Iván Ortolá, subcampeón del mundo júnior en Moto3 y el próximo año da el salto al Mundial
Faltan apenas cuatro meses para que Iván Ortolá, el Pepino de Puçol, debute en Catar en el Campeonato del Mundo de Moto3, en marzo de 2022, con una moto KTM, formando parte del Team MTA, dirigido por Alessando Tonucci. Será su segunda temporada con el equipo italiano, tras haber finalizado el 21 de noviembre una campaña excelente, coronada con el subcampeonato del mundo júnior en Moto3, título obtenido gracias al podio en la última prueba, disputada en el Circuito Ricardo Tormo de Cheste.
El currículum de Iván Ortolá sigue creciendo a pasos agigantados: en 2017 se proclama campeón de España en 85GP, con 8 victorias y 7 poles (salida en primera posición). En 2018, en el Campeonato de España preMoto3, obtiene 3 podios y alcanza la 7ª plaza final. En 2019, con 3 victorias, y subcampeón de la European Talent Cup. La Covid-19 es la protagonista de 2020, a lo que se suma una «moto pequeña para mi altura y mi peso», lo que le relega a la 4ª posición final; aunque logra subir al podio en la Red Bull Cup.
Y llegamos a 2021, donde queda 4º clasificado en la Red Bull Cup y, tras una última carrera espectacular en el Circuito de Cheste, el 21 de noviembre, logra el subcampeonato como piloto del Team MTA italiano, bajo la dirección del ex piloto Alessandro Tonucci.
La guinda a una temporada que ya dos meses antes, en septiembre, ha dado sus frutos porque la calidad de Iván no pasa desapercibida y existe un acuerdo con MTA para correr el Mundial de Moto3 de marzo a noviembre de 2022.
«Acaba mi primer año en la categoría de Moto3 en el que he aprendido y sobretodo he disfrutado. Darle las gracias a @aletonu19 y a todo el equipo @mta_juniorteam por haber creído y confiado en mí desde un primer momento. Y sobre todo gracias a toda la gente que me ayuda y me apoya desde casa. Con ganas de empezar una nueva aventura», las declaraciones de Iván Ortolá en su Instagram muestran el carácter ganador y agradecido del joven de Puçol, tras el subcampeonato mundial conseguido en el Circuito Ricardo Tormo.
El objetivo es llegar al Mundial de MotoGp, algo que está más cerca que nunca, aunque no ha sido flor de un día ni una escalada fácil.
Convivir con la moto
Porque hasta este año Iván ha tenido que compaginar los estudios con los entrenamientos y las carreras. Ahora comienza una etapa como profesional y su horario estará centrado exclusivamente en la moto: de los entrenamientos a las carreras.
«Hasta ahora, mi padre me ha acompañado a todas las carreras», recuerda Iván. «Y los entrenamientos los realizo tanto en Valencia como en otros circuitos de España, siempre con un amigo que es profesor de la Academia de Aspar y es quien me ayuda a poner a punto la moto».
La temporada que acaba de finalizar, tras la Covid-19, se ha prolongado durante ocho meses y veinte carreras, aunque la que comienza será aún más complicada, porque Iván tiene claro su gran objetivo y solo podrá lograrlo si mantiene la concentración al máximo.
«Quiero llegar a Moto GP y competir en todas las categorías que pueda, aprovechando lo que ya domino, como la frenada, que es mi punto fuerte, trabajando para mejorar mis puntos débiles… y espero continuar con mi buena racha, porque no he tenido ningún accidente en las pruebas disputadas hasta ahora».
La suerte del Pepino de Puçol, un apelativo cariñoso que continuamente escuchamos en las retransmisiones deportivas y que tiene un origen cinematográfico, como nos recuerda su padre, Antolín Artolá: «Vimos una película que se titulaba Los chicos del coro y al más pequeño le llamaban Pepino, un nombre con el que empezamos a llamar a Iván ya desde que iba a la escuela siendo muy pequeño».
Antolín conoce bien las posibilidades de su hijo: ha sido su mecánico mientras ha podido, ahora le acompaña siempre y es su chófer y compañero cuando hace falta preparar la estrategia de la carrera o recorrer largos caminos para trasladarse de un circuito a otro.
«Y, sobre todo, ahora tenemos que invertir tiempo en prepararnos física y mentalmente», finaliza Antolín. «En marzo de 2022 tenemos la primera carrera del Mundial en Catar. De ahí vamos a Indonesia, Argentina, Estados Unidos… Va a ser duro pero también muy bonito. Lo único que falta es que mi mujer y yo negociemos quién acompaña a Pepino en cada carrera porque seguramente los dos no podremos ir siempre».
Eso sí que es una decisión difícil.