Sonrisas y lágrimas en el regreso de las fallas a Puçol tras dos años sin actos públicos
El sábado 29 de enero volvía la actividad fallera a Puçol con una presentación conjunta de las seis fallas locales y la Junta Local Fallera en la Casa de Cultura. El acto, presentado por Aitor Caballer, fue dinámico y directo, adaptado a las circunstancias actuales: primero, desfilaron las falleras mayores y presidentes de Camí La Mar, Antiga Muralla, Picaio, Palau-La Torre, Molí de Vent y Hostalets; una canción en directo a cargo de José Antonio Esteve; y, a continuación, los componentes de la Junta Local Fallera y la fallera mayor, Marta Martínez Catalán.
El regreso fallero se caracterizó por la precaución y la atención a las medidas sanitarias: cada falla repartió unas entradas entre los componentes de sus juntas directivas, para evitar que el salón de actos de la Casa de Cultura contara con más aforo del recomendable. Entre el público, además de los falleros solo estaban las autoridades locales.
Y a nivel de participantes, únicamente desfilaron los imprescindibles, presidentes y falleras mayores de cada una de las seis fallas, además de la junta. Los amigos e invitados quedaron para una próxima ocasión.
Tras el desfile de los falleros, fue el presidente de la Junta Local Fallera, Francisco Sanchis Xisco, el encargado de recibir en el escenario al resto de componentes de la junta.
La última en subir fue Marta Martínez Catalán, como fallera mayor de Puçol. Como es lógico tras la larga espera, las lágrimas fueron coprotagonistas de su estancia en el escenario.
La alcaldesa Paz Carceller y Xisco fueron los encargados de colocarle la banda y la insignia que la acreditan como la máxima representante de las fallas de la población. Fue el momento más emotivo de la tarde.
Posteriormente, subió al escenario el concejal de Fallas, José María Esteve, para presentar el nuevo estandarte de la junta, gentileza del Ayuntamiento de Puçol. En todo momento, el acto dejó un aroma de colaboración, de ganas de volver y de compartir. Una demostración de la unión del mundo fallero.
Hubo exaltación, lógicamente, pero más breve de lo habitual y dirigida a todos los presentes. Las palabras de Aitor Caballer, centradas tanto en las falleras como en todo el mundo fallero, pusieron punto final al acto oficial, cerrado como es habitual con el público en pie para cantar el Himno de la Comunitat Valenciana.
Y, por supuesto, no faltaron algunas fotos de recuerdo sobre el escenario: algo más informales de lo habitual. Si Marta había puesto las lágrimas de emoción, era hora de demostrar la alegría por el regreso y cerrar la velada con sonrisas.