Prisión por tratos denigrantes para un militar neonazi anteriormente imputado en la Operación Panzer
El pasado viernes fue notificada la sentencia que condenaba por un delito de malos tratos denigrantes y otro de amenazas a un militar neonazi afincado en Puçol con varias imputaciones anteriores, entre ellas en la Operación Panzer, y también con vinculaciones con el entorno nazi responsable del conocido asesinato del activista de izquierdas Guillem Agulló i Salvador.
La Sentencia reconoce los tratos denigrantes proferidos por J.A.A.O a su entonces pareja, por la que ésta incluso tuvo que cambiar su residencia a Italia debido al miedo extremo que le provocaba la actitud del condenado, así como las amenazas a las que estuvo sometida durante el transcurso de la relación. La propia sentencia reconoce la imposición de una larga prohibición de alejamiento respecto del a víctima, que permitirá a esta volver a su residencia a Valencia para intentar volver a recuperar su vida personal y profesional, así como un indemnización económica a la víctima con motivo de los daños psicológicos sufridos por el condenado.
A pesar del entorno privado e íntimo en el que se produjeron los hechos, que dificulta en muchas ocasiones la actividad probatoria de este tipo de delitos, la evidencia de las declaraciones practicadas en el acto del juicio, así como la credibilidad de la víctima, intacta a lo largo del procedimiento, ha posibilitado la condena del mencionado sujeto, que ya había sorteado los efectos condenatorios en otros procedimientos por lo que había estado imputado.
Según el abogado Mari Angeles Giménez Soler, del despacho AGR Legal encargado de la acusación particular, "a pesar de la dificultad probatoria que entrañan este tipo de procedimientos, en los que el propio miedo y trauma de la víctima condiciona sus declaraciones, hemos conseguido que se condene el trato denigratorio padecido por la víctima, así como las amenazas sufridas por ésta", sentencia de la que valora especialmente "la imposición de una orden de alejamiento que permitirá a la víctima rehacer su vida nuevamente en Valencia.", así como enfatiza en el efecto de la sentencia sobre el reconocimiento social a la víctima, quien padeció un infierno en silencio durante su relación con el condenado.
Los hechos objeto de la condena se produjeron después de que la víctima le comunicara que durante un tiempo, cuando ellos estuvieron separados, ésta había tenido una relación con otro compañero también militar. Las humillaciones sufridas, tratos denigrantes y amenazas, se produjeron de forma constante tanto a ella como a su entorno, provocando a la víctima la necesidad de cambiar de residencia para poder empezar de cero.
Fuentes del despacho informan que, a pesar del éxito de la resolución, estudiarán a conciencia la sentencia con el objetivo de valorar agotar todos los recursos, e incrementar más si cabe los términos de la condena.