a nadie indiferente, por lo que es recomendable pedir en alguno de sus restaurantes platos típicos como el gazpacho de la Mariola, los pimientos rellenos de arroz, el puchero o los embutidos.
Finalmente, sus fiestas más importantes son los Moros y Cristianos, que se celebran en febrero y las danzas que tienen lugar a finales de agosto. Estas culminan con la festividad de Sant Agustí con misa, procesión y ofrenda de flores.