Las futuras profes de infantil transforman el parque Ribelles en una granja escuela
Estudian en el IES Puçol para ser profesoras de infantil, pero han querido probarse a sí mismas que tienen la capacidad, la actitud, la paciencia… por ello el 6 de junio convocaron a los peques de 0 a 6 años (con sus padres, lógicamente) para mostrarles lo que han aprendido y lo que son capaces de hacer… pasaron la tarde jugando y riendo juntos.
Las 30 alumnas del primer año del Ciclo Formativo de Educación Infantil impartido en las instalaciones del Instituto de Educación Secundaria de Puçol han tenido una feliz idea: pasar de la teoría del aula a la práctica del parque Ribelles.
Así que han preparado una jornada práctica, en el parque Ribelles, bajo el título «Jugamos y reímos juntos», gratuita, abierta a todos los que sentían curiosidad. Para ellas, un examen práctico. Para el vecindario, una fiesta.
Sus propuestas, todas las imaginables: talleres de arte, ejercicios de movimiento, experimentación, juegos, cuentacuentos y todo lo que se les ocurrió montar en distintas zonas del parque, cada grupo de alumnas con su propia oferta y los padres con sus peques desfilando por distintos lugares para comprobar cómo disfrutaban sus retoños… y las futuras profesoras.
Pilar, una de las monitoras de las futuras profesoras, no solo apoyó la idea en clase sino que estaba allí, en el parque Ribelles, siguiendo de cerca el trabajo de su alumnado: «Es la primera vez que hacemos esta experiencia práctica, la hemos centrado sobre todo en la educación no formal, para que puedan poner en práctica todo lo que hemos visto durante el curso en clase… y, la verdad, lo están llevando muy bien y con mucho público en cada una de las actividades».
El jueves 6 de junio, a las 5 de la tarde, al salir del cole, con un tiempo excelente y con muchos padres —mejor dicho, madres— se acercaron con cierta curiosidad: ¿qué serán capaces de hacer estas jóvenes que quieren ser profesoras de los más pequeños del pueblo?
La curiosidad, una buena campaña promocional y el día y la hora adecuados fueron las claves del éxito. Llegar al parque Ribelles y encontrar grupos de jóvenes «profes» repartidas por las zonas de césped y sombra invitaba a acercarse a cada parada: algunas con juegos, otros con material escolar, algunas sin ningún elemento visible, solo su presencia… había que probar la experiencia.
Para los peques, un día en la feria. Para las mamás, un cierto tiempo de relax, sin perder de vista a sus retoños, pero sabiendo que estaban bien atendidos. Y para las futuras profesoras de infantil…
«Hemos tomado el parque entre las treinta alumnas del Ciclo de Educación Infantil y durante tres horas estamos proponiendo multitud de actividades propias de una granja escuela, con psicomotricidad para peques de cero a seis años, cuentacuentos experimentales y todo lo que se nos ha ocurrido y hemos podido preparar».
Las que hablan son Naiara, Clara y Diana, tres de las alumnas del ciclo que, junto a su profe Pilar, están trabajando con distintas propuestas para los vecinos que desfilan por su rinconcito de trabajo, a la sombra, con juegos de psicomotricidad y de ejercicio físico.
Para todos fue una experiencia extraordinaria, en todos los sentidos.
Visto el resultado, no fue extraño escuchar la pregunta —o invitación, según se mire— de una de las mamás asistentes: «¿Y esto lo vais a hacer todos los jueves?».