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Valores, deporte y diversión: la eficiente combinación del Club Esportiu Basquet Puçol

IRENE MOLLÁ - 29/05/2020 | Fotógrafo: Club Esportiu Basquet Puçol

Tras un importante crecimiento de sus miembros, desde los prebenjamines hasta los sénior, el Club Esportiu Basquet Puçol ha tenido que despedir una temporada más que satisfactoria para jugadores y entrenadores. Y es que, con unos objetivos que van más allá de los resultados deportivos, el club trabaja con ilusión para introducir el baloncesto en la vida de los jóvenes, recalcando los componentes pedagógicos, deportivos y sociales que brinda este deporte.

Durante la última temporada, el club y las escuelas municipales de baloncesto han experimentado un gran crecimiento de jugadores, aproximándose así a su objetivo principal: «introducir este deporte en la vida de todos los niños y niñas que así lo deseen», apunta Jacinto Piquer, presidente del club.

Con un nuevo equipo prebenjamín, y manteniendo los dos equipos de las categorías benjamín, alevín e infantil, el club se esforzaba para transmitir a los más jóvenes los valores que caracterizan a este deporte. Los responsables consideran sustancial que todos los niños disfruten, pero a esto «hay que añadir los componentes pedagógicos, deportivos y sociales», puesto que el baloncesto conlleva una mejora del juego individual y colectivo, e implica integrarse en un equipo.

«Todos tienen que ayudarse, esforzarse y comunicarse», apunta el presidente, orgulloso de cumplir con estos objetivos «con creces». Pero no solo entre los más peques, y es que también ha contado con un grupo de jugadores junior que, aun sin competir, «han estado entrenando asiduamente tratando de configurar un equipo para la próxima temporada».

Y también con jugadores más veteranos: Un Senior A que competía un año más para permanecer en la categoría Autonómica —objetivo que, tras una temporada irregular, estaba cerca de poder alcanzarse justo antes del parón—, y un Senior B. Este último combina deportistas jóvenes que dan apoyo a los entrenamientos y partidos del A, y veteranos cuyas circunstancias laborales y personales no les permiten cumplir con las exigencias. «Pero a pesar de ello, la temporada que estaban realizando también iba en la línea de lo esperado... Estábamos muy satisfechos».

En general, los responsables del Club Esportiu Basquet Puçol aseguran estar realmente satisfechos por el aumento de jugadores. «A pesar del esfuerzo que supone mantener una estructura que lo soporte, este crecimiento está alineado con los objetivos que propusimos hace dos años», momento en que se comenzó a gestionar el club tras desaparecer los equipos de cadetes y juniors.

Frenados por la pandemia 

Pero, como para el resto de entidades deportivas, esta tendencia de crecimiento tan favorable ha quedado truncada —al menos, temporalmenete— por la llegada de la pandemia y el confinamiento forzado. Algo que, para un deporte de habilidad que requiere sus instalaciones deportivas, ha supuesto un golpe duro. «Especialmente para los grupos de niños y niñas», apunta Jacinto Piquer: «el baloncesto requiere trabajar unas habilidades concretas y cuenta con una programación establecida por edades».

El parón, por tanto, supone una realidad muy perjudicial para la evolución y mejora de los jugadores que se encuentran en plena formación. «Además, solo unos pocos disponían de lugares donde realizar actividades individuales relacionadas con el baloncesto durante el confinamiento».

La falta de dichos espacios ha impedido también realizar ejercicios de mantenimiento durante el confinamiento, además de que «no somos partidarios de fomentar un trabajo físico individual en grupos de niños y niñas que están en crecimiento». Ni los equipos senior, que tienen sus propias rutinas de trabajo. Pero también los entrenadores se han visto afectados por la situación, al igual que el resto de ciudadanos, pues «todos tienen sus trabajos y familias, y han tenido que atender y lidiar con las consecuencias de la situación».

Y a todo esto se suma la suspensión de los campus organizados. Primero, el de Pascua, que se inició en la temporada anterior. Pero tampoco está previsto poder realizar el de verano ante la incertidumbre de las condiciones que irán evolucionando poco a poco durante la desescalada.

«Me gustaría destacar la paciencia y comprensión de todos los padres de los niños, así como de los jugadores senior y los entrenadores», subraya el presidente del club, lamentando que estas cancelaciones puedan suponer un menor crecimiento en cantidad de jugadores de cara al próximo año, «pero lo asumimos, porque no tenemos garantías de que podamos hacerlo de forma adecuada».

En general, ha sido duro para todos, pues el baloncesto tiene un papel fundamental en el día a día de los jugadores, tanto a nivel deportivo como social. Por el momento, solo les queda esperar y disfrutar del alivio que supone poder moverse por la calle. ¿Y luego? Cuando llegue la «nueva normalidad», se evaluarán las condiciones de los jugadores y, respetando las premisas de seguridad que establezcan las autoridades, comenzarán poco a poco a retomar su deporte.

Primero habrá un periodo de adaptación. Y es que, aunque los peques están llenos de energía, la inactividad prolongada puede afectar a jugadores de todas las categorías. Comenzarán poco a poco. Con rutinas de adaptación programadas, tanto a nivel físico como técnico-táctico. «Intentaremos avanzar de la manera más rápida y eficaz posible, pero sin volvernos locos, ya que adelantar etapas de la formación puede ser perjudicial a posteriori».

En definitiva, el Club Esportiu Basquet Puçol continuará trabajando para transmitir valores esenciales a niños y jugadores de todas las edades. Y, por supuesto, para continuar creciendo como club: «Creemos que los resultados deportivos, con los medios que tenemos y sin ser nuestro objetivo final, están dentro de nuestras posibilidades reales».

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