Manel Alonso, miembro del jurado, reflexiona sobre los premios literarios Vila de Puçol
El pasado viernes 29 de abril se presentaban en el salón de actos de la Casa de Cultura las obras galardonadas con el 37º Premio de Narrativa Vila de Puçol y el 25º Premio de Poesía Josep María Ribelles
Manel Alonso, miembro del jurado de los premios, nos presenta a continuación una pequeña reflexión sobre los dos libros
Josep Sou es el pseudónimo del poeta, doctor en Bellas Artes y especialista en poesía experimental Josep Pérez i Tomàs.
A dues veus (Onada edicions, 2022) es el libro con el cual este veterano escritor de Alcoi obtuvo el 25º Premio de Poesía Josep María Ribelles.
A diferencia de lo que algunos podrían pensar, no estamos ante una obra situada estéticamente en las últimas vanguardias. Recordemos que Josep Sou ha realizado numerosas performances y ha escrito sobre la obra del poeta Bartolomé Ferrando y sobre el pintor Antoni Miró. Estamos ante un libro de poesía, donde las palabras conforman un discurso diáfano, que busca la belleza con la creación de imágenes poéticas, pero también pretende transmitir un mensaje basado en la experiencia del autor, en este caso la amatoria.
En A dues veus Josep Sou nos habla del deseo que a menudo va de la mano del afecto, de la entrega al otro. El amor vivido a través de los cinco sentidos, el amor que es sugerencias, lenguaje no verbal, sensualidad, palabras a media voz y jadeos ardientes. El amor y el deseo vividos durante años, evocado en la madurez por la memoria. Sé que es una obviedad decirlo, pero como tengo poca vergüenza lo diré: recordar es hacer literatura.
No hay ningún cronista fiel que sea capaz de hablar de una única verdad al escribir sobre una relación, ni ningún notario que haga un escrupuloso inventario de todas las caricias, de todas las miradas, de los besos que se dieron y de los estímulos que movieron cada encuentro. Aún así, el poeta se arriesga y lo intenta.
Josep Sou, en plena madurez creativa y vital, más sabio y con más oficio que nunca, nos ofrece una colección de poemas de extensión y factura varida, de una calidad envidiable, escritos con una voz personal, con un lenguaje rico, ensayándose en las formas y el contenido, un contenido nada banal.
Unos poemas que son producto de la complicidad que pide siempre una relación de afecto y de atracción física. Un amor que perdura en el tiempo porque es capaz de reinventarse una y otra vez, sorteando los escollos que la cotidianidad pone delante. Un amor que se nutre con el contacto y con el recuerdo.
Deseo y memoria, la poesía nace de un deseo de memoria con tal de superar el desamor, el paso del tiempo y el terrible miedo a la muerte. «Les paraules, ara abocades, tan llamineres, / insinuen armes poderoses; dolces relíquies / que tot ho han se servar». Amén.
Por otra parte, el escritor de Carlet (Ribera Alta) Antoni Martínez Bonet publica en Onada edicions el libro con el cual obtuvo en el año 2021 el 37º Premio de Narrativa Vila de Puçol, Mala sort per a la fusta si naix violí.
El título elegido por Bonet está basado en un verso del poema Un tros de fusta, del poeta francés Arthur Rimbaud, «i si un tros de fusta descobreix que és un violí?», que nos habla de aquellos seres que tienen en su interior la fuerza de la creatividad artística, musical o literaria, pero a diferencia de Rimbaud, la mirada de Bonet se centra en el don, que una vez descubierto es complicado de gestionar y que te puede llevar por sendas tortuosas, por la calle de la amargura y la autodestrucción.
El libro recoge catorce narraciones de extensión variada, escritos algunos con el uso de una voz narrativa ajena al relato y otros con la voz del protagonista, aunque este se encuentre criando malvas. Encontramos además dos relatos, Miguel Hernández. La carta y La entrevista donde Martínez Bonet decide cambiar radicalmente de fórmula: en el primero emplea la forma de una epístola y en el segundo se arriesga a convertir uno de los géneros estrella del periodismo, hermano de la literatura, la transcripción de una larga conversación en la que, utilizando la figura de un cantante, reencarnación valenciana de Elvis Presley, hace un retrato duro de la sociedad valenciana.
Antoni Martínez Bonet es un narrador con una voz personal propia y hasta cierto punto original. Sus relatos están escritos en una prosa a la cual le gusta acercarse, de una manera atrevida e incluso descarada, a la poesía. Hay pasajes de algunos de los catorce relatos, como por ejemplo en El collage de Suzanne Valadon, en que se ensaya con cierta pirotecnia verbal, con símiles y adjetivos de un lirismo contundente. Bonet juega con las imágenes y dota de una retórica brillante y reflexiva los textos.
La mayoría de las narraciones las protagonizan individuos conocidos del mundo del arte, la literatura, la música popular y culta, como por ejemplo Fernando Pessoa, Paul Verlaine, Martí y Soler, Arthur Rimbaud, Robert Johnson, Samuel Beckett, Cesare Pavese, Jean Genet..., ofreciéndonos una visión sobre alguna escena de sus trayectorias o un repaso de su biografía.
También emplea algún elemento, como por ejemplo una pintura de Paul Klee, para hablarnos con sarcasmo de los aspectos más dolorosos, patéticos o ridículos de la condición humana. Esta pintura aparece en el que para mí es uno de los mejores relatos del libro, La casualidad, que tiene un inicio sólido, reflexivo y un final justo y sorprendente.
Entre las páginas de Mala sort per a la fusta si naix violí he encontrado imágenes literarias de gran calado, reflexiones acertadas y el retrato físico y espiritual de personajes que me han seducido y atrapado a pesar de sus miserias.