Ya lo saben casi todo sobre carnicería y charcutería, ahora quieren pescadería, para ser los «más frescos»
Durante 100 horas, Carlos Pablo ha impartido un curso de carnicería y charcutería para 15 vecinos de Puçol, que han recibido formación en aspectos teóricos, prácticos y también legales. La propuesta del Ayuntamiento de Puçol es seguir ofreciendo cursos ajustados a lo que demandan las empresas de la localidad y el entorno, para que esta formación pueda finalizar con la contratación de parte del alumnado.
De lunes a viernes, de 9 a 14 horas, en el Espai Social La Barraca, el monitor Carlos Pablo ha explicado y, sobre todo, ha enseñado a realizar en la práctica, todo tipo de trabajos con materias primas y productos auxiliares: manipulación de la carne para su comercialización, manipulación de productos de charcutería, atención al cliente y, por supuesto, ventas.
«Hemos aprendido a realizar el despiece, el fileteado y troceado, cómo montar el mostrador, los embutidos, el escandallo, o sea, el cálculo de costes y el precio de venta adecuado», sintetiza Carlos. «Una formación muy práctica gracias también a la colaboración de la carnicería Redolat, que nos ha proporcionado la materia prima para realizar los trabajos».
Todo ello manteniendo las medidas de seguridad necesarias en estas fechas, por lo que el alumnado ha tenido que guardar distancias, trabajar en distintos grupos e incluso utilizar el móvil para tomar apuntes (en forma de fotos) y utilizar documentos impresos individuales.
Además del trabajo con la materia prima propia de carnicería y charcutería, no ha faltado la formación en técnicas de venta, las normas a tener en cuenta en el montaje de mostradores y, naturalmente, las medidas de seguridad alimentaria, las famosas APPCC, unas siglas que todos los participantes en el curso ya tienen asimiladas: Análisis de Peligros y Puntos de Control Críticos.
El fin de curso y la entrega de diplomas se realizaron el jueves 21 de enero en La Barraca, con sólo 13 alumnos «aunque los dos que faltan no son por una pérdida de interés, sino todo lo contrario: antes de acabar el curso ya habían encontrado empleo», finaliza el monitor.
Tras la última clase, de forma simbólica se realizó la entrega de diplomas a dos alumnos, Laura y Enrique, en el salón de plenos del Ayuntamiento, acto que sirvió también para realizar una valoración del curso: «hemos formado una piña los alumnos y prueba de ello es que hemos organizado por nuestra cuenta un proceso formativo nuevo, telemático, para organizar caterings y gestión de eventos», apunta Laura Peris.
Un buen ambiente entre alumnos y profesor que también trasladaron a la alcaldesa, para que se realice un nuevo curso «centrado en la preparación y venta del pescado, así completamos la formación en todo lo referido a la línea de frescos: charcutería, carnicería y pescadería», añade Enrique José Salvador.
Un nuevo curso del que ya han tomado nota en la Agencia de Colocación y que encaja con el tipo de formación que se está realizando desde el Ayuntamiento.
«Las dos formaciones que hemos estado impartiendo en enero, los cursos de soldadura y de charcutería, las hemos puesto en marcha porque las empresas del sector han detectado que tienen problemas para encontrar personal formado en esas materias», recuerda Paz Carceller. «El Ayuntamiento no puede crear empleo, pero sí puede ayudar a formar a los vecinos en aquellas materias que tengan actualmente salida laboral… y eso es lo que estamos haciendo».